Roberto Jiménez: «En Vitoria estábamos mucho más perdidos el año pasado y nos salvamos a falta de una jornada»

Roberto Jiménez (Fuenlabrada, 1986) es de los que prefiere agarrarse a ese hilo de esperanza que plantean los seis últimos partidos de liga. Si se le pregunta por la incapacidad del equipo para dejar su portería a cero, solo ha pasado en 3 de 32 jornadas, el meta madrileño le da la vuelta al calcetín y se queda con ser el undécimo equipo menos goleado del campeonato. «De los equipos de abajo somos de los que mejor 'golaverage' lleva, no somos de los peores en diferencia de goles. Vamos a agarranos a que no somos de los equipos que más goles ha recibido», asevera.

Si se le cuestiona por la bipolaridad del equipo, elevada a la enésima potencia ante el Cádiz, sus conclusiones van más allá del último partido y ponen el foco en la trayectoria. «Lo que le ha pasado al equipo es que en esos partidos en los que hemos dado un plus no hemos conseguido el premio que merecía ese trabajo y ese salto hacia arriba. Cuando no tienes el premio deseado, te acuerdas de lo que te has dejado en el camino. No creo que el equipo haya dado una imagen pésima o tenga unas carencias muy grandes en los últimos partidos. Hemos tenido un rendimiento más plano y es verdad que los puntos siguen sin llegar de tres en tres», señala.

Y si se le pide una referencia como la vivida el curso pasado en las filas del Alavés, Roberto también encuentra un motivo para el optimismo. «Son situaciones diferentes, o desde mi punto de vista las viví de forma diferente porque yo llegué en enero y nos pilló luego el confinamiento. El año pasado terminó muy bien, nos salvamos a falta de un partido, pero recuerdo estar bastante peor de lo que estamos nosotros ahora en las 7-8 últimas jornadas, sobre todo en sensaciones. Mucho más perdidos, sin encontrar una identidad o un modelo de acción que nos fuera productivo,... Ahora nos está penalizando que no cerramos los partidos, pero estamos en una línea más alta», concluye en su comparativa.

Entre líneas, también apunta Roberto que el futbolista profesional trae de serie la resignación que conlleva sobrevivir en situaciones límite. «Nadie piensa cuando empieza la temporada que te vas a ver en una situación delicada a falta de seis jornadas, pero hay que distinguir la sensación que se puede generar en el entorno a lo que tenemos que vivir en el vestuario. Y nosotros lo manejamos con toda la naturalidad que podemos, sabiendo que esta situación también es una posibilidad que se puede dar y que cada año la van a vivir 5 o 6 equipos. Intentamos afrontarlo con madurez porque si cayéramos en ese pesimismo o en esa desgana, no sería posible darle la vuelta», admite.

El gol encajado ante el Cádiz volvió a abrir un debate sobre la responsabilidad individual de los protagonistas. Roberto no duda y se retira de la ecuación. «No es una jugada que yo considere implicación, incluso después de haberla visto. No creo que se pudiera, hubiera actuado de la misma manera», sostiene, pese a tener terreno expedito por delante para haber intentado el despeje de puños.

También se pronuncia rotundo cuando se cuestiona el trabajo mental de la plantilla. «Lógicamente en este momento se incide y se pone toda la atención en las situaciones que nos perjudican. Nuestra vida y nuestro bienestar depende de lo que suceda aquí, pero no vamos a permitir que nadie piense que no somos rigurosos en todo lo que hacemos cada día, y del sufrimiento que conlleva esta situación. Por supuesto que lo intentamos trabajar, y ojalá sea suficiente dentro de 25 días para poder estar en Primera otro año más», asiente el meta madrileño, reconociendo que el aspecto mental influyó en la respuesta del Valladolid en la segunda parte ante el Cádiz. «Tuvimos la oportunidad de hacer el partido tan deseado por todos, y es verdad que a perro flaco todo son pulgas. Los que estamos abajo no es por gracia divina, entre otras cosas es porque no cierras los partidos que debes cerrar. Ellos dieron un paso adelante y nosotros inconscientemente solo queríamos que pasara el tiempo y que ese partido terminara con una victoria. No es premeditado, pero el ansia de la victoria te empuja a eso, y en Primera es peligroso porque estás dando de comer al rival», afirma.

Reconoció el propio técnico en su análisis del último empate, el decimocuarto de la temporada, que la cercanía del partido en Bilbao (este miércoles, desde las 19:00 horas) es ahora mismo la mejor de las noticias. Un Athletic que se sacudió presión este domingo al derrotar al líder mes y medio después de su última victoria. «Piensas por un lado que tienen puntos suficientes como para que pueden afrontar el partido de otra mamera, con sensación del trabajo hecho, pero han sido capaces de ganar al líder y es tremandamente peligroso. Debemos confiar en nuestras capacidades y pensar que el rival va a ir al cien por cien, que van a intentar poner el máximo de su nivel y tú tienes que contrarrestarlo», explica.

El sábado recuperó la titularidad, una vez superado el proceso de recuperación de la covid, lo que no garantiza su continuidad en la portería en San Mamés, tal y como él mismo ha asegurado. «Son situaciones anómalas. Después de mucho tiempo sin jugar, el míster decidió ponerme, jugué cuatro partidos y luego me recuperé del covid y ha sucedido así. Creo que afrontamos un final de temporada en el que todos los jugadores van a ser muy importantes, así nos lo ha hecho saber el míster, y sabemos que podemos entrar y salir. Lo que debemos hacer es estar preparado para lo que decida el míster y ayudar al equipo», ha concluido Roberto en su intervención desde la sala de prensa del estadio Zorrilla.