Un Real Valladolid Promesas en inferioridad cede dos puntos vitales en el minuto 93

Fue el cuarto encuentro consecutivo sin ganar para el cuadro de Javier Baraja –tercer empate seguido–, para el que se tambalea la tercera plaza que da acceso a la fase de ascenso a Segunda y garantiza un puesto en la nueva categoría de bronce la próxima campaña.

El Pucela supo tener paciencia en el inicio y, poco a poco, logró hacerse con el control. El aviso inicial de Jordi Pola, villano a la postre, no tuvo mayores consecuencias.

El Promesas, en cambio, sí consiguió transformar su primer acercamiento de peligro. La acción se fraguó por la banda derecha: Castri conectó con López y el lateral derecho superó a varios rivales en conducción hasta encontrar en el área a Sergio Benito. El delantero madrileño, libre de marca, controló y superó a Bussmann por arriba.

La diana espoleó al equipo vallisoletano, que pudo marcar el segundo tras una jugada individual de Nieto. El lateral zurdo lo hizo casi todo bien, pero erró a la hora de armar el disparo, demasiado cruzado. No hubo demasiados síntomas de reacción en el conjunto local, sin que los 195 centímetros de Saha bastasen para ganar disputas ante un fiable Miguel Ángel.

El paso por los vestuarios despertó al Lealtad, que aumentó el ritmo y comenzó a asomarse con asiduidad al área de Samuel. Los intentos anfitriones, eso sí, rara vez inquietaron al guardameta tinerfeño.

La sobriedad defensiva del Promesas evitó que su rival gozase de ocasiones claras pese a su mayor vocación ofensiva. Replegada, la escuadra pucelana dispuso de alguna acción peligrosa al contragolpe.

Castri protagonizó una buena diagonal, pero su tiro, muy flojo, no conllevó problemas para Bussmann. Los visitantes parecían tener el partido bajo control hasta que Paulo Vítor vio su segunda tarjeta amarilla en solo un minuto. Amonestado en el 67, impactó con el pie de Miguelín al despejar un balón y fue expulsado en el 68.

Javier Baraja reaccionó de inmediato: retiró al goleador Benito, dio entrada a Fran Álvarez y mantuvo a Raúl Uche como única referencia. El filial pudo sentenciar en el 74, pero ni Uche ni Álvarez llegaron a rematar un centro con música de Nieto. Los cambios dieron un punto más de agresividad al Lealtad, que empujó sin cesar.

Finalmente, un centro de Miguelín desde la banda derecha encontró en el área a Jordi Pola, elevado por encima de todos para dirigir su cabezazo a la escuadra.

Mazazo y paso atrás. Por si fuese poco, José Alonso resultó expulsado al término del encuentro y también causará baja en la finalísima del próximo fin de semana ante el Vetusta.