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El Real Valladolid maneja internamente un 'plan de permanencia', con la idea de apurar sus opciones para mantenerse en la Primera División. Esa hoja de ruta está definida desde hace tiempo, pero debe quedar concretada durante los próximos días, antes de que se cierre el ... mercado invernal a las 23:59 horas del lunes 3 de febrero. El primer punto resulta obvio... aunque no lo parezca en el caso del Real Valladolid. El club se plantea «salir reforzado» tras esta ventana de mercado, con una doble vertiente: no malvender a jugadores importantes y disponer de los refuerzos necesarios, algo que hasta ahora no ha logrado. La salida unilateral de Juma Bah tras pagar la reducida cláusula de rescisión de seis millones ha trastocado muchos planes, porque la idea de la entidad pucelana pasaba por que el central sierraleonés jugase cedido en Zorrilla hasta fin de curso tras su venta. Esto aumenta las necesidades del club, que ya pensaba en incorporar más de un central en el mercado de invierno y que ahora se ve en la necesidad de aumentar el número de efectivos para esa demarcación.
El 'plan de permanencia' del Real Valladolid se basa en la insistente idea de «limpiar» el vestuario con la salida de jugadores que no cuentan para el proyecto. La idea clave en este punto pasa por «cambiar el perfil» de los futbolistas y, para ello, el club trata de aprovechar cada ventana de fichajes. Futbolistas como Robert Kenedy y Darwin Machis se han convertido en una rémora, aunque su salida no es nada fácil, como explicó públicamente el entrenador, Diego Cocca, el pasado jueves. En estos casos resulta imposible pensar en una rescisión, ya que los jugadores exigirían el pago íntegro de sus contratos. Machis tiene compromiso hasta 2026 y Kenedy hasta 2027.
Hay otros nombres, como el de Amath Ndiaye, que tampoco cumplen con las expectativas del club. En este punto de la competición, con el Real Valladolid colista y obligado a vaciarse en cada partido, la idea interna es que el senegalés aporta muy poco, por no decir nada, en el plano competitivo y por eso se trata de que acepte una salida hacia un club de Segunda División, donde tiene buen cartel. Internamente se entiende que la plantilla se empieza a reforzar desde el momento que comienzan las salidas.
Sin embargo, y con este panorama de jugadores con los que no se cuenta, pero tal vez no salgan, el Real Valladolid trabaja en alternativas. Y eso pasa por armar un grupo de «soldados», aunque sea reducido, con los que «pelear de verdad» para apurar las ahora reducidas opciones de permanencia. Los jugadores del Real Valladolid han recibido en los últimos tiempos mensajes recurrentes, en el sentido de que hay partidos en los que no sólo se pierden tres puntos, sino también «la dignidad», como sucedió en el 0-5 ante el Atlético de Madrid que acabó con la destitución de Paulo Pezzolano, una situación que no se ha repetido con Diego Cocca, aunque en Zorrilla se analizase muy críticamente la incapacidad del Pucela para puntuar con el nuevo técnico ante el Espanyol hace dos jornadas. El mensaje interno fue que al equipo le faltó competitividad para plasmar su dominio en Cornellá con un resultado favorable, algo que no puede permitirse si pretende plantar batalla por la permanencia.
En la última semana de mercado, el Real Valladolid busca centrales, un lateral izquierdo, mediocentros y extremos (con la posibilidad de recuperar a Stipe Biuk). La apuesta estratégica del club pasa por no desprenderse de guerreros y por eso el Real Valladolid desechó una potente oferta del Sao Paulo brasileño por Lucas Rosa, uno de los jugadores mejor valorados internamente, por el que también se han interesado equipos de la Primera División española. Pero el lateral brasileño es, precisamente, el tipo de futbolista comprometido que el Real Valladolid quiere mantener a toda costa.
El club blanquivioleta insiste que su proyecto deportivo en este momento está por encima de la parcela económica, aunque esta pueda servir para reforzar la plantilla si se encuentra con la opción de efectuar ventas muy importantes. La propuesta del Ajax de Ámsterdam por Raúl Moro antes de su lesión no cuadró al Real Valladolid porque el club sigue pensando, que con los refuerzos necesarios, la situación mejorará en la segunda vuelta. Así que la idea pasa por juntar «gente comprometida y con hambre» en un proyecto que sirva tanto a los jugadores en su carrera como al propio club. Las llegadas y salidas deben servir, en esta hoja de ruta, para impulsar al equipo y trazar no sólo el camino para esta campaña sino también para las venideras. El desafío esta semana pasa por concretar el plan y sobreponerse a la grave crisis deportiva, institucional y social que ahora compromete gravemente el futuro de la entidad blanquivioleta.
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