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Asier Illarramendi y Le Normand tratan de impedir el avance de Benzema. EP

Real Sociedad, la exquisita receta de Imanol Alguacil

Los donostiarras no conocen la derrota desde el pasado mes de octubre y llegan al partido en un extraordinario momento de forma

Chencho Alonso

Valladolid

Sábado, 4 de febrero 2023, 17:28

El proyecto 'txuri urdin' sigue creciendo con el paso de las temporadas y este curso apunta con fuerza a jugar la próxima edición de la Champions League. Alguacil, técnico de la Real Sociedad, ha dado con la dosis idónea de cada ingrediente para crear ... una receta exquisita. Varios puñados de trabajo diario, toques de pertenencia con base de operaciones en Zubieta, unas cucharaditas de personalidad arrolladora y una pizquita de sobresaliente gestión del vestuario hacen de su equipo un plato de alta cocina. Imanol manda y entre fogones dispone de unos artistas formidables.

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La Real demuestra en cada partido ser un conjunto muy trabajado tácticamente y que a partir de ahí, el talento de sus atacantes marca la diferencia. La semana pasada, con nueve bajas en su plantilla, se presentó en el Camp Nou y en el Santiago Bernabéu para disputar partidos de Liga y Copa y solamente recibió un gol. Este dato habla a las claras de la calidad defensiva del bloque guipuzcoano y sus 28 goles a favor en liga, solo superado por Real Madrid y FC Barcelona, lo hacen de su poderío ofensivo.

No pierde en liga desde el mes de octubre y hasta la igualada ante los madridistas acumulaba cinco victorias consecutivas. Equipo sólido, completo, dominador y en ocasiones implacable. Equipo que mezcla la vehemencia del talento más joven como Take Kubo o Martín Zubimendi, con la madurez alcanzada por los Mikel Merino o Mikel Oyarzabal y el sobresaliente rendimiento de los experimentados Asier Illarramendi o el mago canario David Silva.

Rombo en el centro del campo

El rasgo más distintivo de esta Real Sociedad de Alguacil es el dibujo en rombo que utiliza en el centro del campo y la ausencia de extremos puros. Un centro del campo que fusiona capacidad de sacrificio con una gran calidad técnica en todos los jugadores que lo forman. La base del modelo de juego del equipo se prepara aquí. Ninguno se escaquea a la hora de defender y ninguno se esconde cuando debe recibir el balón. Aquí manda un joven canterano, como es Martín Zubimendi, que se coloca siempre por delante de los centrales y es el faro que alumbra la fase de inicio del juego 'txuri urdin' con más de 41 pases completados por partido.

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A eso le añade una inteligencia táctica notable que le convierte en un gran recuperador y una pieza vital para la libertad del resto de sus compañeros. Normalmente escoltado por un Mikel Merino que vivía uno de sus mejores momentos profesionales, pero que será baja por una inoportuna lesión y un Brais Méndez que ha dejado perplejos a propios y extraños con su espectacular rendimiento en esta primera vuelta en la que ha generado de manera directa diez goles (siete tantos y tres asistencias). El gallego ha sacado el colmillo esta temporada y ha roto su techo goleador demostrando una gran capacidad de llegada desde segunda línea y siendo un destacado generador de ocasiones promediando 1,3 pases clave por partido. La baja de Merino debería ser reemplazada por Illarra o el jovencísimo Pablo Marín.

Salsa nipona y martillo noruego

En campo rival, la Real Sociedad de Imanol Alguacil exige muchísimo a sus contrincantes. Sin balón es el segundo equipo que más presiones exitosas realiza en el último tercio. La presión tras pérdida es obligatoria y sus futbolistas lo tienen grabado a fuego. Con balón es un equipo con capacidad de mantener la posesión cerca del área rival, aunque siempre buscando la profundidad de los desmarques de ruptura para terminar jugadas.

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Muy destacada es su efectividad en el remate ya que hay hasta diez conjuntos de la competición que han rematado más que los guipuzcoanos, pero solo el FC Barcelona dispara más entre los tres palos que la Real Sociedad (99; 43% efectividad). En la punta del rombo, sin David Silva, la responsabilidad recae sobre el japonés Takefusa Kubo. El nipón es el encargado de darle el toque diferente al ataque realista y destaca por su imaginación en el último tercio y su habilidad en el uno contra uno. Ha aportado tres goles y dos asistencias además de crear cuatro grandes ocasiones de gol.

Alguacil tampoco cuenta con los jóvenes Ali Cho y Umar Sadiq en la punta del ataque y, aunque poco a poco va recuperando a Mikel Oyarzabal tras su grave lesión, ha sido el noruego Alexander Sorloth el que se ha destapado. El punta nórdico está en racha y ha marcado en cinco de los últimos seis partidos. Su corpulencia invita a pensar en él como un perfil rematador, pero la apariencia en este caso sí engaña. Sorloth es capaz de asociarse en la elaboración del juego ofensivo, de atacar el espacio y de definir con mucha calidad. Acumula ocho goles y promedia más de dos remates por partido. El noruego pone la guinda a la obra culinaria realista.

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