El Real Valladolid solventa con profesionalidad el partido en Tolosa

El aranque del partido no fue el esperado. El Valladolid le hurtó el balón a los tolosarras, que por mucho empuje y presión que quisieran poner no lograban recuperarlo. Era la manera de evitar sustos, de darle alas a un rival hipermotivado y, sobre todo, de poner el ritmo lento que quería Sergio para así hacer prevalecer la mayor calidad técnica.

El caso es que al Pucela le costó un cuarto de hora entrar en el partido, pero en cuanto Aguado y Anuar comenzaron a coger revoluciones y Alcaraz afinó por detrás, los balones a los extremos empezaron a fluir. Si a ello se añade que Ünal se llevaba por arriba todo lo que le sobrevolaba, era cuestión de tiempo que llegara el gol. Lo hizo, claro, en la segunda jugada trenzada del equipo. Disparo de Waldo, rechace, centro desde el lado contrario y Ünal que la pone en la jaula con la cabeza.

A partir de ahí el Tolosa, perdidos los nervios y el partido, se fue hacia arriba. Pero sin pólvora. Luismi y El Hacen apenas sufrían y Corral y Antoñito menos. Tan poco, de hecho, que se proyectaban con comodidad en ataque. En especial el canterano, que se entiende muy bien con Waldo.

La segunda parte fue otra pintura distinta. Para empezar Sergio dio entrada a Miguel y Moyano, pero el Tolosa decidió que de perdidos al río y se aposentó con tres centrales y dos delanteros, en busca del gol que ilusiopnara a los suyos. Pero no solo encontró lo contrario, dos goles más en contra, sino que le puso una sonrisa en el rostro a Aguado. El jienense vio el cielo abierto ante los espacios que se le ofrecían en la zona ancha y aprovechó para sacar su clase en dos zarpazos y dejar roto un partido que siempre tuvo dueño. Un toque sutil y un pase con el exterior le bastaron al medio centro apra reivindicarse, mostrar su categoría y anotar un doblete que, por mucho que sea ante un rival de Tercera, hay que ser capaz de embocar.

Ahora a esperar al viernes, que se conocerá el siguiente rival. Será de inferior categoría, y de nuevo se jugará a partido único y lejos de Zorrilla. El 11 y 12 de enero.