Sergio pide «incrementar la llama» y recuerda que «aún queda mucho por hacer»

Sergio no quiere detenerse mucho en los análisis del pasado y opta por «mirar solo al futuro con energía positiva». Sí detecta que la plantilla ha ganado en confianza durante las últimas jornadas después de la conjura del vestuario tras las duras derrotas frente a Huesca y Alavés. «A partir de ahí, el equipo recobró la fe y el fútbol para crecer paulatinamente. La idea es seguir creciendo hasta la jornada 38. Eso significará que hemos hecho un cambio importante», recalcó. Subido a la ola buena, el técnico blanquivioleta intenta que todo el entorno ofrezca un apoyo sin fisuras para mantener alta la moral. «Creo que hemos pasado el momento más malo del equipo. Vamos a intentar mantener la llama, incluso incrementarla. Este 'sprint' final lo va a requerir así».

Como el fútbol no da tregua, el Real Valladolid volverá a someterse a un exigente examen este sábado ante Osasuna en El Sadar (18:30 horas). Los navarros son un claro ejemplo de equipo que remonta el vuelo después de una profunda crisis de resultados y sin alterar el ecosistema del banquillo. «Va a ser otro partido muy importante. Es un rival que debe estar con nosotros en esea pelea por el objetivo [de la permanencia]. Es verdad que ha dado un golpe fuerte en los últimos partidos, con muchas victorias. Estaba por detrás de nosotros, se ha separado y ha salido de manera airosa. Está compitiendo muy bien y encuentra el plan de partido perfecto para sus intereses. En casa, maneja la figura de los dos puntas, con Calleri y Budimir, y fuera juega con un 4-1-4-1. En los últimos partidos en casa ante Sevilla y Barça ha matizado esquemas, algo normal. Es un equipo al que le gusta estar en campo contrario, con línea defensiva adelantada. Eibar y Getafe son rivales similares, pero Osasuna le pone un ritmo más fuerte al partido, con más velocidad, verticalidad e ida y vuelta. Me encanta su entrenador [Jagoba Arrasate]. Nos va a exigir un partido de máximo nivel», consideró Sergio González.

Uno de los objetivos que tiene el Real Valladolid pasa por blindar la portería, algo que no consigue desde hace diez jornadas. La mayor producción ofensiva y eficacia mostradas en Zorrilla ante el Getafe no impiden que el cuerpo técnico siga trabajando para evitar los errores defensivos y blindar la portería, ahora defendida por Roberto. «Sigue siendo un reto con mayúsculas. Debemos seguir produciendo ofensivamente, pero también mejorar para dejar la portería a cero. Nosotros entendemos el fútbol desde esa premisa y seguimos trabajando para lograrlo. No lo perdemos de vista. Siempre debe ser un objetivo para cada partido», subrayó el entrenador.

Otro de los puntos en los que trabaja el cuerpo técnico pasa por lograr una unidad de acción tanto en ataque como en defensa. «Queremos que no haya distancias siderales entre líneas», resumió Sergio. Lo bueno de la fase actual pasa por la sintonía colectiva con el plan táctico propuesto en cada momento. «Eso está por encima de cualquier cosa. Hacemos un plan durante la semana y todos vamos a una. Así es más sencillo ejecutarlo. Poco a poco, vamos encajando mejor las piezas para generar situaciones de gol e iniciar el juego desde más atrás».

Con el último triunfo, se consolida un once tipo que ubica a Óscar Plano en la banda derecha del ataque y a Fabián Orellana por la izquierda, después de varias permutas de posición. «Ahí estamos con la famosa frase de 'tú de qué juegas y de qué quieres jugar'. Al final cada uno tiene una posición predilecta y luego está lo que necesita el equipo. A principio de temporada, entendimos que Óscar Plano tenía que participar más por la izquierda que por la derecha para abrir el abanico de piezas y tener más posibilidades ofensivas. Fabián empezó por la derecha, ha alternado con la izquierda e incluso jugó en la mediapunta. Ahora, por productividad y rendimiento, parece más cómodo en la izquierda. O, al menos, la producción está siendo más tangible. Los movemos en función de lo que nos pueden dar. Ojalá mantengan los dos ese nivel».

Otro de los nombres propios en el último partido fue el de Shon Weissman. El delantero israelí se reencontró con el gol y halló alivio a sus aflicciones durante los encuentros precedentes, en los que se le vio desesperado sobre el césped. Sergio González no quiere que el foco se ponga solo sobre los que juegan y destaca el gran nivel que observa en los entrenamientos, con gran competencia en todas las posicoines. «La idea es que todo futbolista se encuentre en su mejor momento. A Shon un día lo cambiamos, otro no. Mete o no mete gol... Lo importante es que trabaje para el equipo, que dé lo máximo y que, a partir de ahí, ofrezca su mejor rendimiento. No podemos analizar cada partido si está más tranquilo o no porque ha marcado. Debe dar su mejor nivel y nosotros decidiremos cuántos minutos tiene que jugar».

La recuperación de Marcos André inicia a su tramo final y, si los plazos se cumplen, Sergio dispondrá de más opciones para el ataque en el desenlace liguero. «La semana que viene empezará a hacer parte de entrenamiento con nosotros. Dependerá de cómo lo lleve. A priori, después del parón debería estar cerca de completar las sesiones».

Las lesiones dan tregua, el equipo ha recuperado efectivos con el paso de las jornadas y no hay contratiempos de última hora. «Estamos en la ola buena. Ojalá sigamos así. De aquí a final de temporada, los equipos que estén más fuertes, que se repongan antes, que cuenten con más futbolistas al cien por cien para afrontar entrenamientos y partidos son los que lograrán el objetivo. Ojalá uno de ellos seamos nosotros».