Secciones
Servicios
Destacamos
El Real Valladolid laminó a base de obras de arte en forma de gol a un Burgos que acabó desarbolado en Zorrilla. El equipo de Paulo Pezzolano mantuvo la portería a cero, apretó el acelerador hasta el fondo arriba y firmó una goleada que sirve ... como ungüento para curar las heridas de semanas previas. Con tres victorias consecutivas sin encajar tantos, este Pucela se ha huracanado en la clasificación. Este es el orden natural de las cosas. Ante el Burgos, ganó y convenció. La afición blanquivioleta salió encantada de Zorrilla. En cambio, los 600 hinchas blanquinegros desplazados tuvieron una digestión más difícil y sólo les quedó el recurso del insulto.
Pezzolano devolvió al once del Real Valladolid a los dos futbolistas que más lo habían reclamado en los últimos partidos. Marcos André relevó a Mamadou Sylla en la punta del ataque y el extremo Raúl Moro se asomó a una alineación titular que prescindió de inicio de la línea de cinco atrás para formar con un 4-4-2, con Stanko Juric como mediocentro por delante de la pareja de centrales Enzo Boyomo-David Torres. La inclusión de Moro buscó un puñal partiendo desde la banda izquierda del ataque, pero el extremo estuvo discreto. Marcos André apareció como gran referencia ofensiva junto a un trabajador Robert Kenedy. En el Burgos, Jon Pérez 'Bolo' recuperó a Matos en el lateral izquierdo en lugar de Raúl Navarro, y dio carrete a Ander Martín y Bermejo por las bandas del ataque, así como Appin en el centro del campo. El goleador Curro ocupó posiciones de vanguardia junto a Espiau. Los dos se ofuscaron arriba.
El Real Valladolid descorchó rápidamente el marcador. Después de una aproximación peligrosa de Bermejo ante John para el Burgos, el Pucela se encontró con todo el viento a favor ya en el minuto 5. Un envío inocente de David Torres que buscaba el centro del campo fue rompiendo las líneas blanquinegras, sin que Atienza ni Saveljich encontrasen la manera de cortarlo. Súbitamente, la pelota apareció en las botas de Marcos André, el más listo de la clase. En el mano a mano ante Caro, el brasileño destapó el frasco de las mejores fragancias y, con una preciosa vaselina que el portero llegó a tocar, coronó el 1-0 para delirio de la feligresía blanquivioleta, muy entregada a la causa en un derbi de este tipo.
Real Valladolid:
John; Luis Pérez, Boyomo, Torres, Escudero; Iván Sánchez (De la Hoz, m.85), Juric, Monchu (Anuar, m.77), Raúl Moro (Lucas Rosa, m.62); Kenedy (Sylla, m.77) y Marcos André (Meseguer. m.62).
3
-
0
Burgos CF
Caro; Borja, Córdoba, Saveljich, Matos; Ander Martín (Fer Niño, m.45), Atienza (López-Pinto, m.62), Appin (Andy, m.76), Bermejo (Mumo, m.62); Curro (Álex, m.69) y Espiau.
Goles: 1-0: Marcos André (m.5). 2-0: Monchu (m.40). 3-0: Meseguer (m.67)
Árbitro: López Toca (comité cántabro). Amonestó a a Dani Ojeda (mientras calentaba), Mumo, Escudero, Lucas Rosa
Otros datos: Estadio José Zorrilla. 20.493 espectadores. Partido correspondiente a la octava jornada en Segunda División
El gol metió más voltaje al partido a las primeras de cambio, aunque el Burgos intentó ajustarse a su guión de acumular futbolistas y balones en el área de John Maciel. Espiau remató fuera de cabeza un buen envío de los visitantes en un desajuste defensivo local. El juego empezó a saltarse la línea del centro del campo, con pelotas veloces de una costa a otra. Escudero remató alto una falta frontal sacada por Monchu en una de las aproximaciones pucelanas a balón parado. El Real Valladolid cedió el timón durante algunos minutos mientras el Burgos trataba en vano de desplegar las velas. El área de John empezó a poblarse de efectivos blanquinegros. El Pucela se aculó peligrosamente en esta fase del partido, pero los blanquinegros no inquietaron con fuego real. Fue un microespejismo. Entonces, llegó el segundo zarpazo blanquivioleta, otra obra de arte.
Iván Sánchez estuvo a punto de firmar un gol de bandera tras un gran cambio de orientación de Kenedy. El extremo remató con toda la intención buscando la escuadra de Caro, pero su disparo fue tocado ligeramente por la zaga del Burgos. Llegó el córner y el delirio. Monchu marcó el 2-0 con un 'tomahawk' directo desde el saque de esquina. El balón voló desde el cornijal, superó la salida de Jose Antonio Caro, que agitó el guante el vano, y se coló como una centella en el segundo palo. La pelota cayó con tanta fuerza que parecía rellena de plomo. Tremendo pepinazo. El gol olímpico encendió Zorrilla y dejó ya muy tocado al Burgos antes del descanso. Dos golazos de autor colocaron al Real Valladolid en la mejor autopista posible ante un rival desdentado.
Bolo intentó agitar el banquillo y busco la pólvora desaparecida con la entrada de Fer Niño. El Pucela se desconectó durante algunos minutos, pero Boyomo se encargó de arreglar varios desaguisados. Espiau gozó de una ocasión inmejorable para reducir distancias: con todo a favor y sin marcaje, el delantero del Burgos estrelló el balón en el poste de John cuando lo más fácil era marcar. El gol se le negó a los blanquinegros en la ocasión más clara en el área pucelana.
El Real Valladolid decidió recuperar el 'joystick' y la pelota empezó a circular con más fluidez. Marcos André y Kenedy buscaron asociaciones de mucha calidad arriba. Hasta Juric (colosal) remató bien un córner para dar trabajo a un exigido Caro.
Las entradas de Lucas Rosa y Víctor Meseguer por un desvaído Raúl Moro y un exprimido Marcos André dieron otro vuelo al Pucela. La aguja del partido ya apuntaba hacia el lado blanquivioleta pero los cambios ejecutados por Pezzolano permitieron más brío. Lucas Rosa jugó como extremo por la izquierda y Meseguer integró la medular junto a Monchu. Juric se desplazó hacia atrás como tercer central. Lucas Rosa rasgó su flanco con facilidad para servir un gran centro al área que Kenedy dejó pasar con gran sagacidad, consciente de la llegada de Meseguer desde atrás. El mediocentro anotó a placer el 3-0 y la fiesta se desató aún más en Zorrilla. Una noche de domingo para disfrutar. Un derbi para recordar.
El Burgos se quedó muy sonado y el Real Valladolid pudo causar una sangría aún mayor, pero Caro sacó un buen guante en un disparo a quemarropa y Monchu acabó estrellando un balón en el larguero tras otra acción brillante de Robert Kenedy.
La vuelta de Anuar Mohamed Tuhami a los terrenos de juego tras superar la grave lesión que sufrió el año pasado fue otra de las grandes noticias de la noche. Ver al ceutí sobre el césped, con las ganas y la pasión que imprime a su juego, puso la guinda a una noche de ensueño. Sylla relevó a Kenedy en la punta del ataque y el brasileño volvió a llevarse todos los abrazos posibles de Pezzolano cuando fue sustituido. De la Hoz suplió en los minutos finales a un aplaudido Iván Sánchez. Espiau pudo recortar diferencias en el tiempo añadido, pero John Maciel voló para evitarlo. Todo salió a pedir de boca en el Pucela. El público pucelano se divirtió de lo lindo y vio a su equipo tumbar a un rival como el Burgos con grandes golazos. La vida ahora es mucho más alegre en Zorrilla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.