El Real Valladolid, obligado a ganar si no quiere perder el tren del ascenso directo

En el mundo de Pacheta solo existe el Real Valladolid, no quiere mirar lo que hacen sus rivales. Defiende que hasta la última jornada no se va a resolver la clasificación. «Vamos a tener que estar hasta el final y hay que mentalizarnos de eso». En la primera de las ultimas cinco paradas, los blanquivioletas tendrán que hacer frente a la plaga de ausencias que asolan a la plantilla. El técnico burgalés no podrá contar con los sancionados Monchu, Roque Mesa, Luis Pérez, Nacho Martínez y Sergio León. Tampoco estarán los lesionados Óscar Plano y Javi Sánchez. La novedad en esa lista de ausencias es Joaquín, que presenta una pequeña lesión en el bíceps femoral. «No es grave, pero hay que curarla bien porque puede acarrear una lesión mayor», expresó Pacheta.

Por ello, ante el filial donostiarra, Pacheta está obligado a reestructurar su once inicial. La línea más afectada es la defensiva. En esa línea de cuatro lo más previsible es quee Raúl Carnero ocupe el lateral izquierdo, Janko el derecho y el centro de la zaga será para El Yamiq, recuperado de sus molestias en el bíceps femoral izquierdo y Josema. Dupla inédita. Otra de las zonas más afectadas es el medio del campo. El entrenador burgalés reconoció que las múltiples bajas no le obligan a «cambiar de dibujo», pero sí a desarrollar un «plan de partido diferente», por lo que lo más probable es que el mando de las operaciones sea para Aguado, acompañado de Anuar e Iván Sánchez. Aunque Pacheta también comentó la posibilidad de meter a Cristo de enganche.

Después de cumplir ciclo de amonestaciones Toni volverá al extremo izquierdo, mientras que Plata se instalará en el carril derecho. En la punta de la lanza estará el máximo goleador del Real Valladolid, Shon Weissman. Para contrarrestar las bajas, en la convocatoria estarán los mediocentros del Promesas Mikel Carro y Ortuño.

La Real Sociedad B visitará el José Zorrilla con la ilusión de mantenerse un año más en Segunda División. La victoria ante el Amorebieta en el Reale Arena (2-1), unida a la derrota del pasado viernes del Málaga, que marca los puestos de permanencia, permite al filial donostiarra mantener la esperanza y soñar con esa salvación que se encuentra a siete puntos. De ganar a los blanquivioletas, se pondrían a cuatro puntos a falta de cuatro jornadas.

La calidad del filial reside en nombres como: Olasagasti, Lobete, Alkain y Alex Sola, pero, sin duda, la verdadera sensación de la temporada es Jon Karrikaburu. El joven delantero de 19 años es el máximo goleador de los donostiarras con 10 dianas y su buen rendimiento ha llevado al Athletic Club a plantearse su compra, aunque tendrán que remitirse a su cláusula de rescisión que asciende a los 30 millones de euros. En la víspera del partido Xavi Alonso habló que su delantero «no está al cien por cien». «Está en un proceso muy traicionero con el pubis que le impiden estar bien».

El filial donostiarra es el segundo equipo de la competición que más partidos ha perdido (19) solo por detrás del Alcorcón, pero registran mejores números como visitante que como local. De sus 34 puntos, 18 los ha cosechado lejos de su feudo.