Pacheta no espera al mercado. No especula ni para eso. Otros pondrían butaca a los futbolistas que lucen con lentejuelas en el escaparate, pero el técnico blanquivioleta tiene claro que los puntos en Segunda son oro y no ... puede desperdiciar un solo recurso. Por eso, ayer cinceló una alineación plena de personalidad y nombres propios. El primero Roberto, que busca con ahínco una salida y que ayer defendió la meta pucelana por delante de Masip. También brillaron en el once hombres que figuran en la lista de la compra de clubes de Primera como Mesa, Olaza, Plano o Marcos André. Es el espíritu de Pacheta. El bien común por encima de los nombres. Hoy alguno se quiere marchar, pero mañana, ya hoy, tal vez sea un pilar en el futuro del cuadro castellano.
Toni Villa, recuperado en ataque y en defensa
Ver a Toni Villa recuperar con ansia un balón en defensa o medirse a un contrario en carrera cuesta arriba, con la pendiente empinada que significa resguardar el espacio propio, representa un síntoma del Real Valladolid que quiere Pacheta, un equipo con las señas de identidad marcadas a fuego y la solidaridad como bandera. Puede que el resultado no exhiba la sonrisa bocarriba, como ayer, pero la personalidad marcará el camino. Y en ese aspecto, el Pucela, al margen del empate, puede dormir tranquilo. El único lunar residió en el tanto de Las Palmas. Con tres centrales, no es lógico que te ganen la espalda en un envío lateral.
Con balón y presión se defiende mucho mejor
El Pucela es consciente de que en Segunda es caballo ganador. La posesión no puede ser sinónimo de aburrimiento y sopor, como ocurría en Primera. El toque plano y plomizo del conjunto de Sergio ha dejado su sitio a un equipo que presiona con ahínco y que cuando combina busca algo más que el paso de los minutos a la espera de un milagro. Solo falta que Weissman se sitúe a la altura de Marcos André, omnipresente, para que las llegadas se conviertan en gol. Por ocasiones, posesión y solvencia colectiva, el equipo blanquivioleta mereció ganar, pero en Segunda no valen los méritos, sino los hechos.
La mezcla perfecta entre músculo y fantasía
Roque Mesa demostró que puede exhibir la batuta sin un muro de hormigón al lado. No necesita guardaespaldas para rendir en ataque y currar en defensa. El canario manejó el fútbol ofensivo del Real Valladolid sin descuidar la espalda. Trabajó con tesón y construyó con filo. Demostró, como hizo el año pasado, que si la propuesta global es atractiva, su bigote, ya rasurado, es general en el ejército blanquivioleta. El Pucela no tiene un futbolista en la medular con el talento de Mesa. Y si además de calzarse el violín al hombro lo hace con el mono azul para sacar barro, el canario es el faro que necesita el equipo castellano en su escarpada travesía hacia el ascenso.
Salidas, llegadas, necesidades y Marcos André
No sé en qué punto están las maniobras del Real Valladolid en el mercado. Todos son rumores. Pocas certezas. Me da igual. El partido de ayer dejó una realidad indiscutible. Marcos André es la piedra angular, el delantero perfecto. El ariete que siempre está en el sitio esperando la cantada del portero contrario, el que cae a las dos bandas buscando el espacio, el que se asoma al balcón del área y pulsa el gatillo sin piedad, aunque se vaya fuera, rozando el palo. Ronaldo, ni por veinte kilos. Marcos André es el futuro. Y no solo en lo deportivo, también en lo referente al negocio. Es tu mina de diamantes. El resto de salidas, llegadas y ronroneos me trae sin cuidado. El Pucela ayer demostró que solo tiene un futbolista imprescindible. Es brasileño y se llama Marcos André. Weissman, tu compañero te espera para que le des candela.
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