Toni Villa deja de ser jugador del Real Valladolid doce años después

La entidad blanquivioleta no recibirá un euro por el traspaso, tal y como ha adelantado Radio Marca Valladolid, si bien ha incluido una buena cantidad en variables que cobrará si se cumplen, caso de permanencia o número de partidos disputados con la camiseta del Girona.

Al mismo tiempo el propio Toni Villa gana en la operación, ya que firma un contrato por las cuatro próximas temporadas con el conjunto catalán, que se ha convertido en el auténtico animador del mercado en las últimas semanas. Solo en este jueves ha presentado a Oriol Romeu y ha anunciado la incorporación del meta Paulo Gazzaniga y la del canterano del Real Madrid Castilla Fuidias, además de la de Toni.

De este modo, Toni Villa abandona el club en el que se formó y que le dio la oportunidad de dar el salto al mundo profesional de la mano del primer equipo, con el que debutó en Primera en agosto de 2018. Solo hizo un paréntesis en la campaña 2016-17 para jugar con la Cultural Leonesa. Desde entonces ha sido pieza básica en el engranaje blanquivioleta con diferentes entrenadores logrando dos ascensos a la máxima categoría. Con el primer equipo, Toni acumula 155 partidos oficiales.

Toni Villa se ha despedido a través de una emotiva carta publicada en su cuenta de Instagram, en la que se acuerda y da las gracias a todas las personas que han formado parte de su vida en blanco y violeta:

«Llega un momento que, sinceramente, nunca pensé que llegaría. Es realmente muy difícil marcharse de casa. Lo hice cuando tenía 14 años para buscar mi sueño y lo hago ahora de nuevo con muchísimas vivencias en la maleta. Con el recuerdo del último ascenso aún en la retina y con la emoción a flor de piel.

Echo la vista atrás y solo puedo sentir agradecimiento y cariño por el Real Valladolid. Me lo ha dado todo, del mismo modo que yo he entregado lo mejor de mí a la blanquivioleta, la que nunca dejará de ser mi camiseta y la de mi familia.

Quiero dar las gracias a todas las personas que forman parte del Real Valladolid. Desde los que me acogieron en la Resi cuando solo era un niño hasta los compañeros con los que he compartido vestuario en la primera plantilla. Desde los jardineros hasta los entrenadores de base y en el equipo profesional. A todos los empleados que son el alma del Pucela y que han sido un gran apoyo en todo momento. Y, por supuesto, a los aficionados que siempre me han hecho sentir muy querido, todo un privilegiado.

A Valladolid llegó un chaval de Lorquí y ahora se marcha el padre de una vallisoletana. Siempre tendré esta ciudad y este gran Club en mi corazón. Ahora emprendo un nuevo reto con muchas ganas e ilusión, siempre con los mejores deseos para el Real Valladolid ¡Aúpa Pucela!»