El Real Valladolid, a Anduva con dudas en las dos áreas

El Real Valladolid ha ido cargando en su mochila de optimismo durante la segunda vuelta -ahora es el segundo mejor equipo con 29 puntos por los 30 del Girona- pero también lleva piedras pesadas a la espalda que dificultan la trayectoria hacia el objetivo deseado. Las lesiones, las sanciones y los escandalosos fallos defensivos están perjudicando a un Real Valladolid que este domingo en Anduva tiene otra prueba de fuego ante un CD Mirandés que se está mostrando implacable en su casa desde la llegada de Joseba Etxeberria al banquillo burgalés.

Las dudas le llegan en las dos áreas. Y comenzando por la propia, el conjunto de Pacheta acumula nada menos que diez jornadas consecutivas sin dejar la portería a cero. Dato curioso porque hasta entonces, el Real Valladolid llevaba 13 partidos sin encajar. Es la primera vez, por tanto, que le sucede esta temporada. Desde la jornada 27 ante el Girona (2-2) a la 36 frente a Las Palmas (2-2), Jordi Masip ha tenido que recoger el balón del fondo de las mallas un total de 16 ocasiones... (1,6 goles por partido) cuando en las primeras 26 jornadas del campeonato solo habían sido 24. Es decir, 0.92 goles por partido. El cambio es radical en este sentido. En cinco de esos diez partidos el rival ha logrado dos goles: Girona (2-2), Cartagena (2-3), Málaga (2-2) y Almería (2-2); y una ocasión tres, el 3-0 encajado en Oviedo.

Errores garrafales

Esas dudas atrás vienen cimentadas por groseros errores en acciones que le han costado goles en contra al Real Valladolid y, lo que es peor, puntos en partidos que habrían podido terminar con un resultado bien diferente para los de Pacheta. Sin ir muy lejos, el tanto de Ramazani que abrió el marcador a los 20 minutos para el Almería en Zorrilla el pasado sábado cuando a Masip se le escapó el cuero de las manos en un centro lateral, o los dos goles ante el Málaga la jornada anterior: el tanto de Brandon a los cuatro minutos con un balón largo a la espalda de la zaga en pleno centro del campo con la defensa adelantada tirando mal el fuero de juego Joaquín, o el 2-0 de Vadillo con un mal despeje de Joaquín y con Masip fuera de la portería; sin dejar de lado el innecesario manotazo de El Yamiq en el 88 que fue castigado como penalti ante el Girona y que supuso el empate de los catalanes en Zorrilla.

Quizá esos vaivenes defensivos tengan que ver con los numerosos cambios en la zaga que ha sometido Pacheta a la zona defensiva, unos voluntarios y muchos de ellos obligado por las bajas y sanciones, y que de nuevo tendrán su prolongación este domingo en Anduva. Ya es segura la baja de Javi Sánchez (rotura de fibras), y las dudas de El Yamiq (cambiado a los ocho minutos ante el Almería por molestias físicas); en otras parcelas del campo tampoco estarán seguros Toni Villa (sanción), Sergio León (sanción) y Óscar Plano (lesión), mientras que habrá que ver si Anuar está listo tras superar el covid y si Gonzalo Plata podrá ser de la partida tras su proceso gripal aunque todavía ayer solo se ejercitó en el gimnasio.

Las dudas arriba

En ataque el Real Valladolid sigue siendo una jornada más el máximo goleador de la Segunda División con 60 tantos a su favor. Pocos reproches se le pueden hacer al equipo de Pacheta en este sentido. Más bien ninguno. Los problemas para Anduva llegan en el apartado ofensivo por la gran cantidad de jugadores ofensivos que se van a quedar en 'casa' por diversos motivos y muchos de ellos con gran pegada.

Sergio León, sancionado, lleva 7 tantos; Toni Villa, sancionado, ha marcado 5; Óscar Plano, lesionado, 3; Javi Sánchez, lesionado, 2. Y a partir de ahí llegan las dudas con otros jugadores que también han marcado y que a día de hoy siguen en el alero como Anuar (3 goles), El Yamiq (2) o Gonzalo Plata (5), aunque el ecuatoriano parece haber superado su proceso gripal y si no hay más contratiempos parece destinado al once inicial o al banquillo el domingo ante el Mirandés. Si solo Plata está disponible, el Real Valladolid se presentaría en Anduva sin el 36,6% de sus goles en lo que va de curso. Y la cifra se iría hasta el 45% sin el ecuatoriano.