Secciones
Servicios
Destacamos
Decía Pezzolano en la previa del partido que el Real Valladolid estaba «cerca» de lograr la victoria. Seguro que a muchos estas palabras sonaban como a broma debido a la trayectoria que llevaba el equipo. Y tan cerca estaba que el Pucela logró estrenar su ... casillero de triunfos como visitante esta temporada en Mendizorroza frente al Alavés. Quién se lo iba a decir...
Y quién le iba a decir que le iban a pitar dos penaltis a favor (previa revisión del VAR), que iba a marcar los dos (tres al final en el patido) y que se iba a llevar un choque que llevaba el argumento de una película dramática, con el fallo de Mario Martín, para el Pucela y que tuvo un final feliz. Viva el fútbol. El conjunto de Pezzolano demostró lo que se esperaba de él, que compita. Y a base de fe y de creer en la victoria se llevó tres puntos. No hay mejor medicina que la victoria. Una inyección de confianza. El Pucela está vivo y esto se ve ya de otra manera.
Alavés
Sivera, Tenaglia, Abqar, Diarra, Manu Sánchez, Guridi (Villalibre, min. 74), Guevara (Kike García, min. 77), Blanco (Jordan, min. 60) , Carlos Vicente, Conechny (Luka Romero, min. 60) y Toni Martínez (Rebbach, min. 74).
2
-
3
Real Valladolid
Hein, Luis Pérez, Javi Sánchez (Juma, min. 74), David Torres, Chasco, Cömert, Mario Martín (Meseguer, min. 74), Anuar (Juric, min. 89), Amallah (Kike Pérez, min. 74), Moro y Sylla (Latasa, min. 84).
Goles: 1-0, min. 5. Toni Martínez. 1-1, min. 16, Sylla de penalti. 1-2, min. 72, Amallah de penalti. 1-3, min. 76, Anuar. 2-3, min. 97, Kike García.
Árbitro: Melero López. Mostró tarjetas amarillas a Tenaglia, Diarra, Manu Sánchez y doble amarilla a Kike García por lo que fue expulsado en el tiempo añadido. Por el Real Valladolid vieron la amarilla Moro, Latasa y Pezzolano.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la décima jornada del campeonato disputado en el estadio de Mendizorroza.
Sorprendió Pezzolano de inicio. Al menos, de puertas para fuera porque el técnico ya lo tenía claro anteriormente. Ni David Torres, ni Anuar para el lateral izquierdo, ni defensa de cinco... No. Nada de eso, Pezzolano apostó en el once inicial por Chasco para ese puesto que tanto está dando que hablar. Una gran oportunidad y toda una responsabilidad para el joven canterano. Más allá de esquemas, lo importante es que lleguen los resultados y coger esa confianza que se antoja más que necesaria.
Apenas duró cinco minutos el Pucela en Mendizorroza. Un error grosero de Mario Martín, una pérdida de balón permitió a Toni Martínez, un ex del Pucela, adelantar al Alavés en el marcador. Tenía pinta de ser otro desastre. Así resulta difícil por no decir imposible conseguir algo positivo. No puede ser. Era como una pesadilla, un drama de los que dan ganas de llorar a moco tendido y sin consuelo. La camiseta de Mario Martín tiene que tener aún la marca de los dientes del jugador, mordiéndola en un gesto de rabia.
El gol encajado dejó muy tocado al equipo de Pezzolano. Mal que pese, a lo mejor no está este equipo para militar en la máxima categoría del fútbol español. En esta ocasión era el Alavés, pero da igual el rival. Pero lo que es el fútbol, cuando a uno de la daba ganas de tirar el zapato al televisor o ponerse una película, resulta que todo cambió en un instante. Un pase en profundidad en la salida del balón sobre Anuar, permitió al jugador, con toda la fe del mundo, encarar al meta Sivera. El portero del Alavés se pasó de frenada. Penalti clarísimo. El portero debía de haber sido amonestado, mínimo con la amarilla. Sylla asumió la responsabilidad desde los once metros y no falló. El jugador, ex del Alavés, le pegó duro, a media altura. Gol y empate.
Redención para el Pucela y suspiro de alivio también para Mario Martín. Su grave error debía de machacar su cerebro una y otra vez. Le cambió la cara al equipo. Partido nuevo. Lo que tenía pinta de ser otro desastre más ya se veía de otro color, mostrando el Pucela una versión más competitiva, siendo un equipo más ordenado. Quizás el que no estuvo tan entonado en esa primera parte fue Raúl Moro; no se le veía cómodo jugando por la banda derecha porque por la izquierda Anuar echaba una mano a Chasco en labores defensivas.
Creció un poco el Alavés, recuperando la posesión y tuvo una clara ocasión por medio de Manu Sánchez. Tenaglia puso un balón de oro al lateral, que mandó el balón fuera cuando estaba más solo que la una. solo la manda por encima de la portería. Finalmente la jugada quedó anulada por fuera de juego. Tampoco le fue a la zaga el Pucela con un remate en una buena acción de Mario Martín que paró Sivera en una acertada intervención. Una buena inyección para la moral del jugador del conjunto vallisoletano, aunque no fuese gol. Los últimos minutos de esa primera parte tuvieron el color blanquivioleta (blanco de la segunda equipación) que llegó más al área del Alavés.
Con ese resultado de 1-1, un empate bueno a todas luces, se llegó al descanso en unos 45 minutos que parecían una calamidad en los primeros minutos y que cambió a raíz del gol de penalti de Sylla. No fue un choque brillante, pero al menos el Pucela dejó ver que todavía estaba vivo. Y eso ya era bastante.
La salida del Pucela en la segunda parte fue de nuevo una caricatura de dibujos animados. Primero con una caída de Conechny dentro del área en la que los jugadores del Alavés pidieron penalti. Y le vino Dios a ver cuando el Alavés se adelantó en el marcador con un gol de Guridi. Tras la revisión en el VAR, el colegiado anultó el tanto por fuera de juego de Carlos Vicente antes de dar el pase.
La intención no era solo aguantar el resultado, sino esperar alguna contra para sorprender al Alavés, como en una galopada de Sylla, pero su pase no encontró rematador. El Valladolid hacía daño cuando salía con rapidez a la contra.
Y en una de esas llegadas, nueva llamada a Melero López del VAR para revisar una mano de Guridi dentro del área. Lo tuvo claro Melero López tras ver la jugada. Penalti que transformó Amallah para poner en ventaja al Pucela. Ver para creer. Y cuando aún los aficionados se estaban frotando los ojos, llegó el tercero del equipo de Pezzolano. Otra buena salida de balón en una recuperación de Cömert, pase de Meseguer a Sylla que vio la entrada de Anuar para que marcara. Qué partido el de Anuar. Para enmarcar. Y no marcó el cuarto de milagro. Con tres para romper la mala racha y lograr la primera victoria a domicilio, suficiente.
Los nueve minutos de añadido se hicieron eternos, con un Real Valladolid que pudo haber sentenciado el partido y se encontró con un golazo de Kike García que daba vida al Alavés en esos últimos minutos. Fueron instantes de angustia, de taquicardias (expulsión de Kike García incluida), pero los tres puntos (qué alivio) fueron para el conjunto de Pezzolano. Ganó el Pucela. Y un dato para concluir. Con este triunfo llegó la victoria número 500 del Pucela en Primera División.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.