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Cómo reconducir el divorcio de Zorrilla con PezzolanoReal Valladolid
Cómo reconducir el divorcio de Zorrilla con PezzolanoCuando Amath Ndiaye marcó el 3-0 ante el Real Oviedo, la grada prorrumpió en un estallido de alegría, por los altavoces sonó 'Kernkraft 400' de Zombie Nation, ondearon las bufandas y el público de Zorrilla coreó el nombre del senegalés. Dos minutos más tarde, ... mientras Seoane se internaba en el área del Real Valladolid, el público entonó otro cántico que empezó a atronar mientras Masip evitaba el gol en contra: «¡Pezzolano, dimisión!». Los decibelios fueron en aumento. El cambio de Anuar por Amath segundos después dejó aplausos para el bigoleador y nuevos reproches para el técnico uruguayo, que pareció acompasar los cánticos en contra con rítmicos movimientos de cabeza.
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El divorcio de la grada de Zorrilla con Pezzolano, incluso en la victoria, es un hecho que preocupa dentro del club blanquivioleta. Los jugadores se sienten incómodos con la situación y transmiten su malestar en público y en privado. Anuar Mohamed Tuhami, una de las voces más autorizadas del vestuario por su condición de canterano y capitán, no tardó en apelar a la «unidad de la afición» en el «vital tramo final» de la competición tras el triunfo ante el Real Oviedo. «Yo hablo como un aficionado más. Me duele un poco porque no disfrutamos de estas victorias en este tramo complicado. A veces cometemos errores, pero necesitamos ese aliento. Nos duele que parte de tu gente haga cánticos contra nuestro entrenador. Podrá gustar más o menos, pero lo da todo por nosotros y quiere que las cosas salgan bien. Como jugador, aficionado y uno de los capitanes, me duele ver esa separación. Pido unión y disfrutar más de las victorias. Lo necesitamos. Si no estamos unidos, no lograremos nada. Para construir algo bonito, se empieza desde la unión. Todos queremos ver al Real Valladolid en lo más alto».
Estas palabras de Anuar sirvieron también como mensaje institucional del club. Internamente se insiste en esa idea de que resulta «imprescindible» limar las asperezas de la grada con Pezzolano por el «bien común» de la lucha por el ascenso. Dentro de Zorrilla se entiende que los aficionados son libres para expresar unas opiniones que deben ser respetadas y se asumen «errores» que han llevado al divorcio actual, pero que deben ser superados por todas las partes. Entre los trabajadores del club existía el viernes por la noche cierta tristeza por la fractura con la grada. El 3-0 se vivió con sordina.
Los otros capitanes han manifestado en privado el mismo malestar que mostró Anuar en la sala de prensa de Zorrilla. Los encuentros de los futbolistas con los peñistas han ido en esa dirección. Lo explica Mario Puertas, presidente de la Federación de Peñas del Real Valladolid. «Los jugadores nos han transmitido que es un problema para ellos porque, cuando se pita al entrenador, en cierto modo les afecta y que, obviamente, no es lo mismo para ellos cuando el público les anima y les da impulso. Esos cánticos no salen desde el Fondo Norte ni desde las peñas, sino de otras zonas de abonados del estadio y es cada vez más generalizado. Es una situación complicada porque hay muchas cosas en este proceso que se han roto», analiza Puertas.
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Declaraciones con polémica
El presidente de la Federación de Peñas recuerda cómo se ha llegado a este punto de ruptura. «Pezzolano intentó en su momento cargar con el peso de la responsabilidad y liberar en ese sentido a los jugadores. Sin embargo, creo que se ha pasado de frenada y le ha comido el personaje. Hay declaraciones que ha hecho en ruedas de prensa que no han ayudado mucho. Fue el primero en pronunciarse en el tema de los brasileños y el racismo, y también habló de aficionados que iban al estadio a expresar su frustración. Sus últimas palabras sobre si no ascender sería un fracaso o no tampoco han ayudado. Está claro que no subir sería un fracaso absoluto y así lo entiende cualquier aficionado».
La clave ahora pasa por reconducir el divorcio. Puertas señala que a él no le gusta personalmente que la grada empiece a pedir la dimisión del técnico con un 3-0 a favor, pero también entiende que ese momento es menos perjudicial para el equipo que con un 0-0 en el marcador. La manera de restañar heridas es simple: con una buena racha de victorias. Así sucedió en la primera vuelta, cuando las críticas contra el banquillo se aminoraron tras los cinco triunfos seguidos. «Si el equipo empieza a ganar de manera continuada, también se suavizará», apunta Mario Puertas.
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La Federación de Peñas pide la misma unión que sale desde dentro del club, a través del vestuario pública y privadamente, y desde la planta de oficinas. «El club transmite unidad y es lo mismo que solicitamos nosotros. Nos quedan 14 finales y todos debemos de ir a una. Pueden gustar más o menos los jugadores, el entrenador, muchas cosas… Pero ahora es el momento de meterse en la pelea y dar el golpe de efecto en el tramo final. Vamos a intentar que haya presencia de aficionados en todos los desplazamientos que podamos y a buscar el máximo ambiente y colorido en los partidos de casa, con recibimiento al equipo en los partidos finales. La afición tolerará a Pezzolano si ve que el equipo gana partidos y está en puestos de ascenso. Es verdad que el pensamiento que tiene ahora la afición es espontáneo y complicado de atajar. La solución pasa por seguir haciendo partidos como el que vimos el otro día contra el Oviedo y donde el equipo respondió. Eso nos irá llevando a la paz en ese sentido», confía Puertas.
Llevarse el gato al agua
Dentro del club y en las peñas existe una misma idea: la ausencia de estridencias entre grada y césped (incluido el banquillo) resultará clave en el desenlace de una competición muy igualada. Las aguas también bajan revueltas en el Espanyol contra Luis Miguel Ramis, pero el conjunto perico fue capaz de dar la vuelta a un 2-0 ante el Eibar en Ipurua para llevarse el triunfo por 2-3 con una tremenda remontada y auparse a la segunda posición. El Real Valladolid, también con gritos en contra de su entrenador durante el partido, ha vuelto al camino del triunfo con su contundente goleada ante el Real Oviedo y se afianza en la cuarta plaza, con el Espanyol a solo dos puntos y el líder Leganés a cinco. Lo resume Mario Puertas: «El club que esté más unido, más seguro y convencido, y que se muestre fuerte tanto en el campo como en la grada, es el que se llevará el gato al agua. Por desgracia, últimamente sabemos bien cómo funciona la Segunda División. Así que tenemos que ir todos juntos a por el objetivo».
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