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El Real Valladolid tiene otra prueba de fuego en esta carrera de fondo en la lucha por un puesto que da acceso a LaLiga Santander por la vía rápida. Los pupilos de Pacheta visitan Anduva este domingo (16:15) para enfrentarse al Mirandés en el ... penúltimo derbi regional que los blanquivioletas afrontarán esta temporada. Los jabatos ocupan la decimocuarta posición, una plaza cómoda, el descenso se vislumbra lejos, a doce puntos y los puestos de 'play-off' se encuentran a once puntos. Con 18 en juego, para los rojillos alcanzar las primeras posiciones se convierte, prácticamente, en una utopía. El Mirandés se encuentra en una cómoda tierra de nadie, con la permanencia encarrilada y afrontan un final de liga con todo por ganar y nada que perder. En sus filas se encuentran hasta quince jugadores cedidos con una edad comprendida entre los 21 y 25 años. Para ellos los últimos partidos servirán de escaparate para atraer la mirada de nuevos futuros equipos.
Uno de los hombres que mantuvo el timón del Mirandés esta temporada fue Lolo Escobar. El entrenador dombenitense estuvo al frente del conjunto jabato hasta la jornada 27. Para Lolo, el equipo al que le guarda un enorme cariño «va a seguir luchando para estar lo más arriba posible». «Hasta que matemáticamente no este conseguido la permanencia, el objetivo no está conseguido. Hay que llegar a los 50 puntos, es una cifra que está cerca, pero no se ha conseguido», reitera el exentrenador jabato que comenta que los jugadores que están cedidos en la disciplina rojilla «quieren estar mejor vistos el año que viene para atraer las miradas de sus futuros equipos». «No se van a rendir, son muy jóvenes, tienen hambre y no se van a acomodar por estar cerca del objetivo. Van a pelear hasta cerrarlo y quedarse tranquilos».
Lolo advierte de las fortalezas del que fue su equipo. «Dentro de una dinámica positiva y ganadora es un equipo muy difícil de ganar, se ha dado con la tecla». De los 46 puntos que el cuadro jabato atesora, 32 los ha sumado en Anduva. Además, presentan una importante capacidad anotadora. Pese a su situación clasificatoria, los rojillos están en el podio de los equipos más goleadores. En su feudo han anotado 34 goles, los mismos que el Real Valladolid y Cartagena. «Los jugadores de tres cuartos de campo hacia adelante tienen una gran capacidad de generar peligro, ha sido así toda la temporada, no ha cambiado ahora y van a seguir teniendo ese potencial goleador».
El fortín de Anduva va a apretar, el aliento de sus leales aficionados han servido para que los rojillos hayan encadenado cuatro victorias consecutivas y se convierta en una pesadilla para sus rivales. «El Real Valladolid tiene que estar preparado para sufrir, Anduva se vuelca con su equipo y para el rival es muy difícil de jugar», comenta el exentrenador rojillo.
Luis Mariano Minguela, histórico jugador del Real Valladolid que conquistó Copa de la Liga en 1984, cree que al ser un derbi regional, la tensión va a ser el principal ingrediente en el que está en juego el orgullo. «El Mirandés, al no jugarse nada, va a salir sin nervios y presión y eso te puede permitir hacer un gran partido. El Real Valladolid tiene que salir a morder. Cada partido va a ser una final». Minguela espera a un Mirandés «intenso, que va a correr y presionar». Para ello, el Real Valladolid tiene que salir «preparado y concienciado de lo que se está jugando y no dar concesiones». «El Real Valladolid tiene una solidez importante, comete algún error que le cuesta goles, pero si afronta el partido con seriedad y rigor puede ganar a un Mirandés que viene en un estado de forma extraordinario. Tienes que ir con la convicción de saber a lo que te enfrentas».
Luis Miguel Gail, autor del último gol en el viejo José Zorrilla, coincide con Minguela con el tipo de partido que se van a encontrar los blanquivioletas, «un partido de rivalidad entre dos equipos de la comunidad». Gail manifiesta que el Mirandés va a llegar a la cita «dolido» con ganas de «resarcirse por la derrota ante el Amorebieta». Además destaca que va a ser un partido «complicado, en un campo que no se nos da bien». No en vano, en sus tres visitas a Anduva, el Real Valladolid no ha ganado ninguno de ellos y tiene un bagaje de dos empates y una derrota. El antecedente más reciente aquel empate a dos del Real Valladolid de Paco Herrera en la temporada 2016-17 en el que los jabatos igualaron el 0-2 favorable a los blanquivioletas en la segunda parte. «Normalmente, el equipo que juega en casa juega con más intensidad. Ante tu público siempre quieres hacer las cosas bien. Es un campo en el que la afición está cerca y presiona, pero el Real Valladolid se tiene que sobreponer a todo».
El exjugador blanquivioleta sabe como se vive este tipo de partidos en el que está en juego el ascenso a Primera División. En su currículum tiene dos ascensos, el primero con el Real Valladolid en la temporada 1979-80 y el segundo con el Real Betis en el curso 1989-90. «Hay que olvidarse de la clasificación, el Real Valladolid tiene que tener una motivación superior porque es el equipo que quiere subir a Primera División».
Gail y Minguela coinciden en que los de Pacheta no deben acusar el golpe anímico vivido ante el Almería. «Ese tipo de goles hay que corregirlos en los partidos siguientes para no caer en los mismos errores, poner más atención porque si te relajas el rival te marca gol. El partido ante el Mirandés hay que afrontarlo con el mismo ímpetu, ganas e interés que el día ante el Almería», comenta Minguela. En esa postura coincide Gail. «Un equipo que quiere ascender no puede acusar ciertos golpes, estoy convencido de que se van a sobreponer y no les va a desmotivar para afrontar el resto de partidos».
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