Ver fotos

Sergi Guardiola avanza entre Manu Sánchez y Moncayola durante el Osasuna-Real Valladolid Eduardo sanz-lof

Un Real Valladolid sólido, pero con la pólvora mojada

El equipo de Sergio saca un empate en El Sadar tras dejar la portería a cero y desaprovechar su dominio ante Osasuna en el último tramo

Arturo Posada

vALLADOLID

Sábado, 13 de marzo 2021, 21:22

El Real Valladolid de Sergio González dejó pasar una oportunidad de inscribir su nombre con letras de oro en El Sadar, de donde se volvió con un punto algo insípido. El Pucela tuvo contra las cuerdas a Osasuna durante la última media hora de partido, ... pero no halló la forma de asestar el mandoble definitivo a los navarros. Solidificado atrás, logró por fin mantener la portería a cero gracias al trabajo titánico de Jawad El Yamiq y Joaquín Fernández. Los dos centrales dieron poca tregua a Calleri y Budimir y el Real Valladolid recuperó el orden. El Pucela supo sufrir cuando había que sufrir y esperó a que Osasuna se quedase en la reserva para acentuar su juego ofensivo. Solo la pólvora mojada impidió que se volviera con los tres puntos en la mochila. El empate a cero tiene matices positivos, pero acrecienta las necesidades de puntuar en un tramo exigente del calendario.

Publicidad

Sergio repitió el once que le funcionó ante el Getafe, con la idea de encontrar más solidez entre líneas y sellar la portería de Roberto, algo que logró. Osasuna quiso imprimir un ritmo endiablado desde el inicio, un guion en el que el Real Valladolid no suele sentirse cómodo. Las primeras llegadas rojillas anunciaron una tormenta no confirmada porque el equipo de Jagoba Arrasate no acabó de encontrar el filo necesario para rasgar la meta visitante.

El Pucela quedó inmerso en el vórtice de un partido de ida y vuelta, pero no rehuyó la pelea. Orellana colocó un par de centros seguidos desde la izquierda y el veloz Janko hizo lo propio en la otra orilla. Sergio colocó al Real Valladolid con la línea defensiva adelantada, con la idea de buscar rápidos contragolpes. Otro centro de Orellana acabó con Weissman por los suelos: el israelí se quejó de un empujón de Aridane, pero el árbitro solo vio un leve abrazo del central osasunista y una tendencia del delantero blanquivioleta por demostrar la ley de la gravedad.

Osasuna

Sergio Herrera; Nacho Vidal, David García, Aridane, Manu Sánchez; Kike Barja, Moncayola (Javi Martínez, m.84), Darko Brasanac (Lucas Torró, m.69), Rubén García (Jony, m.69); Calleri (Adrián, m.76) y Budimir.

0

-

0

Real Valladolid

Roberto; Janko, Joaquín, El Yamiq (Bruno, m.84), Olaza; Óscar Plano (Luis Pérez, m.94), Roque Mesa (Míchel Herrero, m.79), Alcaraz, Orellana; Guardiola y Weissman (Kodro, m.79).

  • ÁRBITRO De Burgos Bengoetxea (comité vasco). Amonestó a Guardiola, Kike Barja, Joaquín, Weissman, Moncayola.

  • OTROS DATOS El Sadar. Sin público en las gradas por la pandemia de covid-19.

El partido se desarrollaba por los cauces que quería Osasuna, siempre cómodo en las acciones de ida y vuelta, el fútbol intenso y la trepidación. El Real Valladolid no lograba inyectar la pausa que necesitaba para adormecer el juego. Una acción absurda de Guardiola (codazo en el centro del campo) supuso la primera amarilla del choque.

Publicidad

Osasuna se dedicó a madurar las jugadas desde atrás, pero casi no lograba hacer cosquillas a Roberto, bien guardado por los pretorianos El Yamiq y Joaquín. Un remate lánguido de Ante Budimir y una rabona más vistosa que efectiva de Calleri no crearon especial inquietud en la zaga visitante. Osasuna atacaba con flechas de ventosa, una situación que el Pucela podía tolerar sin mucho agobio.

Joaquín se cargó con una amarilla al cortar un peligroso ataque local, derivado de una pérdida de Orellana. El chileno entró en una pequeña fase de hibernación de la que se recuperó en la segunda mitad con brillantez.

Publicidad

Osasuna demostró cómo podía romper las costuras del Real Valladolid en una acción gestada por Nacho Vidal. El lateral se deshizo de todas las marcas pucelanas y colocó un centró al área de Roberto que Calleri remató a gol. La pelota tocó en Budimir, que se encontraba en fuera de juego y obstaculizaba la acción. De Burgos Bengoetxea anuló el tanto con la colaboración del VAR y el Real Valladolid respiró aliviado. Tocaba reforzar la atención para evitar que otra desatención causase un daño definitivo. Sin embargo, el fútbol siempre ofrece fugas. Una mala cesión de Janko a Roberto tuvo que ser corregida por El Yamiq, autor de un partido colosal.

El Real Valladolid sufrió los embates locales al inicio de la segunda parte. El equipo blanquivioleta entró en una fase de hipotensión ante un Osasuna acelerado. Alcaraz perdió la pelota ante los mordiscos de Rubén García y El Yamiq salió de nuevo al quite. El Pucela se vio contra las cuerdas, pero demostró capacidad para encajar todos los golpes de los pamploneses. Calleri no dejaba de incordiar en el área de Roberto y Budimir se las tenía tiesas con El Yamiq. El partido pintaba mal para un Real Valladolid guarecido a la espera de que escampase la lluvia rojilla.

Publicidad

Y llegó el momento: Osasuna perdió sus ocasiones de noquear a un Pucela con una notable capacidad de sufrimiento y el equipo de Sergio González cambió de manera drástica la balanza del partido. Un disparo lejano de Sergi Guardiola que acabó en el primer saque de esquina visitante sirvió como toque de corneta. Ya no resultaba tan difícil llegar al área de Sergio Herrera ni romper las líneas osasunistas. A las subidas supersónicas de Janko se unió Lucas Olaza por la otra orilla, aunque el uruguayo se proyecto más por pasillos interiores. Óscar Plano probó los guantes del meta local tras un pase del lateral zurdo y empezó el festival atacante pucelano. Una combinación entre Guardiola y el turbopropulsado Janko acabó con el balón en las botas de Weissman, de espaldas a la portería. El israelí sirvió la pelota para Orellana, que venía de cara y con una panorámica de la portería en la cabeza. El gol parecía una realidad, pero el lanzamiento del chileno se escoró más de lo previsto.

Los lamentos duraron el tiempo justo porque el Real Valladolid no bajó el pistón. La defensa de Osasuna achicaba balones como podía. Orellana no perdió el 'oremus' y buscó el veneno del último pase. Roque Mesa acarició la escuadra con un lanzamiento que se desvió por centímetros. Este Real Valladolid atrevido sometía a un desfondado a Osasuna en El Sadar.

Publicidad

Orellana dispuso de otra buena ocasión tras un centro de Janko, sin oposición por su flanco. El Yamiq, con problemas en el cuádriceps, aguantó como pudo mientras Bruno calentaba en la banda. Sergio refrescó al equipo con la entrada de Míchel Herrero y Kodro por Roque Mesa y Weissman. El Real Valladolid ejecutó los últimos golpes sin suerte: Joaquín remató de cabeza un córner botado por Olaza en otra acción de mesarse los cabellos. En la otra orilla, Roberto desvió un disparo de Manu Sánchez en el tramo final.

El empate a cero recupera las esencias defensivas perdidas, pero deja sin premio el fútbol vertical del Pucela durante la última media hora. El Real Valladolid prosigue con su crecimiento, aunque se volviera de Pamplona sin los tres puntos que mereció. La línea está trazada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad