Plaza durante el primer entrenamiento con el Real Valladolid, en enero de 2019. R. Gómez

El Real Valladolid centra en dos causas la cadena de lesiones de Stiven Plaza

El club lo atribuye al cambio de método de entrenamiento de Ecuador a España y la ansiedad del jugador

Jueves, 19 de marzo 2020, 07:45

El club lo atribuye al cambio de método de entrenamiento de Ecuador a España y la ansiedad del jugador

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E. de la P.

valladolid. Desde que llegara en el mercado de invierno de 2019, Stiven Plaza ha encadenado una lesión tras otra. Hasta seis. Y ... en el club consideran que el cambio de metodología en los entrenamientos de Ecuador a España, combinado con la ansiedad del jugador por demostrar todas las esperanzas que hay puestas en él, están en el origen de tantas lesiones. Eso sí, nunca ha repetido zona: rodilla (luego recayó), aductor, bíceps femoral, recto anterior...

El último de los contratiempos se produjo en el último partido antes del parón, frente al Alavés B. Stiven saltó desde el banquillo al campo y a los 10 minutos regresó a la banda lesionado. Un golpe duro, especialmente en lo mental, para el ecuatoriano. El jugador ahora mismo no ve el final del túnel y comienza a sufrir en su ánimo y en su confianza los zarpazos que suponen cada nueva lesión. El delantero ecuatoriano acumula cinco meses, entre unas lesiones y otras, en la enfermería. Mucho tiempo y mucha complicación para un futbolista joven y que necesita jugar para crecer profesionalmente

¿Hay una causa para que un jugador se lesione seis veces en un año? Por lo general no existe una sola respuesta a esa pregunta. Y más cuando se producen en zonas distintas del cuerpo. Es cierto que salvo la primera, producto de una entrada fea de un jugador del Espanyol que le provocó problemas en la rodilla y de los que luego recayó en el Mundial sub 20, el resto fueron de tipo muscular, en zonas relacionadas con el golpeo del balón y con su explosividad. Y es que no hay que olvidar que la forma de jugar de Plaza es un añadido a los factores de riesgo. Los velocistas son más propensos que otro atletas a las lesiones musculares precisamente por la exigencia a la que someten a la musculatura, a la que obligan a trabajar en déficit de oxígeno continuamente. El cuerpo de Plaza está preparado para contrarrestarlas de manera natural, así que en ellas no está la causa.

En el cuerpo médico del Real Valladolid se barajan ahora mismo dos claves para explicar el problema: la diferencia del tipo de entrenamiento de Ecuador a España, por un lado, y el estrés al que se somete el futbolista de manera involuntaria al autoexigirse.

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La que se entiende como más determinante para explicar la situación del joven jugador sudamericano es la primera. La forma de entrenar del fútbol español y el ecuatoriano no tiene nada que ver. Son metodologías muy diferentes, marcadas tanto por el clima como por el nivel del campeonato y el grado de profesionalismo y competitividad de una y otra competición. No es una mejor que otra, son sencillamente distintas. Y a Plaza le ha costado, le está costando, mucho que su cuerpo se adecue a los nuevos métodos.

El problema de la autoexigencia tiene una solución diferente, y para ello trabajan los psicólogos del club con el futbolista. Plaza es muy consciente de todo el ruido que se formó a su alrededor con su fichaje y de que por ahora no ha cumplido las expectativas que se han puesto sobre su figura. Este miedo a decepcionar, explican desde el club, le empuja a un grado de estrés que acaba pagando su notable musculatura. Solucionarlo es un problema que lleva tiempo y para el que hay que ser paciente, muy paciente.

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En cualquier caso, el caso de Plaza ha servido para que en el club se establezca un protocolo distinto respecto a la manera de incorporar a los entrenamientos a los jugadores sudamericanos que llegan y se hayan buscado sistemas mucho más progresivos.

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