El Real Valladolid se subió a una trepidante montaña rusa ante el Mirandés y Zorrilla vivió estados de ánimo muy cambiantes en el final de un partido que acabó a lo grande para el Pucela. El golazo de Sergio Escudero en el minuto 98 desató ... la locura en Zorrilla y selló la quinta victoria consecutiva del equipo de Pezzolano. El triunfo se hizo de rogar y por momentos pareció inalcanzable en la segunda parte, cuando Durdov adelantó a los visitantes en el 50. Entonces, apareció el gatillo de Sylla, con un doblete rápido que señalaba el camino del triunfo en el 87. La euforia se disipó en el 90, cuando Gabri Martínez aprovechó un error defensivo para el empate a dos. Y, ya sobre la bocina, irrumpió Sergio Escudero, con un gol de bandera que sumió al público de Zorrilla en el éxtasis final. El Pucela no para en su escalada triunfal.
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Real Valladolid
John; Luis Pérez, Gustavo Henrique (Montiel, m.62), Boyomo, David Torres; Kenedy (Iván Sánchez, m.62), Monchu, Juric (Cédrid, m.83), Escudero; Sylla y Marcos André (De la Hoz, m.89).
3
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2
CD Mirandés_
Ramón Ramírez; Barcia, Barbu, Pablo Ramón; Rubén Sánchez (Diego Moreno, m.59), Reina, Tomeo, Juan María; Álvaro Sanz (Gómez, m.83), Durdov (Godoy, m.59) y Carlos Martín (Gabri Martínez, m.67).
Goles: 0-1: Durdov (m.50). 1-1 Sylla (m.82). 2-1: Sylla (m.87). 2-2: Gabri Martínez (m.90). 3-2 (m.90+8): Sergio Escudero
Árbitro: Lax Franco (comité murciano). (comité murciano). Amonestó a Escudero, Barbu, Montiel, Gabri Martínez.
Otros datos: Estadio José Zorrilla. Décima jornada de la Liga en Segunda División.
El partido dejó muchos momentos para el análisis, pero el Real Valladolid demostró que sabe salir indemne de las situaciones más peliagudas. En una semana de acumulación de partidos, Pezzolano optó por retoques tácticos, con la vuelta de David Torres al once (pero como lateral izquierdo), Sergio Escudero como extremo por delante de él, Robert Kenedy escorado hacia la banda derecha del ataque y la dupla Mamadou Sylla-Marcos André en la vanguardia. Se mantuvieron en la alineación el portero John Maciel; Luis Pérez como lateral derecho y la pareja Gustavo Henrique-Boyomo en el eje de la zaga; y el dúo Juric-Monchu en la medular. Una de las grandes novedades de la convocatoria de Pezzolano fue la aparición en la lista de Javi Sánchez, después de superar una larga lesión, aunque no llegó a jugar. También agitó el árbol táctico Alessio Lisci en el Mirandés, con cambios en la portería (entró Ramón Juan), los carriles (con la vuelta de Rubén Sánchez y Juan María al once); y la presencia de Durdov arriba en un 5-3-2 con la amenaza inicial del goleador Carlos Martín y con Gabri Martínez en el banquillo a la espera de su irrupción final.
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Luis Miguel de Pablos
El guión del partido se definió con celeridad. El Real Valladolid asumió el mando de las operaciones ante un Mirandés excesivamente conservador. El equipo burgalés se atrincheró en su línea de cinco, con la intención de mantener el blindaje y aprovechar alguna acción aislada. El Pucela se vio con grandes dosis de balón, pero se topó frecuentemente con la muralla mirandesa. Robert Kenedy quiso coger la bandera desde los primeros minutos. Partiendo desde la banda derecha del ataque, probó fortuna con un disparo que quiso sorprender a Ramón Juan.
El Real Valladolid aceleró en la primera parte. Sylla, muy móvil en el frente atacante, ejecutó un lanzamiento ajustado que se marchó fuera. El equipo de Pezzolano no sufría mucho atrás porque cualquier aproximación rival quedaba frenada por un inmenso Boyomo. La voracidad de Kenedy por marcar le hizo pegarse una carrera de órdago para presionar al guardameta visitante, al que robó la cartera. Sin embargo, Ramón Juan encontró la manera milagrosa de rehacerse y detener el disparo del brasileño, que ya se relamía. El Mirandés reaccionó con un cabezazo de Durdov, muy suelto en el área, que remató mal un centro de Rubén Sánchez. La ocasión recordó al Real Valladolid la necesidad de mantener la concentración.
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El Pucela intentó abrir la cerrada lata del Mirandés con permutas de posiciones: Boyomo, por ejemplo, quiso abrir el campo por la derecha y se pegó a la banda. El equipo burgalés mantuvo el candado, aunque Kenedy encontró a Marcos André con un gran pase que no fructificó y Escudero ya avisó con uno de sus 'escuderazos', un potente lanzamiento que puso en apuros a Ramón Juan en la primera parte.
El Real Valladolid trató de desplegar todas las alas sin mucha eficacia. Monchu dibujó un excelente envío largo sobre Luis Pérez para forzar un córner. El Mirandés seguía arracimado en su área, desaguando balones en varios saques de esquina consecutivos. Con Marcos André muy vigilado, Sylla supo engatillar un disparo rodeado de un enjambre de rivales que comprometió de nuevo a Ramón Juan. El Pucela insistió una y otra vez en sus llegadas al área del Mirandés, pero los burgaleses mantuvieron el tipo antes del descanso, siguiendo el mismo guión que les permitió sorprender al Real Zaragoza en La Romareda hace dos jornadas.
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Con más punción, el equipo de Lisci pegó un aldabonazo que dejó al Real Valladolid tiritando. Carlos Martín se deshizo con facilidad de David Torres y sirvió un pase al área pequeña que Durdov remató a gol tras superar la marca de Boyomo. En un abrir y cerrar de ojos, el Mirandés comandaba el marcador. Y si con el 0-0 los burgaleses se habían mostrado muy coriáceos, con el 0-1 se intensificó la necesidad de guardar la viña. El Real Valladolid tardó mucho tiempo en horadar con peligro la defensa visitante. Las entradas de Joni Montiel por Gustavo Henrique y de Iván Sánchez por Kenedy no surtieron excesivo efecto de inicio... hasta que Luis Pérez cabalgó la banda derecha en el minuto 82 para colocar un centro al área que cabeceó Marcos André y que le cayó a Sylla, atento en el segundo palo, para engatillar el 1-1. El senegalés no desaprovechó cinco minutos más tarde la gran acción de Iván Sánchez, que ejecutó recortes de birlibirloque ante Juan María y Gabri, para cabecear el 2-1 con un gran giro de cuello. El 'syllazo' pareció noquear ya definitivamente al Mirandés, pero el partido aún iba a presentar varios giros de guión. Fue Gabri Martínez el que recibió un pase profundo de Reina, se coló entre la defensa blanquivioleta, sin que Luis Pérez pudiera echarle el lazo, y marcó el 2-2 que parecía ya inalterable en el minuto 90. La remontada del Pucela pareció irse por el desagüe después de la brillante irrupción goleadora de Sylla por un desajuste atrás. Todo era decepción y lamento en Zorrilla. Sin embargo, este Real Valladolid ya ha demostrado que tiene cuajo para ganar los partidos y decidió presentar batalla hasta el final.
Un nuevo centro de Luis Pérez le cayó a Sylla, que controló la pelota fuera del área. El senegalés vio a Escudero en la frontal por delante de Godoy, su marcador, y decidió cederle el balón. El vallisoletano se internó en el área y pegó al esférico con la pierna izquierda y toda su alma pucelana para descerrajar el 3-2 final. Zorrilla explotó de alegría. El palco, con Ronaldo a la cabeza, vivió también una euforia incontenible. El Real Valladolid de Pezzolano volvió a ganar, de nuevo sobre la bocina. Este equipo ya sólo sabe sumar de tres en tres.
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