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Una formación titular de la temporada 1986-87. De pie: Minguela, Jorge, Moré, Víctor Porras, Manolo Hierro y Fenoy. Agachados: Onésimo, Juan Carlos, Torrecilla, Sánchez Valles y Eusebio. ¡Siete de la cantera!
Real Burgos y Real Valladolid se midieron por primera vez en Copa

Real Burgos y Real Valladolid se midieron por primera vez en Copa

La Vista Atrás ·

Los blanquivioletas apearon a los del Plantío en la 1986-87, temporada en la que los burgaleses subirían a Segunda

José Miguel Ortega

Domingo, 5 de septiembre 2021, 09:07

Como el fútbol no es una ciencia exacta, a veces ocurre que el pez chico se come al grande, es decir, que el equipo más modesto da la campanada y derrota al teóricamente más fuerte, sobre todo en el torneo copero. Pero no es lo normal. Lo normal es que el equipo de superior categoría deje en la cuneta a un adversario que, como en este caso, estaba dos escalones por debajo.

Recordamos hoy la eliminatoria entre el Real Burgos, de segunda división B, y el Real Valladolid, de primera división, en la temporada 1986-87. Era para los burgaleses la segunda ronda, tras haber eliminado al Júpiter Leonés, mientras que los vallisoletanos hacían su debut en el torneo del K.O. viajando a «El Plantío», porque las primeras rondas se disputaban a partido único en el campo del equipo de inferior categoría.

El objetivo del equipo burgalés aquella temporada era el de ascender a segunda división para dejar atrás un periodo oscuro tanto en lo deportivo como en lo económico, pero los partidos de rivalidad regional siempre entrañan un plus de estímulo para el teóricamente inferior, de modo que los pupilos de Irulegui se olvidaron por unas horas de su batalla en la Liga para tratar de plantar cara en la Copa a los jugadores que entonces entrenaba Xabier Azcargorta.

Y al menos en la primera mitad lo consiguieron, porque aunque el Valladolid tenía el control de la pelota, a la hora de buscar el camino del gol se encontraba con un bien dispuesto sistema defensivo por parte del técnico guipuzcoano, José Antonio Irulegui, que tenía ya un amplio recorrido como entrenador en aquella época y que incrementaría por espacio de trece temporadas más, cuando ascendió al Villarreal a primera división.

Estamos hablando de un hombre que conocía perfectamente su oficio y que con el 0-0 del descanso, llegaría pensar que la sorpresa era posible. Sus argumentos, no obstante, duraron hasta el minuto 51, justo el momento en que Cabrera marcó el primer tanto del Real Valladolid.

Al estar por debajo en el marcador, el equipo local tuvo que cambiar su sistema y buscar al menos la igualada que le devolviera las opciones, pero se encontró con una zaga muy sólida y con los peligrosos contragolpes visitantes que volvieron a dar en el blanco a los 85 minutos, con un nuevo tanto del uruguayo Jacinto Cabrera, que había llegado al club blanquivioleta con la difícil misión de hacer olvidar a su compatriota «Polilla» Da Silva.

Con todo decidido, Jorge aprovechó el bajón moral del Burgos para marcar el tercer y definitivo tanto del encuentro, en el minuto 88. Aunque en la eliminatoria comenzó más enchufado el conjunto blanquillo, al final terminó imponiéndose la superior categoría de los blanquivioleta, la lógica, en definitiva.

Jacinto Cabrera

El gallego Taboada Soto, que había ascendido aquella misma temporada a primera división, fue el encargado de arbitrar el partido que presentó estas alineaciones.

Real Burgos: Bastón; Medina, Goñi, Blanco, Emiliano; Portugal, Carlos, Mata; Rus, Masqué y Elizmendi (Ibáñez 75').

Real Valladolid: Fenoy; Torrecilla, Moreno, Manolo Hierro (Sánchez Valles 90'), Juan Carlos; Moré, Minguela, Eusebio; Jorge Alonso, Cabrera y Peña (Víctor 60')

Pese a caer eliminado, o precisamente por eso ya que pudo centrarse exclusivamente en la Liga, el Real Burgos consiguió el objetivo principal de la temporada: el ascenso a segunda división, mientras que el Valladolid encontró en la siguiente ronda copera la otra cara de la moneda, la de que a veces salta la liebre y el teóricamente más débil derrota al teóricamente más fuerte. La Unión Popular de Langreo apeó a los blanquivioletas de la Copa, al ganarles en la prórroga por un contundente 4-2. En la Liga de primera, en cambio, terminaron en un cómodo décimo puesto.

Volviendo al partido de Burgos, en la formación del equipo local figuraba Miguel Ángel Portugal, que había vuelto a su casa después de su periplo por el Real Madrid y otros equipo de primera. Ya era un veterano de 31 años, de modo que cuando a la siguiente temporada, con Vicente Cantatore en el banquillo, el Real Valladolid fichó al centrocampista burgalés la noticia causó sorpresa entre los seguidores blanquivioletas, que dudaban de lo que Portugal pudiera aportar a esas alturas de su carrera deportiva. Tenían razón. Solo jugó tres partidos con los vallisoletanos en la temporada 1987-88.

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