El Real Valladolid suma en el tedio

Recuerdo que, de pequeño, solía ver algunos partidos de la NBA de madrugada. Me quedaba fascinado con los mates, el poderío físico de los jugadores y, sobre todo, con las diferencias con la liga española. ¿Cómo puede ser el mismo deporte? Me preguntaba atónito ante tanto espectáculo y esos marcadores de escándalo. Hoy en día, para mí, la NBA se ha convertido en una sucesión de lanzamiento de triples y posesiones rápidas sin tanto interés.

El pasado fin de semana he tenido la misma sensación tras disfrutar de dos encuentros de fútbol que, siendo de la misma competición, parecían deportes diferentes. Por un lado, nuestro Real Valladolid conseguía en Vigo un meritorio pero aburrido punto. De nuevo nos queda la sensación de que el empate bastaba y las ocasiones en la delantera brillaron por su ausencia. Urge encontrar un mediapunta o un enlace (¿Toni? ¿Plano?) que conecte con los atacantes y pueda dar ese último pase que genere ocasiones de gol. Por otro lado, el domingo vibré como espectador del partido que enfrentó a Atlético y Barça. Lo tuvo casi todo: intensidad, verticalidad, el gol de un futbolista que pasará a la historia y el empuje de un equipo local que normalmente, todo hay que decirlo, aburre con su juego.

Hay quien dirá que en Valladolid somos muy exigentes ya que con lo que tenemos sacamos doce puntos al Leganés y nueve al Espanyol. Aquí se abre el eterno debate sobre si el equipo bastante logra con sus cartas o si en ciertos encuentros podría apretar un poco más. Cuando Sergio llegó, nos acostumbró a una dinámica ganadora, con un fútbol vistoso que nos llevó a la parte noble de Primera. Parece que tras la racha que casi nos lleva a Segunda el año pasado, el técnico se volvió algo más precavido y en ciertos momentos estima que es mejor sumar una unidad que arriesgar.

La renovación del catalán no llega y se disparan los rumores. Lo cierto es que, pese a que no siempre brillemos, tenemos los mismos puntos que equipos como el Villarreal y sacamos tres a venerados entrenadores como Mendilibar. No se puede comparar a un conjunto ACB con los Lakers de Lebron, al igual que el Barça multiplica en presupuesto al Pucela, pero tampoco pasa nada por exigir un poco más de vistosidad a nuestro equipo.