El Real Valladolid despide el año con otra derrota preocupante

El último once blanquivioleta del año llegó con regalo inicial para la cantera. Manu Pozo apareció como extremo derecho por las molestias de Iván Sánchez, pero sólo tuvo un papel espumoso. El futbolista del filial, que ya había debutado el curso pasado de la mano de Pacheta con el primer equipo saliendo desde el banquillo frente al Athletic Club en Primera, acabó 2023 con su primera titularidad en categoría profesional. Isra Salazar, delantero del Promesas, se mantuvo en la punta de un ataque sin filo, con Mamadou Sylla ya en la convocatoria, aunque reservado de inicio tras su recuperación exprés. La vuelta de Escudero al lateral izquierdo (por Lucas Rosa) y la presencia de Joni Montiel en la mediapunta (en lugar de Kenedy) fueron los otros dos cambios sin éxito con respecto al once ante el Villarreal B. En el Racing de Ferrol, Cristóbal Parralo repitió la misma alineación que ganó al Tenerife la pasada jornada, con el exblanquivioleta Álex López en la medular, y se llevó el botín.

fEl Real Valladolid compareció con ánimo gélido y pronto se vio a expensas de un rival mucho más aguerrido. Un primer balón de Heber Pena al área de Masip inauguró las acciones verticales de los gallegos, con mucho aprovechamiento de las bandas, por donde clavaron sus puñales Heber y Carlos Vicente. El Pucela trató de encomendarse a la punción de Pozo por la derecha, pero el extremo quedó muy atrapado en la telaraña ferrolana. El acaparamiento de la pelota por parte blanquivioleta no tuvo la punción necesaria para inquietar a Cantero. Sólo un centro de Luis Pérez que Monchu remató alto dio algo de carrete a un Real Valladolid que empezó a apagarse conforme avanzaba la primera parte, como ya le sucedió en este mismo escenario ante el Amorebieta.

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El Racing de Ferrol siguió ajustado a su plan de llegar rápidamente a terreno pucelano. Iker Losada no se lo pensó al soltar un latigazo desde la frontal que Masip sintió pasar cerca del poste. Montiel jugó desenchufado por momentos, pero logró algunos pases de calidad entre líneas que no culminaron en remates con fuego real. El Racing de Ferrol, bien plantado, empezó a cortar las vías a un Pucela cada vez con menos ideas. Raúl Moro tampoco logró encender la bombilla por la izquierda, salvo en una internada puntual, pasada ya la media hora de juego, que acabó con disparo mordido. Para colmo de males, el extremo se rompió en una arrancada y, antes de que dejase su lugar a Tunde, llegó el jarro de agua helada con el gol de Álvaro Giménez que retrató las carencias locales. Un pase de Iker Losada tras una acción sin oposición por la banda izquierda del Racing de Ferrol permitió el remate a placer del delantero. El 0-1 dejó sonado al Real Valladolid, que se vio al borde del ataque de nervios con un remate fuera de Carlos Vicente y un disparo de Álvaro Giménez en el que Masip se empleó a fondo. Sólo en el tiempo de descuento de la primera parte, pareció surgir un rayo de esperanza, cuando Montiel filtró un gran pase a Salazar, que cayó en el área ante Jon García. Fuentes Molina vio penalti, pero el VAR le llamó y, tras consultar el monitor, invalidó la pena máxima y amonestó al delantero del Pucela por fingir la caída.

El equipo de Pezzolano salió con otra marcha en la segunda mitad, pero el Racing de Ferrol aprovechó una contra rápida para meter el miedo en el cuerpo, en una acción que salvó Luis Pérez. Tunde, a trompicones, y Salazar empezaron a probar a Cantero en la otra orilla sin éxito. Pezzolano introdujo toda la pólvora posible, con las entradas de Sylla, Kenedy e Iván Sánchez, en busca de mayor generación ofensiva, con la idea de solucionar el evidente ofuscamiento en ataque. Las urgencias crecían para un equipo que juega frecuentemente sobre el alambre y se encomienda a milagrosas remontadas de última hora. El Racing de Ferrol mantuvo la compostura en los minutos de más acoso blanquivioleta, con Tunde obligando a la estirada de Cantero y Boyomo rematando alto un córner. Iván Sánchez entró en combustión por la derecha. El Pucela recuperó cierto color con los cambios, pero los gallegos capearon el temporal y algunos acercamientos al área de Masip anudaron gargantas en acciones de ida y vuelta. El Real Valladolid no encontró la forma de romper el efectivo esquema del Racing de Ferrol. En un partido muy pedestre, el equipo de Pezzolano jugó a la desesperada en busca de un gol que le permitiese maquillar el desastre. Lo pudo lograr Escudero, tras un envío magistral de Kenedy a Tunde, pero el lateral izquierdo se hinchó de balón y remató a la grada. Una mano de Cubero al borde del área acabó con un cabezazo alto de Torres, en otra acción que pudo cambiar el guión final. Esta vez no hubo goles heroicos y el partido se fue por el desagüe. La primera vuelta acaba con dos derrotas seguidas y fuera de los puestos de ascenso directo. El Real Valladolid empezará 2024 obligado a mostrar otra versión. La imagen ahora es preocupante.