El Real Valladolid juvenil saca la garra, pero no hiere al Real Madrid

Gladiadores a la arena. El descorche del pleito fue burbujeante, el Real Valladolid saltó al anfiteatro de Los Anexos con las ideas claras, con una línea de cuatro en defensa ordenada, Jesús Martínez y Juan Merino en la sala de máquinas, mientras que Aday, Nico, Sergi Esteban y Canario mantenían la lanza afilada en ataque. Era el minuto dos, cuando aún los asistentes se asentaban en sus butacas, cuando Aday pudo inaugurar el marcador. Fue en una internada de Canario, que se fue en velocidad por el costado izquierdo, pero el remate del extremo se topó Ferran.

El Real Madrid, que atesora a cuatro internacionales españoles sub-19 en sus filas (Edgar, Manuel Ángel, Palacios y Gonzalo) retuvo la pelota en sus pies, la movió con esmero, plantándose en la frontal con peligro, pero los blanquivioletas aprovechaban para salir en velocidad en cada robo. Sergi Esteban conectó con Canario, pero no acertó entre los tres palos. Respondieron los merengues con un disparo y una falta lejana de David Jiménez. Sobre el tapete estaban todos los ingredientes para disfrutar de la batalla.

Los pupilos entrenados por Álvaro Arbeloa volcaron el peligro por su costado derecho donde Yeray y Yusi intimidaban con su profundidad. Peña tuvo que doblegar sus esfuerzos para tratar de frenar las amenazas. Era tal el ritmo que cualquier despiste podría decantar la balanza. Pol Fortuny se vio obligado a abandonar el terreno de juego cuando Nico se iba en velocidad.

Se miraban de reojo ambos contendientes, que buscaban dinamitar el plan de su rival con sus respectivas armas. El Real Valladolid mantuvo su idea de dañar con su velocidad, pero Canario se vio frenado por una zaga blanca bien plantada, mientras que Gonzalo aguardaba en el área de Fer Pérez con el colmillo afilado. Cerraban líneas los blanquivioletas, con un Pedro que se multiplicaba para sacar balones, mientras que Yeray seguía siendo un dolor de muelas. Pese al ímpetu de ambos equipos por ver puerta, el marcador se mantuvo intacto.

El paso por las casetas no alteró el guion establecido. Arbeloa exigió a sus pupilos culminar las jugadas y así lo ejecutaron. David Jiménez disparó cruzado nada más regresar al tapete. Fue el primer aviso de un Real Madrid más punzante. Chema envió un testarazo fuera y Palacios erró la más clara cuando se quedaba frente a Fer Pérez.

El encuentro entró en unos minutos de locura. En cuatro minutos llegó la lluvia de goles. Asestó el primer golpe el Real Madrid en el minuto 74. Una salida en falso de Fer Pérez provocó que Mesonero robara la pelota para que Gonzalo, a puerta vacía, anotara el 0-1. Para entonces, Manu Olivas ya había metido piernas frescas y dos minutos más tarde a la diana de los blancos, una transición comandada por Hugo Guzón, que ingresó en la segunda parte, derivó en un disparo de Canario al que respondió el meta blanco, el rechace le cayo a Aday, quien con un sutil y fuerte tiro igualó el choque. Pero ese subidón al empatar ante el líder duró lo que quiso Gonzalo. El delantero anotó su 21 diana de la temporada tras armar en la frontal su diestra y colar el cuero en la portería. El golpe dejó en la lona al Real Valladolid, quien tuvo que afrontar los últimos minutos con un hombre menos tras la expulsión de Aday. Manuel Ángel y Palacios buscaron una mayor brecha, pero con los blanquivioletas, sumergidos en una espiral de frustración, finiquitó el vistoso duelo de gladiadores.