Sergio León, víctima del 'baiting'

Así hemos visto cómo le han caído cuatro partidos a Sergio León por no hacer nada. No es que no haya hecho nada, que el detalle del de Palma del Río es feo y quizá sí merezca una sanción. El problema es que el que ha quedado como el malo de la película ha sido él cuando en realidad no lo es. Ha reaccionado mal y punto. El que ha provocado al futbolista se va de rositas y seguramente esté fardando en el colegio, en el trabajo o en el puticlub de lo que ha hecho. Pero no le ha pasado nada, ni le va a pasar. Ni a él ni a su equipo que le ampara y que encima es el que se ha comportado como un chivato acusando a nuestro jugador.

La elegancia y el saber estar se tienen o no se tienen y el Sporting está claro que no lo tiene, pero no quiero hablar de Sporting y su mal perder. Quiero hablar de la justicia. O de la injusticia. Quiero recuperar a ese juez que se llama Emilio Calatayud. Este hombre que ejerce como juez de menores es famoso por hacer bien su trabajo (en mi humilde opinión). Es famoso por interpretar la ley y dictar sentencias en las que el condenado pueda sacar un aprendizaje. En este caso la injusticia se da porque con Sergio León hacen ese 'baiting' del que habla Etxebarría y el provocador sale indemne. El código disciplinario de la RFEF dice que se pueden producir cierres parciales, pero de momento no pasa nada en ningún campo y todos hemos leído casos graves de racismo o xenofobia en algún estadio.

Estoy seguro de que el juez Calatayud no habría sancionado a Sergio León sin que el Sporting o el aficionado que insultó les hubiera caído una sanción. Y más allá de que la sanción sea desproporcionada y condicionada por un exceso de celo del responsable de seguridad del Sporting, que sólo sea sancionada una de las partes en este caso me parece una injusticia.