«Mi sueño es ser algún día el director deportivo del Real Valladolid»

–Líderes de Segunda, con 10 puntos en cuatro jornadas y sin derrotas. Esto no ha podido empezar mejor para usted...

–Sí, tenemos una buena racha que viene ya del curso pasado. El equipo está en una gran dinámica. El liderato es anecdótico, pero estamos muy contentos, intentando disfrutarlo y, sobre todo, no salirnos del camino del trabajo y la humildad.

–¿El problema para un equipo como el Albacete es creérselo demasiado?

–Esto no es cómo empieza, sino cómo termina. Creo que el vestuario es consciente de ello. Tenemos un grupo fantástico que va junto en la misma dirección. Nos toca seguir con el trabajo de siempre.

–¿Esperaba un comienzo tan fulgurante del Alba? Creo que la pretemporada no ha sido muy fácil.

–Uno siempre tiene la esperanza de empezar bien. Es fundamental para todo: para generar ilusión en el club, en la ciudad, en el plano motivacional de los jugadores... Uno siempre mantiene ese pensamiento. Lo cierto es que el equipo está compitiendo, ha demostrado carácter y una adaptación rápida a la categoría. Eso siempre es importante. Debemos ir partido a partido y no creernos la clasificación para hacer cuanto antes los 50 puntos necesarios que nos den la permanencia. A partir de ahí, ya veremos. Ahora se trata de asegurar la salvación. Llevamos 10 puntos, así que nos quedan otros 40. Esa es nuestra meta inicial.

–Siempre se habla de la inercia de los equipos que ascienden, pero no parece fácil subir a Segunda, ganar a rivales de la talla de Huesca y Málaga, y ponerse en la primera posición de la tabla como equipo revelación.

–Sí, es difícil. Y por eso empezar bien siempre te da un plus. Estamos concienciando a la plantilla de que no hemos hecho nada y que esto es muy largo. La categoría es muy traicionera y, si te sales del guion, pasas de estar mirando para arriba a mirar hacia abajo. Nos centramos en el trabajo y en no ir más allá del próximo partido.

–¿Qué ambiente se respira en Albacete con este liderato?

–Imagínese... El martes fue el pregón de fiestas y la ciudad lo está disfrutando. El año pasado, cuando ascendimos en Riazor, el recibimiento a la plantilla fue increíble, algo nunca visto. Seguimos con esa inercia. Veo a la gente contenta. El club está satisfecho con el trabajo que estamos haciendo. Eso me resulta muy gratificante.

–A usted se le ve ahora como un héroe en Albacete. Más incluso que al entrenador actual, Rubén Albés, al que conocemos bien en Valladolid. El año pasado el técnico era Rubén de la Barrera, que también pasó por el Real Valladolid Promesas, y logró el ascenso con el Alba, pero Alfonso Serrano es la figura que da continuidad a los éxitos deportivos.

–Los que me conocen saben que no me creo eso de ser un 'héroe'. Yo hago mi trabajo. Soy un tipo que lleva más de 25 años en esto y no me creo absolutamente nada. El fútbol es muy bonito cuando las cosas te van bien, pero cuando te van mal es ingrato. Pasaremos malas rachas este año, pero ahora podemos saborear este anecdótico liderato y tratar de complicar al Cartagena lo más que podamos el próximo sábado.

–Al Albacete ha llegado este año Rubén Albés, después del ascenso el curso pasado con Rubén de la Barrera. ¿Por qué se marchó De la Barrera? ¿Le complicó esta salida la confección de la plantilla?

–Nos retrasó un poco los planes que manejábamos porque De la Barrera tenía contrato. Al lograr el ascenso, estuvo unos días meditando la posibilidad de seguir. Finalmente, nos comunicó que quería marcharse. Habría que preguntarle a él los motivos. Yo solo puedo agradecer el trabajo que hizo en el Albacete y desearle mucha suerte en el proyecto que le salga.

–Albés llegó tras entrenar al Lugo, también en Segunda, después de foguearse en Segunda B con clubes como el Real Valladolid Promesas. En la plantilla del Albacete vemos caras conocidas en Pucela como las del delantero Higinio o el portero Diego Altube.

–Estamos muy contentos con la llegada de Albés y todos los nuevos jugadores. Es un técnico que ya conoce la categoría. Para mí es muy importante el trato diario de un entrenador con la dirección deportiva. Es un punto muy importante para que la trayectoria del equipo sea la mejor posible. El trato diario con él es muy bueno. Nos entendemos desde el principio. Me gusta consensuar con el cuerpo técnico las incorporaciones y las bajas. Estamos muy a gusto y esperamos que siga la racha.

–¿Cómo vivió usted el ascenso a Segunda? Había salido del Deportivo de La Coruña y el Albacete dio la gran campanada precisamente en Riazor..

–Imagínese... Tanto Rubén de la Barrera como yo habíamos salido al final de la temporada pasada. Me acuerdo de una conversación que tuvimos en un vestuario. Le dije: 'Rubén, yo creo que en el 'play-off' nos va a tocar el Dépor'. Él se reía... Y nos tocó. El equipo hizo una temporada muy regular, siempre con un ADN reconocible y sabiendo a lo que jugábamos. Nos salió bien. Fue una pena por el Deportivo, porque es un gran club. Ahora estamos en Segunda gracias a ese 'riazorazo', como lo llamamos por Albacete, y muy contentos de volver a la Liga de Fútbol Profesional.

–Usted es vallisoletano y conoce bien a Pacheta de su etapa en el Numancia. ¿Cómo ve a este Pucela de vuelta a Primera División?

–Observo a un Real Valladolid con muchas ganas. A Pacheta le conozco desde hace muchos años, sí. Yo estaba como secretario técnico en el Numancia cuando él era jugador. También guardo relación con el director deportivo y con Luis Casas, su secretario técnico. Como vallisoletano, estoy muy contento de que el equipo esté en Primera División porque la ciudad se lo merece. Me alegro mucho y ojalá este año logren la permanencia.

–Usted formó parte de la dirección deportiva del Real Valladolid, como 'segundo' de Santiago Llorente entre 2003 y 2005, antes de marcharse al Valencia. Han pasado muchos años y su experiencia en los despachos es amplia. ¿Se ve en el futuro como director deportivo del Real Valladolid en Primera?

–Todo el mundo quiere llegar a lo más alto en su profesión. Cuando era futbolista cumplí mi sueño de debutar en Primera División con el Real Valladolid. Ahí llegué a lo más alto como jugador. Como pucelano, algo de lo que siempre presumo, evidentemente que algún día me gustaría ser el director deportivo del Real Valladolid. Es uno de mis sueños como vallisoletano. No sé si se dará o no. Ahora, también le digo que ahora estoy absolutamente enfocado y centrado en el proyecto actual con el Albacete. Estoy muy contento de trabajar en este club y de la gran afición que tiene.

–¿Hubo en el pasado alguna posibilidad concreta para que volviese al Real Valladolid?

–Yo soy una persona que no se vende bien. A mí no me gusta mucho dar entrevistas y usted sabe que no suelo concederlas. No he tenido una opción clara de volver al Real Valladolid, salvo cuando me marché al Valencia. Entonces me llamó Carlos Suárez, pero yo pensé que no era el momento. Tenía que aprender y mejorar en muchos aspectos que no dominaba. Para eso me fui al Valencia, para mejorar como futuro director deportivo.

–¿Tiene ganas de dirigir la parcela deportiva en un club que milite en Primera?

-Al final, cada mercado te pone en su sitio. Veremos dónde podemos llegar. Yo soy un entusiasta de mi trabajo. Me encanta lo que hago y tengo más ilusión que cuando empecé. Creo que eso se nota en todo lo que hago. Espero algún día estar en Primera. Es lo que nos gustaría a todos. Soy consciente de que hay directores deportivos muy buenos y que es complicado, pero uno siempre tiene ese sueño...