El Real Valladolid compite ante un Betis muy superior

Pese a todo, las sensaciones transmitidas por el Valladolid fueron positivas. Con el ritmo y la velocidad mostradas ante uno de los gallitos de la Liga Santander, ganará muchos partidos en la SmartBank.

El arranque del duelo fue trepidante, puramente copero. Pacheta ya había dicho que no iba a especular con el resultado. Y a fe que no lo hizo. La entrada de Narro, extremo, y Fresneda, lateral, formó una banda bisoña, pero con hambre y calidad. La suficiente como para generar el peligro por esa zona. Fueron 15 minutos de toma y daca, de fútbol en estado puro. Llegada de uno, contrallegada del otro. Espectáculo y la confirmación de que el Pucela tiene dos diamantes sin tallar. en el lateral y en el extremo Fresneda, que se dio el lujo de sacar un balón en la esquina con pisadita incluída ante Fekir, recibió la primera lección de fútbol profesional de su vida: fue tras romper la presión de tres jugadores del Betis en la banda con un autopase de tacón. Borja Iglesias le envió al suelo inmediatamente para que el chaval, que apunta mucho, tenga claro a qué deporte está jugando.

Pero al Betis no le terminaba de interesar esa forma de partido. Su calidad es mayor y abrir el encuentro era dar ventaja al inferior. Así que lo paró. En seco. Fekir retrasó unos metros su posición y empezó a ordenar a los suyos. Ni Mesa ni Anuar pudieron frenarle. El francés, que ayer tenía el día inspirado, manejó el ritmo del partido, situó a los suyos como quería y les hizo jugar. Con un media punta el cuadro andaluz se bastaba para atacar más que el Pucela con dos delanteros. Y como la calidad es lo que importa, en dos acciones los verdiblancos mataron el encuentro, Primero Carvalho y luego Fekir bajaron los humos al animoso Pucela, que tras los minutos de asimilación de los dos golpes, volvió a crecer y a combinar en busca del gol. Lo tuvo Weissman tras gran pase de Narro. Joel le achicó todos los espacios al israelí.

Con todo, el problema del partido, más allá de la calidad del rival, estaba en la manera del Pucela de situarse sobre el campo. La banda derecha cumplía de sobra, pero ni Anuar es el complemento de Mesa ni Cristo es el acompañante de Weissman. Al Valladolid le sobraba alguien arriba y le faltaba en el centro del campo, aunque por momentos no lo pareciera porque el equipo seguía llegando con claridad al área de Joel. Sin puntería, pero llegando.

Cabía confiar en una reacción. No ha lugar. Borja hizo el tercero y Pacheta empezó a meter cambios y reservar a Mesa, Weissman, Toni... Solo quedaba disfrutar de un partido de fútbol ya resuelto.