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Si se echa la vista atrás parece que hay ciertos rasgos de la historia que se repiten. Hace tres décadas, en la temporada 1991-92, el Real Valladolid descendía a Segunda División después de doce temporadas en la máxima categoría del fútbol español. El cuadro ... blanquivioleta solo estuvo en los infiernos de Segunda una temporada antes de regresar a la élite por la vía rápida y eso es a lo que aspira el actual Real Valladolid. Onésimo Sánchez vivió en primera persona aquellas dos temporadas de lloros y alegrías. En aquel descenso el club decidió mantener el bloque de jugadores importantes. Amavisca, Caminero u Onésimo fueron algunos de los jugadores que recibieron ofertas de Primera División, pero el club optó por atarles. «El año del descenso fue muy complicado para el club, había problemas económicos que nos afectaron en lo deportivo, pero fue muy importante mantener un bloque importante en Segunda División y aún así nos costó ascender, lo logramos en la última jornada en Palamós».
El Real Valladolid de Onésimo llegaba a la última jornada dependiendo de sí mismo para ascender por la vía rápida como segundo clasificado. El Racing de Santander, que acabó con los mismos 52 puntos, pero con mayor diferencia de goles anotados y encajados, pisaba los talones a los blanquivioletas. «La diferencia es que dependíamos de nosotros mismos y eso una gran noticia. En este caso se depende de otros, además lo que tu hagas. Estamos viendo que no siempre el que depende de sí mismo consigue el ascenso. Quién iba a decir que el Almería iba a empatar contra el Alcorcón en su casa».
La temporada 1992-93 siempre será recordada por el ascenso, pero detrás de ello Onésimo comenta que hubo momentos complicados. El equipo pasó por las manos de tres entrenadores diferentes: Boronat, Saso y Mesones. «El fútbol no es plácido. Empezamos mal la temporada, pese a que mantuvimos a jugadores importantes. Nos costó adaptarnos a la categoría. Luego tuvimos una racha muy buena lo que nos permitió colocarnos en las posiciones de arriba y lo peleamos hasta el final. Ahora con el fair play financiero es cierto que el primer y segundo año tienes cierta ventaja, pero no te garantiza nada. Siempre hay seis o siete equipos que tienen los mismos objetivos que tú».
Onésimo está seguro que si el Real Valladolid no consigue el ascenso directo, no es un fracaso. «Hay que estar preparado para todo, es un buen año, con una puntuación importante. El equipo ha tenido sus vaivenes, pero ha estado al nivel», agrega, incidiendo en que durante los noventa minutos de la última jornada los tres equipos implicados van a tener su momento de estar en Primera División. «Los que dependen de sí mismos tienen esa ventaja, el Real Valladolid juega en casa, el Eibar y el Almería juegan fuera en campos difíciles. No va a ser fácil para ninguno. El Valladolid va a tener sus momentos, me da confianza que si no consigue el ascenso directo tiene potencial para hacerlo vía 'play-off'».
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