Sergio confía en repetir el once titular del Real Valladolid ante el Levante

En ese hipotético retoque no parece que vayan a estar las figura de Guardiola y San Emeterio. El balear criado en Murcia se ha destapado como un delantero que rinde mejor como segundo punta que como delantero de referencia. Y con Marcos André ha encontrado un jugador que le ayuda mucho. Es el esquema del año pasado, con el brasileño por Ünal, con la diferencia de que André es más dinámico y parece tener más gol que el otomano.

Respecto al medio centro, recién renovado, habló de él en los términos que desgranan los entrenadores para los jugadores que les arreglan los problemas en el campo, pero que hacen una labor rara vez bien valorada por los aficionados. «Hace mucho por el equipo, equilibra, está siempre donde se le necesita y, además, tiene mucho margen de mejora porque debe darnos más en la salida de balón. Y puede hacerlo»

La satisfacción que muestra Sergio en estos momentos nada tiene que ver con la que dejaba entrever hace apenas un mes. Pese a que su discurso nunca varía demasiado y a que las ráfagas de ideas siguen saliendo de su cabeza a una velocidad subsónica, lo cierto es que al míster pucelano se le ve más relajado por un lado y más intenso por el otro.

Lo de relajado es normal, y él lo reconoce. Y extiende al vestuario la sensación de calma y tranquilidad zen que domina ahora al equipo.

Lo de la intensidad va en relación a la cuasi genética necesidad de todo director técnico de no permitir que el halago debilite y el conformismo y autosatisfacción desequilibre al grupo. «Lo que hemos hecho en estos dos últimos partidos no vale para ganar al Levante». Más claro, agua.

«Ha valido para demostrarnos que somos buenos cuando jugamos juntos, concentrados y solidariamente». Aviso a navegantes.

«La realidad es que aún hay que ganar muchos partidos». Obviedad que no está de más recordar.

Y la clave para que nadie se relaje está... en los que no están jugando. Sergio y Miguel Ángel Gómez son buenos psicólogos. El uno de natural y por experiencia; el otro por formación y por experiencia. Y ambos han hablado, seguro, de que en este momento el mensaje más importante es que los que se ven relegados a la grada deben tener muy claro que en cualquier instante van a tener que tomar protagonismo. Y que deben estar preparados para ello y para aprovecharlo. Para que ocurra la herramienta es el entrenamiento diario: intenso, de calidad, sin dejar nada en la reserva. Lo bueno es que así están siendo. Y ello le da un punto de optimismo al cuerpo técnico, que contempla satisfecho el crecimiento interno del grupo.

Que Sergio está satisfecho, es una perogrullada. Con todo, mantiene un nivel de autocrítica importante que le lleva a señalar públicamente que pese al gran trabajo de Granada, hay detalles que aún faltan por afinar. Y citó como ejemplo el del gol de los nazaríes. «Ese tanto lo tienen que marcar porque aciertan ellos, no porque nosotros fallemos. Es un error mínimo, que normalmente ni hubiera comentado, pero que demuestra que no podemos conformarnos».