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Mala imagen, mal resultado... Los síntomas son preocupantes. El virus que padece el Real Valladolid lejos del José Zorrilla ahora también le afecta en su campo. Si como local había dado muestras en muchos partidos de ser un equipo sólido y competitivo, sumando puntos, frente ... al Athletic de Bilbao ya no vale ese argumento al que agarrarse. Las sensaciones son malas. En caliente, dejan mucho que desear. Esfuerzo sí, voluntad toda la del mundo y más, pero con eso no le da. No estuvo bien.
El Athletic de Ernesto Valverde, más fuerte y más rápido, sacó los colores al equipo pucelano que no fue ni la sombra del de anteriores jornadas. Blando en defensa e inofensivo en ataque e incluso en ocasiones con la imagen de un equipo derrotado. Sí, es verdad que con un atisbo de reacción con el gol de Larin. Y lo peor no es la derrota, es cómo se produce frente a un rival que tampoco llegaba en su mejor momento. Se está convirtiendo el equipo de Pacheta en una medicina revitalizante para los rivales.
Real Valladolid
Asenjo, Fresneda, El Yamiq (Joaquín, min. 46), Javi Sánchez, Escudero (Pozo, min. 72), Monchu. Kike Pérez (Sergio León, min. 58), Plata, Iván Sánchez (Aguado, min. 58), Plano (Olaza, min. 72) y Larin.
1
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3
Athletic de Bilbao
Agirrezabala, De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri (Zárraga, min. 90), Dani García, Vesga, Niko Williams (Balenciaga, min. 90), Sancet (Muniain, min. 83), Iñaki Williams (Raúl García, min. 83) y Guruzeta (Berenguer, min. 75).
Goles: 0-1, min. 30, Íñigo Martínez.
0-2, Guruzeta, min. 57. 1-2, Larin, min. 74. 1-3, Vesga (p), min. 78. Árbitro: Alberola Rojas, del comité castellano-manchego. Amonestó a Javi Sánchez y Larin por el Real valladolid y a Yuri y Vesga por el Athletic.
Incidencias: 21.707 espectadores en el José Zorrilla.
Y eso que comenzó con ritmo el partido, con rapidez. De hecho, el conjunto de Ernesto Valverde trató de sorprender en los primeros segundos de partido, en los que El Yamiq tuvo que enviar a saque de esquina un centro de De Marcos. Si era una declaración de intenciones, el Pucela aceptó esa propuesta y respondió con un lanzamiento de Kike Pérez, sin problemas para Agirrezabala. Poco se imaginaba entonces lo que le esperaba.
Los dos equipos miraban hacia la portería contraria. Ahora llegaba el Athletic (una mala comunicación entre Asenjo y El Yamiq provocó otro saque de esquina para el Athletic y el cabreo del portero del Pucela), ahora Larin ponía el grito de emoción de los aficionados en un mano a mano del delantero canadiense con Agirrezabala que ganó el portero visitante, aunque el asistente había levantado la bandera por fuera de juego. Y el delantero no llegó a un centro demasiado fuerte de Plano.
Fue un comienzo esperanzador. Pero poco a poco, el Athletic fue creciendo. La mejor jugada del Athletic Club, o al menos la más clara fue una pared entre De Marcos e Iñaki Williams para que el pase atrás lo finalizara Vesga. Detuvo muy seguro Asenjo. El choque estaba bonito, porque ninguno de los dos equipos renunciaba al ataque, con mucho juego directo.
Pero ese ida y vuelta, hasta ese momento, beneficiaba más al Athletic. En esa fase generaba más peligro. Llegaban y además finalizaban. Sin acierto, pero terminaban la jugada. Con espacios, el conjunto vasco es muy rápido. Tiene jugadores para ello, con dos cohetes como los hermanos Williams, que buscaban desbordar una y otra vez. Curiosamente el Athletic se iba a adelantar en el marcador a balón parado, en una falta que golpeó Íñigo Martínez. El disparo del internacional español pegó en Óscar Plano para cambiar la trayectoria y despistar a Asenjo.
El gol dejó tocado al Pucela. Ya no llegaba con tanta claridad al área el conjunto de Pacheta. Ni llegó en todo lo que quedaba de primera parte. El partido era del Athletic, que tenía la ventaja y el control del balón. Estaba cómodo, en su ambiente, lluvia incluida. Creaba peligro adelante y atrás no tenía problemas. Tampoco se los creaba el conjunto de Pacheta en el que lo mejor lo aportaba Fresneda. Lo mejor que pudo pasar era que llegara el descanso.
Pacheta se vio obligado a cambiar su pareja de centrales. Joaquín sustituyó a El Yamiq. Y parecía que salía con otra determinación el Pucela. Fue breve, se quedó en un intento, porque el Athletic volvió a tomar el mando. Y ya se sabe que quien tiene el mando... Lo tenía muy claro el equipo de Valverde, tan claro que Guruzeta iba a dejar el partido muy complicado para el Pucela. El delantero vasco le tiene tomada la medida al Pucela.
Seguía sin reaccionar el Valladolid desde el segundo tanto. Es más, el Athletic sigue pisando el área rival. Necesitaba un giro, algo a lo que agarrrarse el Pucela para recuperar la fe. Y la encontró en un chaval de la cantera, Pozo. Al menos le dio otro aire. Primero le puso un balón a Larin, que tras fallar en el tiro, vio al canterano, pero el tiro del chaval salió desviado. Fue de lo mejor o de lo poco a salvar. Fue uno de los nombres de la reacción.
Larin volvió a marcar y durante unos instantes había lugar a creer que era posible, así lo entendió la grada. Pero la alegría duro poco, como suele pasar en la casa del pobre. Y de la ilusión, de bruces con la cruda realidad. Un centro de Iñaki Williams dio en la mano de Joaquín y el árbitro pitó penalti. Vesga hizo el tercero. Y aún pudo marcar el cuarto en un lanzamiento de Vesga que se estrelló en el poste de la portería de Asenjo. Es de esperar que el parón en la competición sirva para limpiar la cabeza de los jugadores. Buena falta hace.
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