El Real Valladolid pega un salto de gigante

Pezzolano ahondó en sus retoques en una 'alineación sudoku' que el Villarreal tardó en resolver ya con el partido en juego. El Real Valaldolid salió con un 5-3-2, con Luis Pérez en la banda derecha, Fresneda en la izquierda, Hongla como central junto a El Yamiq y Joaquín, Kike, Monchu y Amallah en la línea de tres en la medular (con el marroquí como enganche) y Plata como acompañante de Larin arriba. En el Villarreal, Quique Setién se ajustó a lo previsto y cubrió la baja de Juan Foyth con Kiko Femenía en el lateral derecho y Morales como recambio del también sancionado Yéremy Pino en la banda izquierda del ataque. El Submarino Amarillo mantuvo el trío Terrats-Parejo-Baena en la medular, pero no logró tomar bien el pulso al partido y lo pagó.

Los cambios de Pezzolano se le atragantaron al equipo 'groguet', que se vio expuesto a las primeras de cambio con un certero golpe blanquivioleta. No se había alcanzado aún el minuto 2 cuando Amallah relampagueó en el área de Reina para recibir una asistencia de Larin y descerrajar el 0-1. El canadiense ha pasado de goleador a facilitador y Amallah lo agradece con goles de alto impacto. El balón del marroquí se coló mansamente tras tocar en el portero amarillo y el Pucela se vio a favor de corriente.

El Villarreal siguió a medio gas, algo noqueado por el 0-1, mientras el Real Valladolid se aplicaba en la presión alta, la disputa constante de cada duelo y la idea de disponer de la pelota todo el tiempo posible. El cuadro de Setién pareció encontrar algunos momentos para agobiar a Masip, que respondió a las mil maravillas a todos los desafíos, salvo en el tanto de Capoue, ya en la segunda parte. Para empezar, el portero del Real Valladolid sacó un guante milagroso a un remate de Pau Torres que evitó el empate local. Chukwueze logró marcar a pase de Morales, pero la jugada quedó invalidada por un claro fuera de juego.

Superados los momentos de más viento amarillo, el Real Valladolid siguió en la brega, buscando nuevas acciones ofensivas con muchos robos en bloque alto que trastocaron al Villarreal. La proyección de los laterales ayudó a abrir caminos. Así,Fresneda se sacó un envío desde la izquierda que remató Larin fuera, aunque Joaquín llegaba por detrás en posición más idónea.

El Villarreal trató de recomponerse, con más posesión y aumentando sus prestaciones ofensivas. Lo Celso, muy móvil en la zona atacante y un tormento constante para la zaga pucelana, colocó un centro al que estuvo a punto de llegar Morales. Masip volvió a colocarse la capa de superhéroe con un nuevo paradón a disparo de Morales, en un despiste de El Yamiq.

Sin embargo, el central resultó providencial. Si sus acciones atrás creaban algunas dudas, de repente decidió convertirse en un Maradona marroquí, recibió una pared de su compatriota Amallah en zona defensiva, arrancó con poderosa zancada, cabalgó la banda izquierda ante el pasmo de los defensores locales, llegó al área de Reina y, con Larin al lado como opción de pase, decidió culminar su obra de arte con dos recortes de 'nueve' y un golazo de bandera ante Pepe Reina. El 0-2 dibujó a este Pucela valiente de Pezzolano, donde un central puede lanzarse a campo abierto para acabar firmando un tanto espectacular, mientras sus compañeros mantienen el orden detrás por si la jugada no fructifica. El atrevimiento es para todos. En cualquier caso, fue una obra de arte de Jawad El Yamiq, un central capaz de asaltar por sorpresa el área rival.

El Villarreal se quedó petrificado con el 0-2 en poco más de media hora ante un Real Valladolid cambiado en toda su morfología táctica. Los retoques de Pezzolano mostraban a un Pucela muy enchufado. Kike Pérez desperdició una jugada ensayada tras un córner antes del descanso.

Los amarillos buscaron la manera de romper el tejido blanquivioleta. A ello se aplicó Chukwueze, siempre con penetraciones hacia dentro cargadas de veneno. Pezzolano refrescó al equipo, muy desgastado por el esfuerzo, con la entrada de Aguado y Sergio León. Chukwueze golpeó la madera cuando Mesa y Kenedy ya estaban también sobre el césped. El Yamiq recibió un claro pisotón de Jackson, pero Iglesias Villanueva dejó seguir la jugada, el Real Valladolid perdió la pelota y Capoue redujo distancias mientas el central marroquí estaba tirado en el área. Pezzolano estalló y fue expulsado sin contemplaciones. Álvaro Rubio se hizo cargo del banquillo.

ElPucela supo sufrir durante los últimos 20 minutos y tuvo sus opciones a la contra (Kenedy, Sergio León y, de nuevo, El Yamiq) para sentenciar. Atrás, mantuvo el tipo con un gran esfuerzo coral. El pitido final, superado el minuto 99, sonó a música celestial. El equipo de Pezzolano carburó en la Cerámica y mandó un mensaje a los rivales de la zona baja. Este Real Valladolid recupera el paso con un salto de gigante.