El Real Valladolid se maquilla en una prórroga con mucho desgaste

La zaga ya andaba condicionada desde el once inicial. A Sergio no le quedó más remedio que colocar a Luis Pérez como pareja de Bruno en el eje de la defensa. Las bajas atrás y la compresión del calendario invitaban a la cautela, un plan que trastocó la prórroga, factor que dejó la lesión de Javi Sánchez y una carga extra de minutos para los jugadores en el sobrecargadísimo mes de enero.

La Peña Deportiva salió con la hipermotivación que supone la Copa para los equipos más modestos. El formato a partido único amplía el margen para las sorpresas y a esa idea se aferró el cuadro ibicenco. Una internada de Gilbert por la banda derecha descorchó las acciones de ataque locales ante un Real Valladolid visiblemente incómodo. El áspero terreno de hierba artificial, el juego sin cuartel de los locales, la soleada mañana balear...

El equipo de Sergio compareció aletargado, con la esperanza de imponer su calidad sin mucho desgaste. Sin embargo, este tipo de eliminatorias obliga a jugar con el cuchillo entre los dientes. Colau avisó con un balón al palo después de un lanzamiento de falta al que no llegó el espigado mediocentro Toni Jou. La ocasión de la Peña supuso un toque de atención, del que el Real Valladolid no pareció darse por enterado.

Solo dos minutos después, una pérdida de Kike Pérez en la maraña de la medular local acabó con un centro desde la izquierda y un balón suelto en la frontal del área que remató a gol el lateral Andrada. Roberto se quedó estático, algo obstaculizado en su visión por Vilarrasa. El engranaje defensivo no blanquivioleta tuvo su instante más glorioso en esta acción, que empezó a complicar las cosas.

El 1-0 en contra espoleó mínimamente al Real Valladolid, que trató de desperezarse con un remate de Zalazar tras un gran pase interior de Toni Villa. Fran Martínez abortó el peligro. Otro lanzamiento desviado de Zalazar a centro de Hervías y un remate alto de Bruno en un nuevo balón del proyectado lateral llevaron algo pólvora al área de la Peña. Hervías también probó a Fran Martínez, el seguro guardameta local, con una falta a la que el portero respondió con solvencia.

El conjunto blanquivioleta no halló soluciones durante toda la primera mitad, con un centro del campo en el que la pareja Míchel Herrero-Kike Pérez no encontraba la manera de llevar el timón. A la Peña Deportiva le bastaba con mantener el orden defensivo, pelear cada balón como si fuera el último y surtir de envíos a Antonio López, su delantero de referencia.

El Pucela no carburaba y Sergio buscó las soluciones al inicio de la segunda parte, con los cambios de Plano y Roque Mesa por los intrascendentes Kike Pérez y Fabián Orellana. Roque Mesa en seguida entró en combustión y dio un aire más vertical al equipo blanquivioleta. La desgracia empezó a rondar a los ibicencos cuando Fran Martínez, héroe copero, tuvo que dejar su puesto en la portería a Javi Seral por una inoportuna lesión muscular.

El asedio pucelano cristalizó cuando Fondarella segó los pies de Zalazar en el área tras un excelente servicio de Roque Mesa. Míchel Herrero no perdonó desde el punto de penalti y equilibró el marcador. Con el 1-1, la Peña Deportiva atravesó fases de sufrimiento, pero no renunció a la victoria en el primer choque en sus 84 años de historia ante un rival de Primera División. Weissman vio cómo se le anulaba un gol por fuera de juego y Toni rondó el segundo tanto blanquivioleta en acciones abortadas por Javi Seral y la defensa. Colau sorprendió en el 90 con una jugada de 'PlayStation', driblando futbolistas del Pucela hasta llegar al área de Roberto, donde no encontró rematador. La Peña alcanzó la orilla de los 90 minutos con vocación ofensiva y aspiraciones de dar la gran campanada.

Con poco fondo de armario, Sergio dio entrada a Javi Sánchez para relevar a Luis Pérez en el eje de la zaga al inicio de la prórroga. La Peña Deportiva empezó a emitir signos de agotamiento. Sus esperanzas de alcanzar los octavos empezaron a desvanecerse cuando Antonio López sacó la mano a pasear en el área de Seral. El segundo penalti favorable al Real Valladolid lo convirtió Roque Mesa a lo Panenka para desatascar la eliminatoria. Javi Sánchez se lesionó en el minuto 105, pero Sergio no cubrió su puesto con el central del filial Lucas Freitas, hasta cinco minutos más tarde, temeroso de que una inoportuna expulsión le hiciera incurrir en alineación indebida, ante la abundancia de jugadores con ficha del filial en el partido.

La expulsión de Colau por roja directa en el minuto 99 dinamitó todas las esperanzas locales, aunque la Peña aún dispuso de ocasiones para igualar el 1-2, con un cabezazo desviado del local Nacho y, especialmente, un tiro al palo de Antonio López al que la defensa del Pucela le alfombró el camino de manera preocupante.

Pero los goles de Roque Mesa a pase de Plano y del propio Plano tras un centro de Weissman acabaron por mandar a la lona a los baleares, ya fundidos por el esfuerzo y la inferioridad numérica. El Pucela ya espera rival en octavos de la Copa, sí, pero después de sufrir más de la cuenta, con una extenuante prórroga y con la sombra de la preocupante nueva lesión de Javi Sánchez. Enero se complica.