El Real Valladolid recibe al Valencia para poner cara al fin de año

La victoria valencianistas por cero goles a dos dejó a todos contentos (al menos en ese momento, porque diez días después estallaría el caso Oikos que investiga una supuesta red de apuestas ilegales y partidos amañados que habría actuado sobre este choque): al Pucela en Primera División preocupado solo por dar la mejor despedida posible a Borja, que se retiraba del fútbol, y al Valencia metido en Champions.

Ambas plantillas continúan ahora vivas en esas competiciones, pero las sensaciones que les están dejando la a unos y a otros por el momento son muy diferentes. El equipo entrenado entonces por Marcelino García y ahora por Albert Celades disfruta de las mieles del éxito una vez que ha encontrado la estabilidad en la liga, donde solo ha perdido dos de los últimos diez encuentros, y después de ganar en Stamford Bridge y en el Johan Cruyff Arena a Chelsea y Ajax para colarse en los octavos de final de la máxima competición continental. Los de Sergio, por contra, navegan en mar revuelto deportivamente hablando después de ser incapaces de ganar (y también de marcar) en los cinco encuentros de liga más recientes. Si el Valencia ha sumado diez de los últimos quince puntos en juego, el Pucela solo ha sido capaz de cosechar dos, con sendos empates sin goles ante Celta de Vigo y Real Sociedad.

Por eso, este duelo definirá con qué ánimo se marchan los jugadores blanquivioletas a sus casas en busca del turrón navideño. Una nueva derrota dejaría preocupada a una parroquia que aún está a partir un piñón con Sergio y los suyos, pero igualmente obligaría a repensarse sus esquemas al técnico catalán el hecho de que el equipo volviera a terminar el duelo sin ver portería, aunque consiguiera un pírrico empate, porque la situación ronda ya el desasosiego. La poca alegría demostrada en el ataque en las últimas citas (los vallisoletanos han disparado nueve veces entre los tres palos en los últimos cinco encuentros) ha logrado que las faenas del equipo más que verlas haya hecha falta masticarlas para poder tragárselas.

Sergio admitió ayer en la rueda de prensa previa al partido que tendrá que hacer cambios en el once, algo obligado cuando las cosas no salen como se esperaría. «Estamos en esa fase de la liga donde nos está costando mucho más el tema ofensivo, estamos más espesos y no paramos de intentar buscar soluciones. El otro día pensamos que con Waldo íbamos a hacerle daño a Damián por la banda; que Pedro Porro nos iba a dar amplitud y llegada con Óscar por dentro y el plan no salió. Cuando una cosa no funciona tienes que moverla hasta que se ajuste bien. Estamos en ese proceso», describió ayer un técnico pucelano que ha terminado por no convocar para el duelo de hoy a ninguno de esos dos futbolistas.

Más allá de las modificaciones por decisión técnica, una variante sobre su equipo ideal que tendrá que ejecutar sí o sí el preparador pucelano se ubica en el lateral izquierdo, donde por segundo partido no podrá contar con el lesionado Nacho. Barba no parece terminar de encajar en su esquema, así que Moyano podría volver a ocupar una zona de la defensa que ya sujetó ante la Real Sociedad después de la lesión de su compañero y que ostentó durante muchos partidos de la 2017-2018, a las órdenes de Luis César Sampedro.

En el vestuario valencianista, por su parte, no estarán ni el portero Cillessen ni el delantero Kevin Gameiro, ausentes en los últimos partidos por lesión. El que sí ha viajado a Valladolid es el atacante ruso Denis Cherysev, que se ha perdido los últimos ocho encuentros por una lesión muscular que sufrió en noviembre durante el choque ante el Lille.

El partido tendrá además un cariz solidario porque la Red Íncola recogerá desde las 18:00 horas en la 'fan zone' leche, galletas y zumo destinados a los más desfavorecidos.