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El fútbol es tan fugaz y tiene tan poca memoria que todo se reduce al último partido. El análisis, al último minuto. El resumen, a la última imagen. Y en esa secuencia, el penalti cometido por Joaquín enterró de un plumazo lo que iba camino ... de convertirse en tercera victori consecutiva tres semanas después de tener al entrenador en la picota por unos resultados que no hace tanto le elevaron a categoría de héroe.
El optimismo que corría como la pólvora por toda la ciudad al paso por el minuto 81 se esfumó en un santiamén por un desliz desafortunado del que hasta entonces era uno de los mejores activos del Valladolid.
La valoración de Sergio González en ese minuto después trató de hacer justicia y poner un punto de equilibrio a la trayectoria de su equipo, más que a los méritos contraídos ante el Levante. «Les he dicho a los jugadores que tenemos que estar contentos. Hemos pasado de no ganar a estar ahí con dos victorias. Todos estamos rabiosos pero no hay que quitar méritos porque hasta la ocasión de Alcaraz, hoy hemos sido mejores que ellos. Ese error les ha hecho dar un pasito más. Me gusta que seamos críticos y exigentes pero quien nos o iba a decir que llevaríamos casi tres victorias. La única pena es que el resultado no lo reafirma», trató de condensar el técnico por el amargor del empate.
En opinión del preparador la victoria se escapó cerca del área rival y no en las inmediaciones de la portería de Masip. «Hemos creado situaciones de gol muy claras pero no hemos certificado a nivel ofensivo. El Levante no ha generado ninguna ocasión salvo el propio penalti y un corner de Campaña. Ha habido mucho córner pero no ha habido sensación de peligro. No hemos cerrado por situaciones ofensivas».
Sergio dio la cara en sala de prensa por el penalti cometido por Joaquín, un error que no considera grave. «Está claro que es una acción evitable, pero no lo considero error grave. El delantero está muy listo y pone la pierna justo para que le toque, pero no tiene nada que ver con errores groseros en otros partidos», valoró, defendiendo los cambios realizados en el tramo final.
El técnico explicó que la salida de San Emeterio se debió a que el Levante «estaba combinando mucho por dentro», en la de Jota se buscaba la «calidad individual» del portugués, mientras que la entrada de Janko pretendía equilibrar fuerzas en banda tras los cambios realizados por el Levante, «con jugadores de refresco».
Preguntado sobre si le dolió más el mano a mano fallado por Alcaraz para el 2-0 o el penalti de Joaquín, el técnico defendió ambas situaciones. «En esa acción todos hemos chutado con Rubén, que llegaba ya con alta intensidad. Pudo haber tomado otra alternativa pero hemos fallado todos con Rubén, igual que todos hemos metido la pierna como la ha metido Joaquín. Son esos matices que dicen que no hemos estado tan sólidos como en los dos últimos partidos», reseñó.
Sergio cerró su exposición incidiendo en que su equipo está en el camino y que ahora solo debe matizar detalles. «Creo que en estos tres partidos todo el equipo ha dado un paso adelante. Tenemos que estar contentos pero también exigir más a todos. Hemos encontrado el camino pero ahora toca matizar y retocar cosas. Me encanta que seamos exigentes pero estos es muy largo y otro día nos vendrá a favor», zanjó.
Si el punto alivió su situación, al menos no lo expresó en sala de prensa. El técnico del Levante dio la cara por sus jugadores, destacó su entrega cuando estaba todo perdido, y vino a lamentar la falta de pegada que viene acusando desde el principio de liga.
«El equipo espera ganar, se le resiste la victoria. pero el equipo demuestra que está vivo y en el momento en que consiga la victoria logrará ese impulso. No salimos satisfechos con el empate, pero es cierto que yendo detrás en el marcado y empatar te da esa pequeña esperanza. Lo importante es que el equipo sigue vivo y no se rinde. Intentaremos corregir porque siempre hay un gol en contra y tienes que hacer uno más que el rival», señaló, apuntando la falta de instinto de los suyos en el área rival. «Cuando tenemos esa sensación de llegar, hay que rematar y ser más agresivos».
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