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La lesión de larga duración del central Ezequiel Garay en el Valencia ha disparado algunas alarmas. Cerrado el mercado invernal de fichajes, el club ché se ve expuesto a una baja de larga duración y la posibilidad de fichar un refuerzo fuera de plazo para ... cubrir la baja del lesionado defensa argentino. Las opciones son reducidas, ya que el Valencia solo puede incorporar a futbolistas que militen en Primera o Segunda División o jugadores que se encontrasen en paro a fecha de 31 de enero. Invariablemente, muchas miradas se dirigen al Real Valladolid, donde el central ghanés Mohamed Salisu brilla a gran nivel junto a Kiko Olivas, el otro seguro de la zaga. La operación sería formalmente posible, pero en las oficinas de Zorrilla se considera inviable por muchos motivos, entre otros la oposición del Real Valladolid, que considera a Salisu un activo fundamental para garantizar la permanencia en Primera.
El Valencia no podría arrebatar al jugador mediante el simple pago de la cláusula (no excesivamente elevada: 12 millones de euros) sino que tendría que negociar con el Real Valladolid al encontrarse fuera de los plazos marcados para fichar. Y, aunque no tuviera ese obstáculo, en Zorrilla existe el convencimiento de que el Valencia no emprendería una acción de este tipo. En principio, cualquier oferta que pudiera llegar por Salisu sería desestimada por razones deportivas, pero no ha habido ninguna aproximación del Valencia en este sentido.
Sin el cerrojo de Salisu, el Real Valladolid tendría que arreglárselas con Joaquín Fernández (actualmente lesionado con un esguince de tobillo) y Javi Sánchez como posibles complementos de Kiko Olivas. Sin embargo, el gran estado de forma que muestra el ghanés desaconseja cualquier experimento en este sentido.
Cortejado por varios clubes, a Zorrilla no llegó ninguna oferta en firme por Mohamed Salisu durante el pasado mercado invernal. El compromiso del central con el Real Valladolid pasa por esperar al verano. El club blanquivioleta trabaja en la idea de renovar su contrato, aunque es consciente de que la negociación no resultará fácil. En cualquier caso, nadie contempla sorpresas de aquí al final de la competición.
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