El Real Valladolid encarrila la Copa

El Real Valladolid dominó el juego casi desde el pitido inicial. El apagón de 20 minutos que marcó el inicio del encuentro no desconcentró a los de Sergio, que con dos golpeos de Verde se fueron al descanso con ventaja. Y se fueron, más allá del acierto espectacular del italiano en los disparos a puerta -tres chuts, dos goles-, porque el equipo se tomó muy en serio el partido. Con aplomo, con criterio, con Borja y Anuar mandando en el centro del campo y ayudando a Joaquín y a Luismi, el Valladolid casi hacía lo que le interesaba en cada momento con el animoso Mallorca.

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Luismi, algo inseguro y dubitativo en las acciones cerca de la frontal del área, no fue muy exigido por Álex López, y por la banda izquierda los dos canteranos -Moi y Zalazar-, mantuvieron el tipo con solvencia. Como solvencia demostró Plano en el primer tiempo para manejarse por todo el frontal del ataque y convertirse en un enigma para los defensas, que fijados al eje por un Miguel muy trabajador y rápido, no encontraban manera de parar ni al madrileño ni a Verde.

La continuación tuvo menos fútbol y más errores. La lluvia acabó por pesar sobre los borceguíes de los jugadores, y pese a que en ciertos momentos el Mallorca apretó lo suficiente como para hacer su gol, el Valladolid se mostró muy tranquilo y cómodo en el juego. Tuvo varias ocasiones, incluso, para hacer un par de goles más, pero en una el auxiliar se equivocó y señaló un fuera de juego inexistente a Anuar y en la otra el ceutí, incansable, se estrelló contra el portero tras una gran jugada de Miguelín.