![Sandro Ramírez: «La confianza lo es todo para mí y en Valladolid me la han dado desde el primer día»](https://s2.ppllstatics.com/realvalladolid/multimedia/201909/09/media/cortadas/andro-kssG-U90721182971UF-624x385@El%20Norte.jpg)
![Sandro Ramírez: «La confianza lo es todo para mí y en Valladolid me la han dado desde el primer día»](https://s2.ppllstatics.com/realvalladolid/multimedia/201909/09/media/cortadas/andro-kssG-U90721182971UF-624x385@El%20Norte.jpg)
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Dos posiciones hay en fútbol que juegan con mochila: El portero, al que le pesan los goles encajados, y el delantero, estresado si no los marca. Este último no puede vivir sin ellos y el primero solo vive sin noticias de ellos. Sandro Ramírez (Las ... Palmas, 1995) lleva jugando con esa presión desde que salió de la isla, muy niño, y después de anotar más de doscientos en categoría infantil.
Los ha marcado de todos los colores y facturas hasta que cumplió los 22 –entonces compartiendo delantera con Wayne Rooney en el Everton–, y ahí se frenó. En los dos últimos años, Sevilla y Real Sociedad, ha entrado en un túnel del que confía en salir de blanquivioleta. «Siempre ha marcado goles y los volverá a marcar», avisa su padre.
Sandro volverá a estar bajo el foco el próximo domingo.
– Ahora para pelear por un objetivo que le ha pillado bien lejos en los últimos años.
– El año de Málaga también peleamos por la permanencia. Es cierto que acabamos bien pero lo pasamos muy mal durante buena parte de la temporada. Luego he ido a equipos que peleaban por estar arriba, pero cambiar ahora de objetivo también es un reto para mí. Vengo a aportar mi granito de arena y ayudar al equipo en lo que sea posible.
– Después de jugar Europa League con el Everton, y pasar por Sevilla y Real Sociedad, ¿es un paso atrás venir a Valladolid?
–No, no, para nada. Todo lo contrario. Es una oportunidad que se me brindó. En cuanto salió la opción no lo dudé porque lo que necesita u njugador e stener confianza y minutos, y en ningún sitio te aseguran minutos pero sí el Valladolid mostró mucho interés y confianza en mí cuando me llamaron tanto el director deportivo como el míster. Por mala suerte tuve una lesión en la primera jornada que me cortó el buen estado de forma que tenía, y ahora solo espero el momento de entrenar al cien por cien con el equipo y volver a jugar.
– ¿Qué debe hacer Sandro para recuperar la mejor versión que ofreció en Málaga –dieciséis goles–? ¿Le da muchas vueltas a lo que sí hizo ese año y no ha hecho los siguientes?
–Sí, está claro. Cuando ves que aquel fue mi mejor año, el que más he disfrutado, y luego no he vuelto a conseguir lo que conseguí allí, piensas muchas veces en qué hice aquella temporada para estar a ese nivel. Pero al final creo que todo se basa en la confianza. Tenía muchísima confianza en mí mismo, y además veía que los compañeros, el club y el míster tenían confianza en mí. Y eso es el 80 o 90 por ciento.
– ¿Ha encontrado esa confianza en Valladolid?
–Sí. Por eso digo que tomé la decisión de venir aquí muy rápido. La confianza que depositó el club, y sobre todo el míster, ha sido fundamental para mí. En pretemporada ya he podido ver que se preocupan mucho por cómo estoy y eso para un futbolista es muy importante.
– Los canarios tienen fama de supersticiosos y de utilizar amuletos para acabar con el mal fario. ¿Es su caso?
–Sí. Yo tengo mis cosillas y mis supersticiones también, pero tampoco soy de hacer muchas cosas. Creo en Dios y le rezo a él y a mi abuelo para que me den suerte y fuerzas para continuar y... para meter muchos goles, que para eso soy delantero.
– Al menos los dieciséis de la temporada del Málaga.
–¡Ojalá! Ojalá que se repita.
– Si le digo 25 de noviembre de 2017, ¿le dice algo esa fecha?
–(Silencio)
– Fue el último gol que marcó jugando Europa League con la camiseta del Everton ante el Atalanta.
–Sí. Después llegué a Sevilla y con Montero no tenía muchas oportunidades porque él tenía su once. Entré de vez en cuando, iba entrando y saliendo, y es complicado de llevar porque ni estás bien físicamente ni terminas de coger el ritmo al no tener continuidad. Luego cuando entraba no tenía ocasiones y así es imposible marcar. Son cosas que uno no puede controlar, y luego en la Real es verdad que no estuve acertado cara a gol. Y un delantero necesita el gol porque yo vivo de ello, y lo necesito como el aire.
– ¿Llegó a desesperarse y a bajar los brazos?
–No a bajar los brazos, pero sí te planteas muchísimas cosas. Más allá de marcar o no, te planteas otras cosas fuera del fútbol. Pero mi padre siempre me ha dicho lo mismo: 'Tú siempre has marcado goles y lo vas a aseguir haciendo'. Su consejo es que cuando llegue el primero van a venir los demás.
– ¿Ha cambiado algún hábito?
–Pues llevo tiempo sin hablar del gol. Lo estoy dejando de lado. Sé que llegará porque siempre he metido goles, y me estoy centrando en trabajar para el equipo, que creo que también es fundamental.
– Marcar más de doscientos goles, aunque sea en infantiles, no está al alcance de cualquiera.
–¡Siiii! ¡En las Palmas! Y luego he metido muchos goles, pero soy delantero y los delanteros vivimos de las rachas. Yo estoy pasando por una mala y me quiero centrar en hacer un buen trabajo para el equipo, y los goles llegarán.
– ¿Se puede asentar un jugador de 24 años y seis equipos ya a su espalda?
–Está claro que para un futbolista esa estabilidad, tanto deportivamente como a nivel personal, es muy importante. Pero bueno, el fútbol ahora mismo me pone en este escenario y ahora toca aprovechar al máximo la oportunidad que me da el Valladolid.
– En uno de esos vestuarios coincidió con Messi, Neymar y Luis Suárez, ¿aprendió algo de aquella etapa o estaba en una nube?
–Aprendes mucho. El ser humano se acostumbra y al final los ves como personas normales, como unos compañeros más igual que los que tengo ahora aquí.
– Desde aquella época no se ha vuelto a hablar de La Masía con tanta fuerza.
–Por eso tomé aquella decisión cuando era un niño. El Barcelona siempre ha apostado y ha contado con la cantera. Estos últimos años han preferido traer gente de fuera, pero en su momento sí que tuvimos esa suerte y Munir y yo pudimos dar el salto.
– ¿Tiene algo de particular el vestuario que se ha encontrado este año o en Primera el patrón es similar?
–Bueno, es verdad que aquí hay una particularidad diferente a los que he estado últimamente, y esa necesidad de estar en Primera y mantener la categoría hace que se vea un vestuario muy unido. Todos van a una, la mayoría se conocen y eso es muy importante para cumplir los objetivos.
– ¿Qué sensaciones le da la plantilla?
–En lo futbolístico se está trabajando bien, el equipo está muy trabajado, luego la gira ha venido muy bien para conocernos personalmente,...
– Lo poco que se ha visto nos deja un buen tándem con Guardiola.
–Sí. Y no solo dentro, también fuera del campo. Nos llevamos muy bien.
– ¿Mejor que con Rooney?
–(risas) Bueno, el idioma es importante, claro. Pero no, con Sergi desde el primer día. Uno tiene mejor 'feeling' con unas personas que con otras. Eso pasa en fútbol pero tambien en la vida. Nos llevamos muy bien en lo personal y eso hace que se pueda traducir en el terreno de juego. Es un plus.
– ¿Quién es el entrenador que más le ha influido o marcado?
–Podría decirte unos cuantos. A Luis Enrique, por ejemplo, le debo mucho por no dercir todo. Confió en mí para lograr un sueño que tenía desde niño y meterme en la élite de Primera División. Luego, está claro que mi etapa en Málaga no tuvo ningún pero. Con Juande empecé metiendo goles, con el 'gato' Romero me lesiono, me rompo el isquio y estoy dos meses fuera, y cuando llegó Míchel seguí en la misma línea marcando goles. Por quedarme con alguno serían los dos, Luis Enrique y Míchel.
– El Málaga cerró aquel año con doce victorias, ¡y en todas marcó!
–Es que todo se basa en la confianza. El futbolista, si no tiene confianza, no ofrece todo lo que lleva dentro. Y yo allí lo tenía. Los compañeros, el club y el entrenador confiaban en mí y yo me sentía importante.
– ¿En Valladolid va a volver a tener el foco?
–Bueno, aquí también hay competencia y al final tienes que entrenar bien para poder ganarte el puesto y luego competir en el campo. Si yo peleo pero en el campo no marco, el míster me va a decir 'Sandro, lo siento mucho y confío mucho en ti pero si no marcas...'.
– Llega al equipo menos realizador de la última temporada, ¿cómo ha visto al equipo desde la barrera?
–Muy bien. Hemos conseguido cuatro puntos de nueve después de tres salidas complicadísimas. El campo del Betis es muy difícil, al Bernabéu vas sabiendo que te pueden pasar por encima, y en el campo del Levante tuvimos muchísimas ocasiones de gol claras. Creo que el balance tampoco nos lo esperábamos porque estamos empezando, también hay muchos jugadores nuevos y sin embargo se ha visto un equipo compacto y sólido defensivamente con buenas ocasiones arriba para marcar. Enmi caso tengo muchas ganas de empezar y poder aportar. Tengo ya el partido de Osasuna en la mira.
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