«Lo que más rabia me da es irme con el Real Valladolid en Segunda», dice Paco Santamaría

A sus 73 años, Paco Santamaría emprende el camino de la jubilación. Lo hace un poco a regañadientes porque, si por él fuera, seguiría con una de las grandes pasiones de su vida: formar parte del Pucela desde dentro. «Todo tiene su fin y yo ya tengo una edad. He estado muchos años, pero lo que más rabia me da es que llegue estando el equipo en Segunda. Después de 28 temporadas aquí, más las que estuve arbitrando, ahora tengo que pensar más en la familia», explica. «Pero es verdad que me quitas esto y es como si a un niño le quitas un chupachups...», añade el ya exdelegado.

Santamaría se siente agradecido por el trato que le han dispensado todos los presidentes con los que ha coincidido en el Real Valladolid. «Yo entré con Marcos Fernández padre, luego estuve con sus hijos; también en la etapa de Ignacio Lewin, posteriormente con Carlos Suárez y los últimos años con Ronaldo. Pero no son sólo los directivos, sino también todos los compañeros de las oficinas y el resto de trabajadores».

Paco Santamaría seguirá acudiendo a los partidos del Pucela como abonado («¡cómo voy a dejar de ver al equipo de mi vida!») y tanto David Espinar como Matthieu Fenaert ya le han dicho que tiene abiertas las puertas del club para visitarlo cuando desee.

Santamaría Uzqueda echa la vista atrás y recuerda cómo empezó en el arbitraje, ya con 28 años, después de jugar al fútbol y llegar a Tercera División. «En aquella época, yo trabajaba en Renault con Camilo Segoviano, que era el presidente de los árbitros. Él me animó a hacer el curso de árbitro. Nunca pensé que pudiera llegar a Primera y lo logré. Ojalá hubiera empezado antes. El arbitraje es algo apasionante:estar en un campo con 10.000, 20.000 o 50.000 personas y dirigir el partido, con todos los errores que puedas cometer...». En 1995 sustituyó precisamente a Camilo Segoviano como delegado del Real Valladolid en una larga etapa que ha culminado esta temporada con el descenso. «Me da rabia, sí, aunque yo no tenga mucha culpa de lo que ha sucedido... He disfrutado mucho en estos 28 años como delegado del Real Valladolid y ahora empiezo una nueva vida, más centrado en mi familia. Pero, eso sí, seguiré viendo al equipo de mi vida».

Paco Santamaría es, por derecho propio, un nombre para la historia del Pucela.