Últimamente oímos hablar del Pucela como un equipo competitivo, difícil de ganar y que no se da por vencido en casi todos los encuentros. Hay quien encontrará casi ofensivas estas palabras, pues a un conjunto de Primera hay que exigirle precisamente eso, que compita y ... dé la cara. Los hombres de Sergio, en palabras de gente como Míchel, admitían días antes del enfrentamiento ante el Athletic que firmaban un empate; declaraciones que no sentaron muy bien a parte de la afición. El Real Valladolid, equipo que no sabe lo que es ganar ante su público, volvía a comenzar un partido dando la sensación de salir a no perder.
Pese a los malos primeros minutos, el Pucela pudo incluso adelantarse en el marcador, pero un fallo de Ünal y la calidad de Williams nos condenaron. Parecía que la velocidad de los leones nos sentenciaría, pero de nuevo Sergio nos cerró la boca a muchos introduciendo a Porro y De Frutos por la derecha, jugadores que cambiaron el signo del partido. La confianza del técnico en Masip, desoyendo los ecos madrileños que piden a Lunin, terminó de salvar el encuentro.
De nuevo toca dar las gracias por jugar en Primera, mientras otros históricos ocupan plazas de descenso a Segunda B. Es cierto que tenemos que estar contentos de no tener que volver a ver esperpentos en campos que hoy nos parecen lejanos, pero también hay quien exige más a su querido equipo. Competimos, damos la cara y sumamos en lugares como San Mamés, pero en ciertos partidos nos queda la sensación de que se podía haber hecho más.
Ante el Eibar, toca sumar una victoria de esas que convenzan a la afición. Tenemos que salir enchufados e intentar golear. Las excusas sobre el poco presupuesto deben dejar paso a un encuentro intenso, desde el primer segundo. El público de Zorrilla agradece siempre el esfuerzo de los suyos y está deseando saborear el botín de los tres puntos. Valoramos mucho el trabajo de Sergio, pero es hora de dar un paso al frente y ver durante más minutos al Real Valladolid de la segunda parte en Bilbao. Nuestro himno reza aquello de: 'Salimos a jugar, ánimo a ganar'. Un empate en plazas como San Mamés se aplaude y se agradece, pero muchos opinan que no debería firmarse antes de saltar al campo. Ante los de Mendilibar, solo firmo una victoria por más de un gol.
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