El Real Valladolid gana con justicia al Tenerife y sigue fuerte en Zorrilla

Pezzolano volvió a la línea de cuatro defensiva después del fiasco de Eibar y prescindió de Gustavo Henrique, que se quedó en el banquillo. Sergio Escudero, ya recuperado, volvió al lateral izquierdo, aunque se movió por espacios interiores, como le gusta al técnico. Las grandes novedades llegaron en la banda izquierda del ataque, con la presencia de Anuar Mohamed Tuhami, y en la zona de mediapunta, con la aparición de Víctor Meseguer después de su exhibición goleadora en Copa. Los dos pasaron por el choque sin brillo excesivo.

En el Tenerife, Asier Garitano se vio obligado a cambiar la zaga, donde volvió el exblanquivioleta Nacho Martínez como lateral izquierdo, con otro ex del Pucela como Waldo Rubio por delante de él. Las bajas en defensa llevaron a Garitano a alinear de inicio a Mellot como central junto a Loïc Williams y conceder el carril derecho a Aitor Buñuel, cambiado de banda.

El partido se volvió plomizo rápidamente. En medio de la desapacible meteorología (fuerte viento, lluvia intermitente), el Real Valladolid intentó hacerse con el mando del balón, pero no se mostró filoso de inicio. El Pucela buscó una y otra vez la banda derecha, en una sobreutilización de esta zona, con la idea de que Iván Sánchez atrajese a marcadores y se abrieran espacios. Sin embargo, el Tenerife mantuvo bien el orden en medio del juego deslavazado de los de Pezzolano. Los balones largos eran cortados fácilmente por la zaga chicharrera y los minutos transcurrieron con poca chicha en este tramo.

Una falta que botó Escudero y que se marchó alta fue la única aproximación del Pucela en la primera media hora. El Tenerife, por su parte, no llegó a inquietar a Masip en toda la primera parte, con Enric Gallego muy desasistido y convertido en un islote. Una incursión de Anuar frenado por Buñuel ofreció algo de punción por la izquierda y en el tramo final de la primera parte el Pucela pareció entonarse.

Mamadou Sylla, que había jugado muy lejos de su zona de influencia, empezó a mostrarse en el área de Juan Soriano. Víctor Meseguer buscó una primera asociación con el delantero que no fructificó, pero que dio combustible al ariete. Los futbolistas del Real Valladolid reclamaron una mano de Aitor Buñuel en el área, aunque el VAR sólo detectó el hombro del reconvertido lateral derecho. Luego, llegaron las únicas acciones claras de la primera mitad: Sylla se elevó majestuosamente para rematar solo un centro de Luis Pérez, pero el giro de cuello no resultó efectivo y el balón salió junto al palo derecho de Juan Soriano. El 'huy' quedó flotando en la grada de Zorrilla y sirvió como toque de corneta. Minutos más tarde, Sylla ejecutó un recorte en el área y soltó un latigazo ante el que portero visitante respondió con una gran parada. El fin de la primera parte frenó esta versión algo más afinada del Real Valladolid y Boyomo remató alto en un saque de esquina antes del paso por vestuarios.

El Tenerife pareció salir con una marcha más, con la inclusión de Elady Zorrilla por Sergio González y el cambio de banda de Waldo Rubio. Sin embargo, todo quedó en un espejismo porque el Real Valladolid volvió a asir el bastón de mando y, gradualmente, empezó a embotellar al Tenerife en su área, en busca del sopapo definitivo. Un remate flojo de Monchu a centro de Iván Sánchez inició las aproximaciones locales, cada vez más intensas. El Pucela subió la temperatura en el césped con la entrada de Raúl Moro y empezó a hornear el encuentro. Juric apareció por la zona de vanguardia con disparos lejanos. Iván Sánchez estuvo a punto de encontrar oro con un lanzamiento que desvió Mellot y que estuvo a punto de convertirse en un autogol.

En medio de la superioridad del Real Valladolid, Sylla intentó rematar un centro de Luis Pérez, al que no llegó y el balón rechazado le cayó a Monchu, que armó la pierna con gran técnica para descerrajar el 1-0, mientras Sylla hacía todo lo posible por apartarse desde el suelo de la trayectoria del balón. El VAR no vio fuera de juego del delantero, que no tocó la pelota, y el golazo de Monchu subió felizmente al marcador.

El marcador pudo ampliarse cuando Escudero chascó su látigo con un disparo durísimo que Soriano tocó y que acabó golpeando en la cepa del poste. Asier Garitano dio entrada a Ángel para buscar la pólvora inexistente en el Tenerife y los chicharreros se animaron, pero la zaga blanquivioleta y Masip solventaron los fuegos del tramo final, con minutos agobiantes. Ya en el tiempo añadido, Juric estiró la pierna para abrir el balón a Luis Pérez, que le colocó la pelota al recién ingresado Lucas Rosa. El brasileño se sacó de la manga un gran lanzamiento que mandó a gol, lejos del alcance de Juan Soriano. El 2-0 en el minuto 91 acabó con cualquier conato de sufrimiento y dio al Real Valladolid una victoria merecida. No fue la tarde más brillante, pero el triunfo vale su peso en oro y el Pucela volvió a imponer su ley en el fuerte de Zorrilla. Otros tres puntos al zurrón.