El Real Valladolid Promesas suma tres en el último suspiro

Un gol en el descuento cambia muchas cosas en el fútbol. Pero solo en la superficie. El Promesas venció porque Baraja movió las piezas con acierto en el momento clave: dio entrada a Amoah en el eje de la defensa para permitir que Oriol Rey, hasta ese momento central, ocupara el medio centro; y retiró a Moha del centro del campo para colocar a Fran Álvarez de interior y dejar la banda izquierda a Dalisson. Y cuando el partido moría, Oriol interceptó la pelota y se la cedió al talentoso Zalazar. El media punta, el mejor del partido, vio la progresión de su compañero por la izquierda y le dio el balón con la velocidad y el tiempo exactos para que pudiera quebrar, disparar y que Uche cazara el rechace de Barovero y embocara. Fue un chispazo que sirvió para sumar tres puntos, que nunca está de más, aunque queda mucho trabajo por hacer en un grupo con mimbres pero con demasiadas carencias tácticas que Baraja intentaba corregir desde la banda continuamente.

El Burgos propuso un partido que se le atragantó, y mucho, al Promesas. Los del Arlanzón fueron como el Getafe: un equipo estrecho, presionante, agobiante, sin miedo a meter la pierna. Con un guardameta que luce en su currículum una Libertadores, con el exnumantino Guillermo en la punta de ataque y el ex del Eibar y el Oviedo Saúl Berjón en la izquierda, tuvieron no menos de media docena de ocasiones para batir a Gaizka. Pero no lo hicieron. Con todo, estarán arriba porque mostraron mucho poso y categoría.