Raúl Moro es uno de los jugadores más demandados por la afición blanquivioleta. El eléctrico jugador catalán gusta en la grada por su capacidad para desnivelar desde la banda y su capacidad para llegar hasta la línea de fondo e inventar.
Publicidad
En un fútbol de ... estudio, estrategia, pizarra, datos... Moro es uno de esos jugadores que hace saltar todo por los aires cuando logra driblar y colarse en el área con todo a favor. Lo demostró el pasado sábado, cuando la lesión de Biuk, le dio la alternativa de tener más de quince minutos sobre el verde, y desplegar un alarde de desparpajo ofensivo.
Noticia relacionada
El extremo no era titular con Paulo Pezzolano desde el pasado 21 de diciembre, en el encuentro que el equipo perdió ante el Racing de Ferrol en Zorrilla (0-1). En ese encuentro, Moro tuvo que retirarse con un pinchazo en el muslo antes de finalizase la primera mitad, y, justo cuando estaba en su mejor momento deportivo, pese a que el equipo comenzaba a tener un nuevo bache en la competición.
Se esperaba que el jugador con el parón invernal se recuperase y volviese de nuevo al once en su banda, pero el futbolista no pasó de jugar como revulsivo en los siguientes encuentros ante el Elche, el Racing de Santander, el Leganés y el Albacete. En ninguno de ellos el extremo superó la media hora de juego, pese a la insistencia de la afición e, incluso, antes de que llegase en el mercado de invierno un competidor para su puesto, como puede ser Stipe Biuk.
Publicidad
Pezzolano, en su puesta a punto, optó por Iván Sánchez para el extremo derecho. De hecho, el media punta andaluz es una de las opciones para ese perfil en los próximos encuentros y siempre y cuando Amath Ndiaye no termine de estar al 100%, aunque desde el cuerpo médico se espera que incluso pudiese estar «en perfectas condiciones» para el choque de este sábado ante el Amorebieta.
Noticia relacionada
Juan J. López
En su último partido ante el Albacete, el pasado 12 de febrero en Zorrilla, Moro salió para sustituir a Iván Sánchez y disputó 25 minutos. Se esperaba que ya estuviese OK, pero una nueva lesión le dejó en el dique seco. Cinco partidos sin poder jugar y más de un mes lejos de la dinámica de grupo para un futbolista que necesita ritmo para rendir a su mejor nivel.
Publicidad
La recaída también obligó a los servicios médicos del club a replantearse los plazos de recuperación y reaparición de un futbolista con tendencia a romperse. Cinco partidos sin convocar, y un plan de regreso estudiado al detalle, así como las cargas de trabajo para evitar nuevos males.
Desde el cuerpo técnico no se quería forzar al jugador, máxime cuando se había reforzado la posición en el mercado invernal, con dos jugadores «de categoría» para las bandas, y su rendimiento además estaba siendo óptimo.
Publicidad
Moro pudo recuperarse de forma completa y «estar al 100%» para su regreso, como admitió el propio Pezzolano antes del choque ante el Eibar. El partido además fue propicio para que el catalán tuviese minutos sin un nivel de exigencia alto, con la victoria encarrilada (3-1) y los eibarreses con un jugador menos.
De esta forma, el extremo disputó sus primeros 9 minutos en más de un mes y medio, y se daba por sentada su vuelta. Sin embargo, en los dos siguientes encuentros, ante el Levante y el Cartagena, Pezzolano no le dio minutos pese a tener al jugador en el banquillo, e, incluso, optar por Sylla como jugador de banda por delante de extremo barcelonés.
Publicidad
La lesión del delantero senegalés, al que incluso también se primó en la banda por delante de Biuk, abría un poco más las posibilidades de ver de nuevo a Raúl Moro en el césped, pero de nuevo el técnico prefirió colocar a Salazar en la banda antes de extremo cedido por la Lazio en Zorrilla.
Tuvo que ser la lesión de Biuk, en el minuto 27 del choque del pasado sábado, la alternativa para ver de nuevo a Moro y con minutos por delante para poder desplegar su fútbol.
El extremo fue el mejor. Se echó el equipo a la espalda en ataque y desniveló por la banda izquierda a pierna cambiada. Fue un dolor de muelas para su par, y siempre que lo intentó se fue. En el debe, que en cada acción en la que creó superioridad en el área sus pases no encontraron a ningún compañero. Tarea a mejorar en una recta final en la que apunta a importante.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.