El Real Valladolid se mantiene vivo tras sacar un punto en Almería

En Almería, Pezzolano dio carrete al once que ganó al Barça, con la única novedad de la vuelta de Hongla al eje de la zaga para suplir al tocado Joaquín, que no figuró en la lista. El técnico se encomendó al doble pivote Roque Mesa-Aguado y mantuvo a Plano como enganche. En el Almería, Rubi recompuso el ataque, plagado de bajas, con la presencia de Sousa como delantero centro, con Vinícius Lázaro partiendo desde la derecha y Embarba desde la izquierda.

El partido transcurrió por los cauces de la cautela máxima desde los primeros compases. El Almería trató de proyectarse en ataque, pero sin descuidar el escudo defensivo. El Real Valladolid probó de inicio la incisión de Machís por la izquierda y por ahí se gestó el primer remate, alto, de Óscar Plano.

Gradualmente, el cuadro indálico se hizo con la posesión de la pelota ante un Pucela que no quería perder el 'oremus'. Después de unas cuantas imprecisiones, el equipo de Pezzolano trató de tranquilizarse. El Almería se desplegó en una rápida transición (mal defendida por el Real Valladolid) y Embarba finalizó la jugada con un remate alto.

La tensión y la necesidad de no cometer errores mortales se dejaba notar en los dos equipos. El Almería acechó el área de Masip, pero sin clavar la daga. Plata lo intentó por la derecha para el Real Valladolid, sin mucho éxito. El ecuatoriano se mostró poco chisposo durante toda la primera parte. Lo mismo le sucedió a Machís, sin mucho desborde. El Pucela daba muestras de inconsistencia atrás, pero el Almería no aprovechó las fragilidades visitantes, en parte por demérito propio y en parte por el providencial Jordi Masip.

El portero sacó el guante a última hora para abortar un mano a mano ante Sousa, en una jugada que olía a gol indálico. Javi Sánchez también ayudó mucho atrás al despejar un centro de Embarba que buscaba a Melero. Masip se lució de nuevo con otro paradón antológico ante Lázaro. Ely mandó alto el rechace subsiguiente para alivio del Pucela.

Sólo una tímida subida de Fresneda llevó algo de peligro a la otra orilla, especialmente porque el portero Fernando se ovilló a la hora de coger el envío. El Almería agobió con sus llegadas masivas antes del descanso y el Real Valladolid dio por bueno el empate, en un partido de mucha piedra y poco fútbol. Con armas de madera, poco daño pudo hacer el equipo de Pezzolano en un partido en el que se vio de forma clara que los dos contendientes querían guardar la ropa.

No cambió especialmente la película en la segunda parte, si acaso permitió ver a un Real Valladolid con más intención de asomarse al balcón rival. Machís inauguró estas nuevas intenciones con un disparo que probó los guantes de Fernando y Larin también gozó de una buena oportunidad en un pase de Plano que obligó a trabajar al portero local.

El Almería respondió a estos dos zarpazos sin consecuencias con un disparo al palo de Lázaro. El Pucela presentaba un gran vacío en la medular y Pezzolano retiró de una tacada a Aguado y a Mesa para dar entrada a Kenedy y Torres, lo que colocó a Hongla en el centro del campo en busca de más músculo.

Iván Fresneda chocó con Ramazani, cayó dolorido y dejó su sitio en el campo a Lucas Rosa, que se proyectó algo más arriba, pero dejó preocupantes huecos atrás que el Almería no logró aprovechar. Larin trabajó a destajo y logró engatillar algún disparo, a pesar de las vigilancias extremas a las que siempre es sometido. La entrada al campo de El Bilal Touré buscó refrescar el ataque almeriense, pero el delantero, recién salido de una lesión, aún anduvo con la mira desajustada. Los dos equipos trataron de evitar cualquier tipo de desajuste, pero el cansancio hizo mella y se se abrieron oportunidades. No la aprovechó Kenedy, que empaló alto un centro desde la derecha. Gonzalo Plata, con más fuelle en los minutos finales, se internó una y otra vez en el área del Almería, con mucha intención, pero sin finalizaciones exitosas. Esta versión atrevida del Real Valladolid en los últimos compases no le permitió sacar una victoria en una jornada en la que ganaron Getafe, Cádiz y empató el Espanyol, ya descendido. Así que el punto sirve para mantenerse vivos en la última jornada, con una cuenta muy clara: si gana al Getafe, seguirá en Primera. El empate puede valer en dos escenarios, pero mejor no pensar en eso...