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No hay verdades absolutas en el fútbol, pero sí toneladas de estadísticas que orientan diferentes corrientes de opinión en función de donde se analicen. Algunas resultan categóricas, como la que invita a pensar que el Almería, con los guarismos que presenta a día de hoy, ... será equipo de Primera en el mes de junio, pero todas, absolutamente todas, son susceptibles de resquebrajarse en algún momento de la temporada. La que reza que llegar con 37 puntos a la jornada 16ª es sinónimo de ascenso la rompió el Salamanca hace 21 años, y desde entonces se han sucedido casos insólitos, como el Elche 2019-20 de Pacheta y su salto triunfal a la Primera División después de colarse en el 'play-off' en la última jornada de la fase regular.
Aquel equipo lleno de dudas durante la temporada alcanzó la jornada 16ª con 23 puntos, 5 menos de los que hoy presenta el Real Valladolid a las órdenes del técnico de Salas de los Infantes.
El preparador serranomatiego ha defendido una evolución en todos sus equipos, y la de esta campaña sigue los pasos de la carta de presentación que dejó Rubi a su paso por Valladolid. En aquel curso 2014-15, el equipo blanquivioleta hubo de reponerse a la prematura lesión de su goleador, Roger –rotura del ligamento cruzado anterior en la jornada 6ª, en el estadio El Molinón–, e incluso variar su apuesta (aquel equipo alternó un 4-3-3 con un 4-2-3-1 más práctico) para mantener una regularidad que le llevaría a la 5ª plaza final con 72 puntos en su casillero.
Ya con Óscar González como principal referencia ofensiva (acabó con 16 goles), el Valladolid de Rubi alcanzó esta jornada 16ª con 29 puntos –uno menos de los que suma hoy–, agarrado fundamentalmente a su buenhacer en defensa. Mientras el Valladolid de Pacheta encaja una media de gol por partido, aquel de Rubi se caracterizaba por cerrar su portería a cal y canto (12 goles en la jornada 16ª) y optimizar al máximo las ocasiones que generaba (18 goles en los primeros 16 partidos, por los 24 que suman hoy los blanquivioleta). Seis años después, también esa solidez defensiva crea tendencia en Segunda y marca diferencias con respecto al resto de rivales. El Almería de Rubi no solo es el equipo más realizador del campeonato (30 goles) sino que es también el que menos encaja (11), con un margen más que considerable sobre el Valladolid de Pacheta.
Solo ha habido un equipo en la historia de la Segunda División que acumulara más puntos que el meteórico Almería de Rubi. Fue el Elche de Escribá en la temporada 2012-13, y por supuesto logró el ascenso como campeón de liga, con cinco puntos de ventaja sobre el Villarreal.
El histórico, además, nos deja otros dos ejemplos de equipos que alcanzaron los 37 puntos al paso por la jornada 16ª, los que acumula hoy el líder de la categoría de plata, y solo uno de ellos no consumó el ascenso. Fue la UD Salamanca, en la campaña 1999-2000, primero de García Remón, después de Balta y en última instancia de Crego quien protagonizara el único fiasco después de iniciar el campeonato como un tiro. Los salmantinos se desinflaron en la segunda vuelta y su postrera reacción solo les sirvió para terminar en cuarta posición con 66 puntos.
El otro caso terminó con final feliz después de llegar a la jornada 16ª con 37 puntos en su casillero. Lo firmó el Hércules 95-96 dirigido por Manolo Jiménez, que acabó líder con 73 puntos el primer año que se instauraban los tres puntos por victoria. 82 puntos completó el Elche de Fran Escribá, en una proyección que guarda muchas similitudes con el actual Almería de Rubi.
Precisamente en aquella temporada 2012-13, al conjunto ilicitano terminaría acompañándole a Primera División el Almería de Javi Gracia a través de las eliminatorias de 'play-off'.
Nueve años después, la trayectoria que arrastra el Almería, con seis victorias consecutivas –las cuatro ñultimas sin encajar–, invitan a pensar en el mismo final.
Si en aquel año 2015 el preparador catalán hubo de adaptarse y modificar el guion por la grave lesión de Roger, esta temporada juega con ventaja e incluso con red ya que cuenta con uno de los máximos realizadores de la liga, Sadiq (7 tantos), y con un relevo de garantías como el portugués Dyego Sousa. Solo los cantos de sirena que llegan de la Premier, a través de un posible interés del Newcastle por hacerse con los servicios del nigeriano, además de la fama que arrastran los equipos de Rubi de entrar en estado de depresión en las segundas vueltas, pueden hacer temblar los sólidos cimientos que ha logrado consolidar el líder.
Mientras, Pacheta sigue un paso por detrás. De aquel Valladolid, y también de este Almería.
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