Real Valladolid vs Real Betis: examen de ambición en Zorrilla

Es el caso del Real Valladolid, castigado repentinamente por una epidemia que tiene mucho de mala suerte y algo de desliz en la hoja de ruta. Porque desafortunadas son lesiones fortuitas como las de Anuar, Joaquín o Asenjo, y 'planificables' otras como las que han surgido en los casos de El Yamiq, Gonzalo Plata, el último en llegar Kenedy o el primero en caer Luis Pérez, quien pese a arrastrar problemas de pubis de la pasada temporada fue intervenido hace una semana escasa cuando podía haber adelantado los tiempos en verano.

A todos ellos se han sumado las molestias de jugadores como Feddal y Malsa, que no han completado una pretemporada al uso por llegar casi fuera de control y con la preparación en marcha.

De todos los mencionados, que son nueve, solo tres van a estar disponibles para el madrugador partido de este domingo ante el Real Betis. Y dos (Joaquín y Feddal) se juegan un puesto en el once titular de Pacheta, que por otro lado no se ha repetido dos semanas consecutivas desde que comenzara la temporada en el mes de agosto. A medida que esa plaga va en aumento es más fácil acertar con el pensamiento del técnico de Salas, que si hace una semana sorprendió con la entrada de Sergio León en punta de ataque en detrimento de Weissman, esta vez tiene ante sí un margen muy estrecho para desconcertar al aficionado y al propio rival.

Pacheta bien pudiera tener la tentación de rescatar la idea de los tres centrales para salvaguardar la línea más endeble del equipo, pero la respuesta de los suyos en las últimas semanas no invita a comprar esta opción. El plan A siempre ha sido el más ventajoso, por lo que todo empuja a decantarse por el sello que ha venido imprimiendo en este arranque de temporada, con línea de 4 y Javi Sánchez y Feddal formando en el centro de la zaga, el clásico tridente en la medular con Aguado ya recuperado para la causa junto a Roque Mesa y Kike Pérez, Iván Sánchez ocupando el sitio de Gonzalo Plata en banda derecha con Plano en la izquierda, y la inspiración de Sergio León como única referencia ofensiva.

Apostando por ese mismo dibujo, solo resta saber si el envite en el campo vendrá acompañado de la misma valentía y arrojo que ha demostrado el Pucela en las últimas semanas. Ese riesgo que le llevó a caer ante el Cádiz y ese vértigo que le hizo vencedor en Getafe.

La duda pasa por comprobar si el bloque blanquivioleta mantendrá la misma ambición y coraje ante uno de los equipos revelación de la liga. Un Betis hecho a imagen y semejanza de Pellegrini que a día de hoy es cuarto, y alternativa a los grandes, con una innegable vocación ofensiva que oculta en parte su contundente eficacia atrás, con solo cinco goles encajados –solo Barça, Athletic y Villarreal han encajado menos–.

Con una competición como la Europa League entre semana, la rotación es obligada en el cuadro verdiblanco, que en Valladolid se verá privado del concurso de hombres relevantes como Fekir (sufrió un pinchazo en el isquiotibial en Roma) y Luz Felipe (expulsado en Vigo).

Desde orillas de Guadalquivir se anuncian hasta siete cambios en el once del Betis en Zorrilla, amén de la entrada en convocatoria de canteranos como Juan Cruz y Lara. Del filial se espera que tire también Pacheta, con presencia de David Torres y Lucas Rosa.

Caprichosa como es habitualmente la estadística, resulta que el ultraofensivo Betis tira menos a puerta que el Real Valladolid (75 disparos por 86, 28 por 35 de los blanquivioletas entre los tres palos), centra menos (98 por 126) y cuenta con menos córners a favor (28 por 34).

Además de repetir esos números, el reto del Pucela pasa por seguir haciendo granero antes de tomar la siguiente curva del calendario, con cuatro partidos (Espanyol, Celta, Real Sociedad y Osasuna) en dos semanas.