«Queremos adelantar los procesos con los canteranos del Real Valladolid»

–¿En qué consiste su función como coordinador de los procesos?¿Cómo es su día a día?

–Soy el director de metodología, el coordinador. Estoy en contacto con los entrenadores de todas las categorías. Además, trabajo con el área de psicología, de nutrición, de tecnificación... Es decir, las diferentes áreas que tenemos dentro de la preparación física o de 'performance' y salud, como decimos ahora. Estoy en contacto con todos ellos para ver cuándo tienen que actuar con los diferentes jugadores o equipos. Por ejemplo, si hay que hacer 'tests' o dar consejos para dietas más sanas. Todo eso pasa por mí.

–¿Se mantiene la idea de un mismo estilo de juego para todas las categorías inferiores?

–Sí, lo hemos desarrollado desde hace años. Se trata de saber cómo queremos que identifiquen a un equipo de la cantera del Real Valladolid desde fuera. Queremos salir con el balón jugado desde atrás, que hagamos transiciones rápidas, que lleguemos al área de forma ordenada, que seamos intensos en la presión tras pérdida... Tenemos un modelo de juego, pero eso no quiere decir que haya un sistema común: podemos utilizar un 4-4-2, un 4-3-3, en ocasiones una defensa de cinco, por qué no. Pensamos que tener un sistema definido no permite al jugador conocer todos los dibujos tácticos que existen. Para nosotros es importante que un jugador de la cantera sepa jugar con un 4-3-3, un 4-4-2 o con tres centrales. Nos parece más rico tácticamente. Así que los entrenadores tienen libertad para elegir el sistema. Una cosa es el modelo de juego (queremos ser protagonistas con balón e intensos sin balón) y otra el dibujo empleado.

–¿A quién reporta directamente el coordinador de procesos?

–Ahora a Diego López, el director de cantera. Antes, a Alberto Marcos. A Diego le damos todos nuestra evaluación del trabajo. También está Víctor [Fernández], que colabora estrechamente, ya que lleva el Departamento de Rendimiento. Toda la promoción de chavales, que estén en un equipo arriba o abajo, lo lleva él.

–¿El objetivo final con cualquier jugador es que tenga la posibilidad de llegar al primer equipo?

–Sí, esa siempre es la idea. Pero lo que intentamos aquí es adelantar esos procesos y que lleguen mucho antes. Si jugadores de la cantera llegan al primer equipo y, como Fresneda, tienen una proyección hacia grandes equipos, para nosotros es un espaldarazo.

–Sin duda, el de Iván Fresneda es el caso más llamativo. ¿Cómo valora su progresión?

–Ahora es el referente para el resto. Se ha saltado todos los procesos y, después de jugar con el primer equipo, hay clubes muy importantes interesados en él. No es fácil lo que ha hecho, especialmente a nivel de cabeza. En otros países lo naturalizan, pero aquí no resulta fácil despuntar a su edad. Es el principal referente de cantera. Se le dio la oportunidad y ha respondido. Queremos que otros también estén preparados.

–También está el caso de David Torres, su hijo, que ya ha demostrado sus condiciones con el primer equipo.

–Para mí es más un hándicap que sea mi hijo que algo a favor. No me puedo dirigir a él de la misma manera que a otros, porque lo admite de diferente manera, y también por el resto. Cuando estamos aquí, tratamos de desligar lo personal de lo profesional. Cualquier observación en su proceso de formación la he delegado en otras personas cercanas. Me he mantenido un pelín al margen. Creo que a él le ha hecho ser más fuerte mentalmente porque la etiqueta de ser mi hijo siempre está ahí.

–Le ha tocado lidiar con momentos difíciles en la primera plantilla y ha respondido. Eso demuestra carácter y progresión.

–Para mí eso es lo más importante. Que haya asimilado de cabeza esos momentos para debutar, por todo lo que se jugaba el primer equipo. A nivel mental ha respondido y se ha mostrado fiable.

–Fresneda, Lucas Rosa, Torres, Aceves, Tunde, Arroyo y Pozo han debutado con el primer equipo. Víctor Rofino, Cédric, Maroto, Diego Moreno y Quintana han estado en convocatorias. La cantera está muy presente.

–No es tan normal que tantos jugadores debuten y estén entrenándose de manera habitual. Eso hay que agradecérselo a los entrenadores que hemos tenido esta temporada. Buscamos que los chicos estén lo más desarrollados en el proceso formativo, pero tiene que haber un entrenador principal que les diga 'adelante'. Eso lo hemos tenido. A Fresneda le vio Pacheta en un entrenamiento, le gustó y lo subió para arriba. Ahora, Pezzolano también entrena con el filial. Así es más fácil. También hay mucho trabajo en la sombra de entrenadores, utilleros, delegados del fútbol base...

–¿Va a ser más fácil el salto de canteranos con el Real Valladolid en Segunda?

–Hombre, todos queremos que el equipo esté en la máxima categoría. ¿Será más fácil?Depende. La exigencia va a ser ascender. Nunca se sabe cuál es el mejor contexto. Hay personas encargadas de tomar decisiones, pero el trabajo para nosotros debe ser el mismo en Primera y en Segunda:los chicos deben estar lo mejor preparados posibles. Quizá en Segunda tengan más exigencias de rendimiento inmediato.

–¿Se ha decidido ya cuántos canteranos harán la pretemporada con el equipo?

–Aún no lo sabemos.Lo están hablando y tendrán que comunicarlo en los próximos días. No sabemos el número ni quiénes serán.

–Comentó Fran Sánchez que se trabaja también en una reestructuración de las categorías inferiores. ¿Cómo pueden afectar esos cambios a su cometido?

–De momento, trabajamos de la misma manera que el año pasado. Si el club tiene que anunciar algo, lo hará en los próximos días, pero aún no sabemos nada.

–Una pregunta más personal. para terminar. ¿Echa de menos ser entrenador?

–Fue una etapa muy buena que recuerdo con cariño. Disfruté muchísimo de entrenar a chavales jóvenes porque dirigí a filiales aquí en el Real Valladolid, en el Villarreal y en el Celta. Es algo a lo que no descarto volver. Se trata de una profesión que me gusta, pero ahora estoy muy ilusionado con lo que hago. Llevo ya cinco años con la metodología de trabajo y me encuentro a gusto. Tampoco descarto entrenar de nuevo. Me voy haciendo mayor y es verdad que cuesta un poco más, pero no cierro las puertas a entrenar a un equipo profesional o a gente más joven.