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jesús moreno
Miércoles, 22 de mayo 2019, 21:45
Durante el último episodio de Juego de Tronos -puede estar tranquilo y continuar su lectura, pues no desvelaré nada que tenga importancia en el devenir de la trama- Tyrion Lannister se dirige a su auditorio para pronunciar un discurso que, sin ser 'Las Catilinarias' de ... Cicerón, pretende rascar en lo más profundo de las almas y con ello remover las conciencias de sus oyentes. «Lo que une al pueblo son sus historias», espetó como si con ello hubiera dado con el alfa y el omega de la ciencia política, como si a través de esa frase pretendiera otorgar sentido a toda la trama de la serie desde que se inició hace más de ocho años hasta ese mismo momento. Pero no, el 'gnomo' más famoso de la televisión -desde David- se equivocaba. Por mucho que utilizase una retórica profunda y demagoga, y por mucho que carezca de la épica y el honor que requería el momento, desconocía que nada une más a un pueblo que las victorias deportivas, sobre todo si aquellas las consigue su equipo de fútbol. Gente fuera de sus hogares ocupando plazas, calles y fuentes, orgullo de pertenencia, banderas, abrazos y alegría desenfrenada.
Ronaldo ha podido comprobar cómo el sentimiento blanquivioleta que llevaba atrayendo fieles a la causa desde meses antes de que él aterrizara, se ha visto desbordado. 'Una ciudad entera, por un equipo de Primera' dejó escrito Marcos Fernández. Unas palabras que en su día pudieron quedarse a medias -porque en este club nunca es lo que pudo haber sido- pero que hoy recobran todo el sentido. Ronaldo ya no preside solo un club de fútbol, gestiona la ilusión de todo un municipio.
El presidente del Real Valladolid ahora aglutina tanta fuerza dentro de la ciudad como obligación para utilizarla con sabiduría. Tiene de su parte a la afición y a las instituciones. A los jugadores y al cuerpo técnico. Ha llegado el momento que estaba buscando desde que arribó a estas orillas. A partir de ahora, caminará sin los ruedines que les ponen a los niños en las bicicletas cuando aprenden a montar. Todo lo que salga de las oficinas llevará su firma. Podrá diseñar el club que tiene en la cabeza desde la seguridad de participar un año más en Primera División y con el mayor respaldo social que nunca tuvo un presidente de la entidad. El Real Valladolid regresa al futuro, disfrutemos del viaje.
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