Sergio aplaude una jugada de sus hombres. LOF

Sergio se va satisfecho por el juego, pero frustrado por la derrota

El técnico considera que dos despistes defensivos de los suyos dieron al Altético, «que nunca pierde la concentración», la necesaria tranquilidad

Sábado, 5 de diciembre 2020, 21:11

Es el Wanda un campo que va a terminar por hacerse odioso para Sergio González. El técnico catalán del Real Valladolid logra siempre que su equipo hagan buenos partidos en el coliseo colchonero, pero todos, por ahora, acaban con el mismo resultado: derrota pucelana. El ... Valladolid no le ha hecho un gol al Atleti de Simeone en Madrid, aún. Y así es difícil puntuar.

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Con todo, el entrenador blanquivioleta se iba con sabor agridulce. La primera parte le dejó grandes sensaciones y la satisfacción de un muy notable trabajo; la segunda le frustró por los errores que supusieron los dos goles y la consiguiente derrota.

Goles que, además, atribuyó más a errores de los suyos que a aciertos de los rivales, «El primero es una buena jugada suya, pero que no cerramos bien en el segundo palo por un despiste. El segundo es una jugada del fútbol clásico -pelota larga, peinada y jugador solo- que nos pilla descolocados». Y todo ello después de que en el arranque de la segunda parte el equipo hubiera tenido en las botas de André el inaugurar el marcador. Fue cinco minutos antes del gol de Lemar. Detalles que cambian partidos.

Y, claro, despistes ante un rival «que no se desconcentra nunca» acaban pagándose muy caras. Con todo, Sergio quiso poner en valor que al Atlético de Madrid no le salió el Plan B que había puesto sobre el campo y que tuvo que recurrir a gente como Joao Felix, Koke o Marcos Llorente para poder doblegar a los pucelanos. Una valoración que no coincide con la de Simeone, que achacó más esa superioridad pucelana a la falta de sus hombres para ser precisos a la hora de provocar la fluidez del juego. Puntos de vista distintos.

Al respecto de la presencia de jugadores tan poco habituales como Kike, Mesa o Jota en las alineaciones titulares, Sergio fue explícito al señalar que el canterano ocupaba una demarcación en la que podía robar y armar una salida con criterio -como ocurrió en un par de ocasiones- y que Mesa debía dotar al equipo de la intensidad y el equilibrio que no podía darle Joaquín, aquejado de unas molestias en el último entrenamiento.

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