Un Real Valladolid encomendado a Cyle Larin en la batalla final

En la capacidad goleadora de Cyle Larin están puestas gran parte de las expectativas de permanencia del Real Valladolid en la élite. El delantero canadiense lidera la tabla de realizadores del Pucela este curso con ocho tantos desde su llegada en el mercado invernal. Ahora, Larin y el resto de la plantilla blanquivioleta ven asomarse en el horizonte la batalla final ante el Getafe (domingo 4 de junio, 21 horas, José Zorrilla), un partido que decidirá si el Real Valladolid sigue en Primera o da con sus huesos en Segunda División.

Larin es un tipo muy profesional, por momentos imperturbable, aunque esa seriedad que muestra en sus comparecencias ante la prensa enmascare algunos rasgos de timidez. El canadiense sonríe abiertamente cuando se le desea 'good luck' y se le dice 'go for it' mientras se dispone a enfilar el camino hacia el vestuario. «Thank you», responde, con un brillo ganador en los ojos.

Larin está contento, concentrado y con ganas de aportar toda su calidad en el desenlace liguero. La temporada con el Real Valladolid le ha servido para fortalecerse, ya que en el Brujas belga no disponía de minutos. Ahora, quiere completar su misión. «Yo vine aquí para marcar goles y para jugar de nuevo, ya que no estaba jugando en mi antiguo equipo. Estoy muy feliz aquí. He marcado goles y espero marcar aún mis últimos goles para ayudar al equipo a salvarse. Yo siempre pongo por delante al equipo», declara Larin en inglés (el delantero aún no se atreve a soltarse con el español en sus comparecencias ante la prensa).

Hay una palabra que el goleador canadiense repite muchos estos días: 'confident' (seguro, confiado). Así es cómo ve Larin al Real Valladolid en los días previos al choque ante el Getafe, un partido en el que la victoria salvará al Pucela ante su público (y un empate si el Almería pierde ante el Espanyol). «Creo que el equipo está seguro para ganar este partido. Creo que finalizaremos el trabajo. Estamos trabajando duramente y lo seguiremos haciendo esta semana para estar seguros de que focalizamos en los detalles. Creo que ganaremos», dice Larin. Y ensaya una tímida sonrisa cuando se le pregunta si se imagina anotando el gol decisivo para la salvación: «Ojalá pueda lograrlo, pero para mí sería igualmente importante que lo consiguiera otro compañero. Sé que los aficionados estarán apoyándonos hasta el final y que nos ayudarán a ganar».

La pasada jornada en Almería, el canadiense se jugó la quinta amarilla de la temporada en la última acción del partido, justo antes de que el colegiado pitara el final del choque. Afortunadamente para los intereses pucelanos, Larin no recibió una amonestación funesta que le habría impedido jugar en el desenlace liguero ante el Getafe y que habría privado al Real Valladolid se su gran referencia ofensiva. «Estaba pensando en ello durante todo el partido. Intenté mantener el sosiego. De todas maneras, todo el mundo me recordaba que debía mantener la calma. Pero este domingo no estaré tan calmado y lo daré todo para ganar el partido».

A sus 27 años, y con una experiencia profesional que abarca clubes como el Orlando City de la MLS estadounidense, el  Zulte Waregem  belga, el Besiktas turco, y el Club Brujas belga, Larin vivirá por primera vez un partido de este tipo, con la permanencia en la élite en juego y grandes cargas de tensión dentro y fuera del campo. «Nunca he formado parte de una situación de este tipo. Sin embargo, me lo tomo como otro desafío en mi carrera. Yo vine aquí para ayudar al Real Valladolid a mantenerse en Primera División con mis goles. Espero hacerlo. Daré lo máximo para marcar de nuevo el domingo».

Larin ha anotado ocho goles este curso, los dos últimos de penalti ante Atlético de Madrid (trigésima segunda jornada) y en la victoria frente al FC Barcelona (trigésima sexta jornada). La vigilancia sobre él de los defensas rivales se ha incrementado después de su fecundidad realizadora inicial, cuando logró perforar las porterías rivales en sus dos primeros partidos como blanquivioleta y sumó posteriormente cinco goles en ocho encuentros. Últimamente, y como él constata en cada choque, «siempre» tiene «a dos tipos» sobre él con férreos marcajes. «Sin embargo, he seguido marcando goles. Y, si no lo hago yo, lo están haciendo otros compañeros», subraya Larin, en referencia a los espacios que se abren en otras zonas del campo debido la hipervigilancia a la que es sometido.

El delantero vuelve al término 'confident' para explicar que el equipo se siente seguro y confiado para ganar el domingo al Getafe, una situación que le daría la salvación, sin esperar carambolas como la que sucedería en caso de empate (el Almería tendría que perder entonces ante el Espanyol para que el Real Valladolid se mantuviera). «Creo en este equipo. Hemos ganado partidos muy difíciles. No importa si este va a ser un encuentro muy físico: nosotros mostraremos el mismo nivel físico que traiga el rival».

Al Getafe sí le vale el empate matemáticamente para salvarse y Larin puede sufrir aún más la defensa del equipo de José Bordalás, que sabe que si se blinda seguirá en Primera. «Sí, espero un partido duro, con dos defensas marcándome continuamente. Pero eso permitirá que haya otros jugadores abiertos. Creo que, aunque intenten defenderse durante 90 minutos, el gol podrá aparecer en cualquier momento. Nuestros seguidores nos estarán apoyando y habrá un gran ambiente en el estadio para ganar el partido».

Larin espera un Zorrilla a reventar, un aspecto «muy importante» que ya sirvió para certificar la victoria ante el FC Barcelona hace dos jornadas. «El domingo, habrá aún más gritos de apoyo y será mejor. Es una final y nuestra oportunidad de seguir en Primera».

El delantero canadiense está cedido por el Brujas belga, pero el Real Valladolid mantiene una opción de compra a final de temporada. Larin no quiere detenerse mucho ahora en lo que pasará con él la próxima temporada ya que está «enfocado únicamente» en el choque ante el Getafe. «Esto es lo más importante para mí y para el equipo ahora mismo. Una vez que ganemos, ya se verá. Estoy feliz aquí, pero lo más importante es ahora el partido del domingo».

Go for it, Cyle.

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