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Un gol cambia percepciones. Si la defensa blanquivioleta hubiese impedido el tanto de Murillo en el minuto 94 ante el Celta, el Real Valladolid habría salido reforzado de Vigo. La realidad es que el 1-1 sentó como un mazazo para un conjunto que vuelve a encadenar (como a principio de temporada) ocho encuentros sin ganar. Sin embargo, Sergio González no quiere que ese «golpe fuerte» sirva para tapar las virtudes que va encontrando en su equipo. Corregir los errores en los goles encajados a balón parado es una de sus prioridades y para ello demanda más atención para evitar faltas laterales. En líneas generales, el técnico quiere potenciar un mensaje positivo, que busca extender a los aficionados y a la prensa. «Nos quedan trece jornadas. Todo el mundo que tiene dudas debería cambiar el chip, poner energía y ser positivo. Las evaluaciones se toman a final de temporada. Nos queda un trayecto difícil y ahora estamos fuera de posiciones de descenso. Debemos ser mejores que los seis-siete equipos que están en la misma horquilla de puntos que nosotros. Vamos a pensar en eso. Olvidemos lo negativo después de haberlo analizado. El equipo tiene mejores sensaciones», recalca el técnico blanquivioleta.
Para Sergio, si no fuera por «la sombra» del gol postrero de Murillo, ahora se hablaría de un «partido sólido, eficaz, con buen fútbol», en el que el Real Valladolid minimizó al Celta e hizo desaparecer a Iago Aspas. «Vamos a meter energía positiva. El equipo está dando pasos adelante. Confiemos en los futbolistas y pongamos toda nuestra energía para ganar al Getafe».
El conjunto del sur de Madrid fue el último rival al que ganó el Real Valladolid en Liga. Lo hizo a domicilio, el 2 de enero y con un excelente planteamiento. Desde entonces las jornadas han ido pasando sin triunfos pucelanos y la crisis ha vuelto a aparecer. Ahora, el calendario asimétrico vuelve a emparejar a los dos equipos, esta vez en Zorrilla (sábado 6 de marzo, 14:00 horas). ¿Podrá de nuevo el Pucela tumbar al equipo de Bordalás? «El Getafe mantiene su identidad. Es verdad que ha tenido un abanico de partidos con la entrada de Take Kubo y Aleñá que les daba otros recursos. No era ese Getafe tan ilustrativo con el 4-4-2 clásico. En el último partido ya volvió a ese dibujo. Kubo y Aleñá esperaron su oportunidad desde el banquillo. Veremos al Getafe que todos reconocemos, con el sello de Bordalás. Un equipo que compite bien y que juega bien con y sin balón, que juega sencillo pero eficaz. Nosotros modificamos la estructura cuando jugamos allí. Puede que lo repitamos o puede que no», deja en el aire Sergio González.
En el análisis táctico del Getafe, el técnico blanquivioleta destaca la «forma de competir» de los madrileños, con un 4-4-2 en el que los dos pivotes abarcan mucho espacio y cuenta con dos puntas referenciales, que sirven para iniciar el juego. «Conectan con ellos y empiezan a hacer la segunda jugada por fuera. Cuentan con un balón aéreo fuerte. Los dos delanteros tienen capacidad para cer en zona, aparecer, saltar... Los bandas, físicos, se interiorizan mucho. Los laterales sacan muchos centros. Es un equipo reconocible. Sabemos cuáles son sus virtudes y también sus defectos».
El entrenador del Real Valladolid ha hablado con los futbolistas sobre la posibilidad de adelantar la línea defensiva en las acciones a balón parado. «Son ellos los que deben demostrarnos que son fuertes y que tienen ganas de solventar esa acción. Se verán matices diferenciales, no tanto de altura, sino de elementos y colocación de la línea, de posición de laterales, centrales y delanteros para coger más altura en zonas donde hay más posibilidades de que caiga la pelota. Además, cada portero necesita unos matices. Nos estamos haciendo un estigma muy grande con esto, pero no queremos que sea un trauma. No pueden suceder, pero no pensemos que somos un desastre a balón parado. Los dos últimos goles nos han hecho daño y de ahí que la hayamos prestado más atención durante la última semana», apunta Sergio.
El cambio en la portería en el último partido ante el Celta, con la entrada de Roberto Jiménez en lugar del habitual Jordi Masip, se debió a la intención de buscar una sacudida en la dinámica colectiva y no tanto a errores puntuales del guardameta catalán, según Sergio. «Teníamos que mover el árbol. La posición de portero es delicada, pero también lo hicimos en la primera vuelta. Los dos son porteros de alto nivel. Jordi volvió más rápido al once porque era el portero que estaba con nosotros. Entendimos también que, a la mínima que pudiera pasar algo, Roberto estaría preparado. Tengo dos grandes porteros a gran nivel. No ha sido por un déficit suyo sino por la inercia del equipo».
Sergio González interpretó positivamente las declaraciones recientes de Roberto Jiménez, en las que explicó cómo los futbolistas se conjuraron para seguir a rajatabla las intenciones del entrenador y dejar de lado sus ambiciones personales. «Creo que el mensaje que quiso dar Roberto es que ahora el grupo prioriza, aún más, lo colectivo sobre lo individual. Más de lo que es habitual en el mundo del fútbol. En los primeros partidos, quieres jugar y el resultado y lo que le pasa al compañero queda en segundo lugar. Ahora sabemos que tenemos 13 partidos por delante y que el objetivo es mantenernos en Primera. No es que no lo quisiéramos antes, pero ahora se reafirma como meta prioritaria. Se ha reforzado todavía más esa idea de ser un mismo grupo, juegue quien juegue».
La proyección ofensiva de los laterales se ha frenado en las pasadas jornadas, en las que el Real Valladolid ha tratado de recuperar la solidez defensiva. El entrenador recuerda que se trata de una circunstancia que solo se ha dado «últimamente» ya que en otras fases de la temporada hombres como Nacho Martínez, Saidy Janko, Luis Pérez o Pablo Hervías sí han llegado a la línea de fondo. «En los dos últimos encuentros hemos jugado con rivales que cuentan con dos puntas diferenciados. Ahí intentamos que el lateral contrario equilibre bien para que no se genere un dos para dos. Son circunstancias. Nosotros entendemos que cuando un lateral tiene la pelota puede subir porque hay otro compañero equilibrando, pero es verdad que en los últimos partidos hemos priorizado la seguridad defensiva», concede.
La lucha en la zona baja se recrudece con cada jornada que pasa. Cinco equipos, incluido el Real Valladolid, se mueven en un margen mínimo de dos puntos desde el colista Huesca (20 puntos) hasta el Eibar (22), empatado con el Pucela y con el Alavés. Con un algo más de colchón figuran Cádiz (25) y Valencia y Getafe (27). Sergio considera que «Hablar ahora del futuro es complicado». «Solo tenemos que estar centrados en el Getafe. Hemos hecho partidos de calidad para haber sumado una victoria, sobre todo en los tres últimos partidos. Estamos más cerca de lo que parece. Va a ser una carrera larga, difícil, con obstáculos. El que se recupere antes de las hostias que pueda recibir será el que tenga mucho que decir. Los partidos son difíciles de ganar y hay mucho en juego. Ojalá estemos más acertados que, como mínimo, tres equipos».
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