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La paradoja resulta evidente. Los aficionados del Real Valladolid eligieron a Roberto Jiménez como el Jugador Estrella Galicia del mes de octubre y el portero blanquivioleta perdió la titularidad en beneficio de Jordi Masip en cuanto llegó el mes de noviembre. Las razones ... del cambio en un puesto tan sensible obedecen a fuerzas del vestuario que van más allá de lo que se ve sobre el césped. Roberto ha perdido la alegría, aunque no la profesionalidad, tras la inesperada decisión de Sergio González. «Es gratificante recibir este premio de parte de los aficionados. Es algo que me ayuda, me da fuerzas para trabajar y recuperar un puesto en el equipo. Fue una decisión que no esperaba. El míster habló y dio sus explicaciones: quería buscar un cambio dinámica con esta decisión. A mí, como futbolista y profesional, solo me queda respetarla y seguir trabajando... aunque sea una decisión que no esperaba».
Roberto Jiménez es uno de esos futbolistas con madera de líder. A sus 34 años y con 176 partidos en la élite de España, Portugal e Inglaterra, ha vivido un sinfín de situaciones. Sin embargo, ahora debe lidiar con una nueva: asumir que, después de grandes actuaciones, le toca ser suplente de nuevo. «No he dicho que no entienda la decisión del entrenador. Hay que ponerse en el pellejo de cada persona. La posición de entrenador es complicada y hay que tomar decisiones. No se puede tener contentos a todos los jugadores. Hay una parte de esta situación que me reservo para mí porque el objetivo es mantener una buena dinámica y que todos los mensajes que lancemos sean positivos para la evolución del equipo. Lógicamente, la decisión me sorprendió. He vivido todo tipo de situaciones en mi carrera: suplencias y titularidades. Me he sentido más o menos valorado en muchos equipos, pero en estos partidos que he tenido la oportunidad de jugar en este inicio liguero me estaba encontrando en uno de los mejores niveles que recuerdo de mí mismo en cuanto a sensaciones personales. Nunca había dejado de competir cuando me sentía de esta manera».
Roberto alcanzó la titularidad del Real Valladolid en la segunda jornada, después de que Jordi Masip diese positivo por coronavirus y se viese obligado a guardar aislamiento en su casa. Masip jugó la primera jornada, en la que cometió un grave error al no atajar una falta lateral ante la Real Sociedad. Roberto destacó con grandes paradas en los seis partidos que disputó, siempre muy exigido por las debilidades defensivas del equipo.
Emocionalmente, a Roberto se le nota tocado, aunque trata de mantener la fuerza anímica y sigue enfocando sus metas al largo plazo. «Yo he puesto todas mis ilusiones y ganas en este proyecto. Ningún tipo de decisión va a hacer que mi objetivo cambie. Aspiro a ser un jugador importante para este club dentro y fuera del campo. Eso no lo va a cambiar que en la jornada 8 se haya decidido que, después de tener un buen rendimiento, pierda mi sitio. Trabajar ahora, después de una decisión en un puesto tan sensible como la portería, me hace estar más serio y con menos ganas de bromear. Trato de sentirme bien conmigo mismo. Solo me debo explicaciones a mí mismo. Mi experiencia y mi forma de ser harán que no baje la guardia. El objetivo es que el equipo gane, esté en una situación mejor y para eso tenemos que sumar todos, independientemente de las situaciones personales. No quiero que nada de lo que diga ahora cambie la dinámica y la mentalidad que tenemos después de la victoria».
El gran problema al que se enfrenta Roberto tiene que ver ahora con una realidad: da igual el nivel que haya demostrado sobre el césped, Sergio González prefiere a Jordi Masip. El guardameta madrileño asume que tiene que «convivir» con esa decisión y admite que le «deja un mensaje como profesional». «Ahora entiendo que la competencia en mi puesto, tal y como yo la entiendo, se diluye un poco. Sentía que podía haberme ganado la continuidad. Tenía ganas de que llegase la victoria formando parte del equipo titular y no ha podido ser así. Pero insisto: voy a respetar la decisión del míster, aunque a cada uno le deja un mensaje diferente».
Para justificar el cambio en la portería, Sergio adujo la necesidad de buscar un cambio de dinámica general en un equipo que encajaba «muchos goles». Esa frase pareció apuntar al corazón del arco, aunque Roberto Jiménez no lo sintió así. «No, entiendo que el míster no dejó caer el peso de los goles recibidos sobre mis hombros. Imagino que dar una explicación para él no era sencillo después de tomar una decisión así. Entiendo que quería dar una información de lo que había sucedido: es verdad que habíamos recibido muchos goles. Entiendo, como me dijo, que la explicación más fuerte era buscar un cambio de dinámica y no señalarme por los goles recibidos. No me sentí aludido porque analizamos el rendimiento en cada partido y los goles que recibimos no fueron por un mal rendimiento por mi parte».
Una decisión como la que acometió Sergio González puede causar graves fracturas en la relación diaria entre los porteros, cuyo trabajo específico les obliga a permanecer mucho tiempo juntos. Sin embargo, Roberto Jiménez no dejará que esto suceda y mantiene una «relación magnífica» con Jordi Masip. «Todos estamos para buscar el bien del equipo siendo lo más felices posible en nuestra situación personal. Jordi no tiene ninguna culpa de las decisiones que tome el entrenador, más allá de que lleva aquí bastante tiempo y tiene unos galones que quizá yo me tenga que ganar. Nuestra relación no va a cambiar. Tratamos estos temas con mucha naturalidad. Cuando me mantuvo, Jordi lo aceptó con profesionalidad. Yo ahora también lo acepto con profesionalidad. Lógicamente, trabajar cuando uno no está conforme con las decisiones te hace estar más serio y distante, pero en ningún momento para dificultar el trabajo diario y el objetivo de entrenarnos y prepararnos para dar un buen nivel en los partidos».
Roberto Jiménez admitió que su comparecencia ante los medios de este viernes no resultó «sencilla de afrontar» y por eso agradeció la única pregunta enfocada más al buen ambiente colectivo que se vive en Zorrilla tras el primer triunfo de la temporada. «El equipo merece que hagamos una mención importante a la victoria que se consiguió, al cambio de dinámica y a cómo lo vamos a utilizar para afrontar los próximos partidos. Hemos logrado lo que aparentemente es más complicado cuando te encuentras en una dinámica negativa, que es la primera victoria. El equipo se lo merecía muchísimo. Va a ser algo que aporte a los entrenamientos, la confianza de los jugadores y el siguiente partido. Creo que desde aquí empezaremos una línea ascendente que nos va a traer los puntos que hemos merecido antes y no han llegado».
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