El Real Valladolid sucumbe ante la calidad del Villarreal
Aunque el Pucela llegó a empatar, el portero Hein y los postes evitaron una derrota más abultada ·
Secciones
Servicios
Destacamos
Aunque el Pucela llegó a empatar, el portero Hein y los postes evitaron una derrota más abultada ·
No hubo milagro, a pesar de que Hein, los postes y la falta de puntería de los jugadores del Villarreal invitaban a creer en él. Se quedó en el casi. El Real Valladolid ha vuelto a la realidad de la Liga cayendo con justicia frente ... a un rival, el equipo de Marcelino, que fue superior. Eso hay que reconocerlo, aunque lo tuvo otra vez muy cerca. Y frente a eso poco más de se puede decir, por más que el penalti transformado por Sylla mantuviera al Real Valladolid con vida.
La victoria de la pasada jornada frente al Alavés era historia. No se puede vivir del pasado. Cabía la esperanza de que el conjunto de Pezzolano tuviera continuidad, que ese triunfo no fuera flor de un día, pero la realidad es la que es. Se mantuvo en pie con dignidad, pero sucumbió ante un equipo de más calidad, con un Baena sobresaliente.
Real Valladolid:
Hein, Luis Pérez, Javi Sánchez, David Torres, Lucas Rosa, Cömert (Iván Sánchez, min. 88), Mario Martín (Meseguer, min. 71), Amallah (Kike Pérez, min. 79), Moro, Anuar (Kenedy, min. 88) y Sylla (Latasa, min. 71).
1
-
2
Villarreal:
Diego Conde, Kiko Femenía, Costa, Raúl Albiol, Cardona, Akhomach (Yeremy Pino, min. 82), Santi Comesaña (Gueye, min. 70), Parejo, Álex Baena (Juan Bernat, min. 90), Barry (Ayoze, min. 70) y Pépé (Terrats, min. 90).
Goles: 0-1, min. 29, Barry.
Árbitro: Hernández Maeso. Mostró tarjetas amarillas a Javi Sánchez, David Torres, Cömert y Sylla, además de a Camilo Speranza por el Real Valladolid y a Parejo, Costa y Comesaña por el Villarreal.
Incidencias: 20.178 espectadores en el José Zorrilla. Finalmente Ronaldo Nazário no estuvo en el palco. Antes del partido se rindió homenaje a Pedro Martín-Calero, director de cine vallisoletano, y al ciclista local Iván Romeo.
No hubo sorpresas en el once que puso en liza Pezzolano respecto al que ganó en Vitoria al Deportivo Alavés. No había razón para cambiar. No la hay cuando se hacen bien las cosas. La única novedad, la esperada vuelta de Lucas Rosa al lateral izquierdo en lugar de Raúl Chasco tras cumplir su partido de sanción. Los otros diez, los mismos.
Noticia relacionada
Con Pezzolano sin poder sentarse en el banquillo por estar sancionado y con la ausencia de Ronaldo Nazário (cabía la posibilidad de que estuviera en el palco), el foco de atención estaba en el terreno de juego. Los protagonistas, los jugadores en un partido que se presentaba más que atractivo. Lo que sí cambiaron fueron las posiciones iniciales. A diferencia del inicio en Vitoria, Moro jugó por la banda izquierda y Anuar, por la derecha. Como quiera que uno de los peligros del Villarreal era esa banda izquierda, si era preciso ahí estaba Anuar para echar una mano en esta ocasión a Luis Pérez. Eso sí, el conjunto de Marcelino fue muy peligroso por la banda derecha, agobiando a Lucas Rosa. Lo tenía bien estudiado el técnico visitante.
Salió bien el Pucela, con una jugada para analizar. Un remate en esos primeros minutos pegó en la mano de Albiol dentro del área pero el colegiado Hernández Maeso no señaló nada. Parecía penalti, pero esto de las manos...Y barra libre también por parte del colegiado con el tema de las tarjetas (un feo pisotón a Anuar, una falta sobre Lucas Rosa cuando iniciaba un contragolpe...). Sin castigo.
El Villarreal solo compareció en esos minutos con remate de Barry que salió muy desviado de la portería defendida por Hein. Buena noticia en una fase más que aseada de los locales. En el Pucela, uno de los más activos fue Moro. En una de esas jugadas que lleva su firma, se fue con facilidad de su par y su centro lo remató Anuar, un tanto forzado, pero Diego Conde se hizo con la bola.
Moro fue protagonista de una clara ocasión en un remate que paró Diego Conde. Con el lamento aún en la boca, Hernández Maeso ya había invalidado la jugada por fuera de juego del extremo blanquivioleta. Y sin tiempo ni para apartar la vista, el Villarreal se adelantó en el marcador con un remate de cabeza de Barry a centro de Kiko Femenía por banda derecha. Ya había advertido Pezzolano que el Villarreal tiene jugadores altos para el remate. Avisados estaban. Una pena.
El gol noqueó al Pucela. Perdió la compostura. El gol en contra fue como una de esas malas digestiones a la hora de la comida que sientan mal, muy mal. Un error de Mario Martín en la salida del balón casi le cuesta otro disgusto. Como si no tuviera ya bastantes. El remate de Pépé se encontró con la acertada parada de Hein. Con el marcador a favor, el Villarreal se encontró muy cómodo, tocando y tocando, sin ninguna prisa, buscando los espacios.
En Vitoria, con el gol en contra, el Pucela supo reaccionar. Esta vez, y en esos minutos, no había mucho a lo que agarrarse. Se cayó con todo el equipo y fue de menos a menos tras ese gol. Lo mejor que le podía pasar al equipo era llegar al descanso porque el conjunto amarillo estaba más cerca del 0-2 que el Pucela del empate. Pépé no llegó por centímetros a un centro desde la banda y Hein volvió a salvar a su equipo tras un chut de Barry. Para fortuna del Pucela, al descanso se llegó con 0-1 y había que dar las gracias.
Noticias relacionadas
Carlos Espeso
Luis Miguel de Pablos
Luis Miguel de Pablos
Necesitaba el Pucela volver a encontrarse en el partido. La segunda parte comenzó sin cambios y con el mismo guion con el que terminó la primera. Es decir, un Villarreal más asentado, muy cómodo, que pudo anotar el segundo nada más empezar este periodo con un remate de Baena al poste, otro remate de Barry, que envió fuera en otra clara ocasión... Perdonaba el Villarreal aprovechando el desconcierto del Pucela en el centro del campo.
Y lo que cambia la historia. Una vez más, el Pucela estaba muerto. O eso parecía. No llegaba el Pucela, que estaba siendo inferior al Villarreal, pero en una llegada Sylla se inventó una acción ante Costa que obligó al central de Villarreal a cometer un claro penalti. Sylla, en la portería en la que marcó de penalti el gol que valió el ascenso, marcó el tanto del empate. Difícil de explicar, más propio de uno de esos programas de fenómenos paranormales. Sí, era verdad. El marcador no engañaba. Empate a uno.
El gol espoleó los ánimos de la afición y de los jugadores. Y eso que Hernández Maeso sacó todas las tarjetas que no mostró en la primera. Hein seguía sosteniendo al equipo porque el conjunto de Marcelino seguía llegando y llegando y llegando. Salvador el portero del Pucela, sacando manos de todo tipo. Y si no las paraba Hein ahí estaban los postes. Ni Marcelino ni sus jugadores se lo podían creer.
Cada vez estaba más atrás el Real Valladolid, pero aguantaba como podía. Pero tanto va el cántaro a la fuente que se sacó un bono de viajes. El Villarreal, con un Baena dominador en el centro del campo, se adelantó en el marcador con un gol de Ayoze que había salido en la segunda parte. Era justo. Ya era milagroso que el Valladolid aguantara el empate, pero tampoco estaba mal creer en milagros.
No los hubo, ni con la salida de Iván Sánchez y Kenedy (pitos para el brasileño). Tuvo la oportunidad el conjunto local, pero tampoco fue posible. No aguantó el resultado en esos instantes finales. El Pucela volvió a la realidad de la Liga. Y el martes llegará la Copa frente al Astur.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.