Ya en el siglo XVII se utilizaba la frase como paradigma del mantenimiento de una postura vital ante un hecho, o más directamente de una obcecación, al que lejos de ponerle remedio se mantenía como tal hasta el final de tal situación.
De esta forma, lejos de enmendar un error, siempre subjetivo ya que es otro quien lo juzga, nos perpetuamos en él buscando soluciones que lo tapen... pero no lo borren.
Y se suele dar más frecuentemente a la hora de asignar jugadores y posiciones.
A mi subjetivo y personal modo de ver, en Balaídos, lejos de enmendar el error generado en el flanco derecho de nuestro bloque defensivo, se optó por sostenerlo en lugar de enmendarlo.
De esta forma Plata pasó a la banqueta para que fuese Iván Sánchez quien volviese a su posición habitual, cuando juega, y que lógicamente no arregló la situación porque el problema estaba más atrás.
Se sostuvo la posición del central diestro cuando apareció Hongla, incompresiblemente desaparecido de la partida tras su buen hacer desde que debutó en el equipo.
De nuevo terceras personas, Kike Pérez en este caso, al igual que Plata en la anterior sustitución, venían a tapar un error de inicio pero a costa de mantener a quien debiera ser sustituido.
Que el Pucela venía adoleciendo de una seguridad defensiva en esa posición era tan obvio como que se optase por el camerunés Martin Hongla para que debutase de inicio y recién llegado a nuestra ciudad. Se mantuvo durante los tres primeros partidos hasta que ayer empezó sentado.
Sin embargo, su salida no enmienda lo hecho porque no vuelve a la posición sino que aparece en el medio campo. Se sostuvo pues, lejos de enmendarse, el error.
Quizás Fresneda en la próxima rotación encuentre sitio por aquello de echar una mano en ese lateral. Es tan cierto que Luis Pérez lo ha hecho muy bien hasta ayer, que no tuvo su mejor día, como que el canterano lo venía bordando.
En ese once inicial que comenzábamos a esbozar con cierta soltura, solo debemos de obviar a Masip por cuestiones de imposibilidad material. Un once creado por José Pacheta al que invito de corazón a sostenerlo y no enmendarlo salvo necesidad perentoria. La gaseosa como experimento y Asenjo y Escudero ya con el grupo. ¡Bien!
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